Es lo que tiene ver demasiadas series de televisión: terminas creyéndote un showrunner todopoderoso y molón, capaz de controlar todos los giros de guion hasta llegar el desenlace deseado. La política, sin embargo, es veleidosa, caprichosa e imprevisible. ¡Que se lo digan a tanto gurú visionario, antaño conocido como consejero áulico!
Al despertar, el dinosaurio seguía allí. Pero más gordo, más grande y mucho más crecido y rugiente. De una gobernabilidad complicada, España ha desembocado en una gobernabilidad imposible, salvo movimientos inesperados.
Dejando al margen las cábalas y los apresurados análisis de las últimas horas, la mayoría de ellos más basados en deseos que en realidades posibles o probables, centrémonos en Granada capital, donde Sebastián Pérez ha estado quieto y callado… hasta ahora.
Tras la fallida operación Puente de Plata senatorial, Sebastián Pérez se queda en casa. El PP ha ganado en Granada capital y Ciudadanos ha quedado laminado. ¿Cómo afectarán los resultados del domingo a la alcaldía de Luis Salvador? Habrá que estar atentos al congreso extraordinario del partido naranja, pero los proyectos personalistas son muy difíciles de reencauzar cuando hacen aguas.
Que las del 10-N no eran elecciones municipales, lo sabemos todos. Que la llegada de Salvador a la alcaldía fue rocambolesca, también. Si gobernar con 4 concejales estaba siendo tarea harto difícil, como el actual alcalde se empeñe en seguir negándole el 2+2 a Sebastián Pérez, será misión imposible.
No es halagüeño el panorama para la capital granadina. Con el horizonte judicial de Paco Cuenca sin despejar, el auge de Vox y la debacle de Ciudadanos no hacen sino enmarañar el futuro. El presupuesto, por ejemplo. ¿Serán capaces de ponerse de acuerdo PP, Cs y Vox para sacar adelante un presupuesto, en estas condiciones? ¿Será requisito sine qua non dejar resuelto lo del 2+2?
Malos tiempos para la lírica. Peores aún para la política. El ruido de fondo que nos espera en las próximas semanas no hará sino alejarnos la cruda realidad de un gobierno precario, tanto allí como aquí. Lo mismo, del 2+2 se empieza a hablar del 1+3…
Jesús Lens