Como bien sabéis, la cabecera de esta Bitácora la hizo un buen amigo: José Manuel NLl. A propósito de las marcas y de Granada, me comentaba que se podían haber usado otros motivos, sin necesidad de acudir a los tópicos de la Alhambra o Sierra Nevada. Esto es lo que nos dice…
La idea es la jugar con dos lecturas: 1.- Las letras GR identifican a Granada, pero las palabras GRX son las que te imprimen en tu tarjeta de embarque y en la etiqueta de las maletas cuando las facturas. Es decir, tu destino es Granada. El lugar al que quieres llegar. Y del que partes cuando vuelves a tu tierra. En la segunda versión, estas tres letras están subrayadas para darles énfasis.
La opción 1 lleva el nombre de Granada debajo para el momento del lanzamiento, después (una vez consolidado) se podría usar la opción 2. ¿Qué os parece? |
Día: 16 de mayo de 2008
INTERROGANTE FINANCIERA
Si quieres convertirte en un auténtico falsificador de moneda, nada más fácil que pinchar en esta simpática web: Dinero personalizado.
DE MARCAS
Ha querido la casualidad que, en la misma semana, se hayan hecho públicas dos marcas que tienen a Granada como protagonista. Una, la que se supone va a ser emblema de la ciudad a la hora de venderla y popularizarla por esos mundos. La otra, la de los aceites comercializados bajo la etiqueta “Montes de Granada”. Dos marcas, dos imágenes muy diferentes entre sí.
El GRAciasdeNADA, ya lo saben ustedes, ha levantado una enorme polvareda. Dejando aparte la cuestión del graffiti, no me incomoda esa marca de fábrica, aunque, la verdad, tampoco me apasiona. Más bien parece una solución de compromiso que se ha elegido para no irritar ni molestar a nadie. De hecho, habría sido apasionante asistir al desecho de proyectos, en base al disgusto de unos y de otros.
¿Piensan ustedes que esta marca/lema tiene el empaque suficiente como para convertirse en icono internacional, al estilo del I love NY de la manzana? Sinceramente, y aunque soy persona de letras, mucho me temo que no, que esas dos palabras con una grafía tan rectilínea, clásica y formal no tienen el impacto visual que sería necesario para quedar fijadas en la retina del espectador y, mucho menos, para hacerse deseables en forma de pin, llavero, colgante, imán de frigorífico o pegatina para los cuadernos.
Precisamente, en la presentación de la marca única “Montes de Granada”, elegida para potenciar la comercialización de los aceites de oliva de nuestra provincia, el representante de la agencia de publicidad que ha diseñado el logo señalaba que quisieron huir de cualquier imagen tópica referida a nuestra tierra, del estilo de la Alhambra o Sierra Nevada, que tan apropiadas podrían haber sido para “vender” la imagen de la ciudad.
Y así nace la elegante y estilizada imagen con que los aceites granadinos van a buscar su lugar en el mercado de los productos de alta calidad. El aceite, auténtico oro líquido desde los tiempos de los romanos, parecía ser cosa de italianos y, más cerca, de las provincias del interior andaluz. Por fin, Granada parece haber asumido los retos de la globalización, disponiéndose a comercializar su aceite a través de una denominación común, con el fin de posicionarse a la cabeza de un sector tan rentable como competitivo y complejo.
Para ello, nada mejor que un diseño de botellas y un etiquetado tan luminoso como atractivo, revalorizando una incipiente marca que, a buen seguro, muy pronto veremos en los puntos de distribución de delicatessen más importantes del país. Los aceites granadinos han hecho, pues, una decidida apuesta por la calidad y por un crecimiento basado en la comercialización conjunta de un producto al que, hasta ahora, no se le estaba confiriendo el valor que realmente tiene. Hay que dar la enhorabuena a esta modalidad de cooperativismo que, trascendiendo el localismo más acomodaticio, se lanza a competir en los mercados más reputados y exigentes de España.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.