Hoy domingo, entre las once de la mañana y cerca de la una de la tarde, esteremos corriendo en Baza, dentro del Gran Premio de Fondo de la Diputación.
A veces, cuando uno suelta en una conversación que va a correr una media maratón, su interlocutor le mira como si estuviese ante un demente.
Cuando uno dice que va a correr una media maratón, lo que quiere decir es que va a recorrer 21 kilómetros -y un puñadito de metro más- en un tiempo determinado. Un tiempo que, por supuesto, no se acercará ni de lejos al que harán los ganadores de la prueba. Esto es, que uno no tiene, faltaría más, la intención de ganar la carrera, ni hablando en general ni en su categoría particular. La clave esté, pues, en competir. Pues sí. Podríamos decir que, hoy domingo, en Baza, varios cientos de corredores populares participaremos en una cuádruple competición. La primera, competir contra los elementos. Contra la tentación de dormir a pierna suelta hasta bien entrada la mañana, contra la tentación de quedarnos arrebujados entre las sábanas, contra la tentación de alargar un desayuno leyendo la prensa. La primera de nuestras batallas tiene como enemigos al despertador, a la molicie y la vagancia que intrínsecamente conlleva todo domingo. El segundo enemigo al que nos enfrentamos hoy somos nosotros mismos. Porque el atleta aficionado o popular es su peor enemigo. Una rodilla que duele, unos tendones cascados por el exceso de peso. Una rozadura, la pesadez de los músculos, unos pulmones que no dan más de sí, el corazón, que late demasiado fuerte. Terminar los 21 Kms. es una victoria sobre uno mismo, sobre su cuerpo, sobre los estragos que la vida va ocasionando en él. Y la cuarta carrera la disputas, quizá, contra otros corredores. Contra ése al que no vas a dejar que te adelante. O contra ése al que no quieres dejar que se despegue. O contra aquél al que intentas alcanzar denodadamente. Los desafíos de Baza: 1.- Llegar a la ciudad bastetana. 2.- Terminar la carrera. 3.- Hacerlo, trotonamente, a cinco minutos el kilómetro, esto es, en 1.45.00. 4.- Ganar algún piquecillo. O nos vemos corriendo, o nos leemos por aquí, dentro de unas horas. Fdo.- Lens místico-endorfínico. |
Día: 12 de abril de 2008
BUENOS VECINOS
¡NO ERA LO QUE PARECÍA!
¿No pensáis que ésta sería como la segunda parte?
Malpensados…
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