Si Carlos Boyero es mi faro y guía cinematográfico por cuanto al cine comercial o de autor se trata, tengo un puñado de amigos que, tirando a raritos, me intentan llevar por los caminos menos trillados de los estrenos al uso. De los famosos “Bodrios que hay que ver” de Frankie a muchas de las descabelladas propuestas del Gran Rash, pasando por las delicias orientales del desdichadamente perdido en el ciberespacio Twister.
De un tiempo a esta parte y cuando las carreras nos dejan espacio para la charla, Antonio, uno de los más aguerridos representantes de Las Verdes, nos ilustra con su vasto conocimiento del cine y la literatura bélicos, de los que es un consumado especialista.
Hace unos días, al terminar la Media Maratón del Melocotón, me comentaba que su objetivo inmediato era ver “Tropic thunder”. Yo estaba todavía grogui, después de la carrera, y no sabía de qué demonios me hablaba. Pensé que era una frikada absoluta de Antonio y me olvidé del tema.
Todo ello rodado de una forma espectacular, mezclando el humor con la acción, a través de una trama en la que todo termina encajando, del criticado papel de Stiller como deficiente mental y la furibunda crítica hacia los Óscar a los tópicos sobre las pelis de chinos, en el mejor sentido de la expresión.
Políticamente incorrectísima y brillantemente filmada, “Tropic thunder” se pasa en una volá y, sobre todo, provoca carcajadas que serán directamente proporcionales a lo que el espectador disfrute del cine bélico. Parodia. Sí. Pero de lo más inteligente, bien filmado y mejor resuelto. Comedia bruta. Sí. Ácida, corrosiva y vitriólica. Con cameos espectaculares de actores como el mencionado Cruise, el impresionante Nick Nolte o el Pichón McConaughey.
Valoración: 7 Lo mejor: El diálogo polludo entre el personaje de Cruise y su asistente. Lo peor: Alguna vuelta de tuerca sobre los mismos temas que se hace repetitiva. Jesús Lens Espinosa de los Monteros. Etiquetas: tropic thunder, ben stiller, tom cruise, nick nolte, robert downey jr, cine, películas, hollywood |
Día: 30 de septiembre de 2008
SATURNO
Luego, hemos seguido caminos paralelos en algunas facetas de nuestra vida, llegando a trabajar juntos en un proyecto, al que denominamos Florens, sobre deporte, vida, empresa…
Muchos de ustedes sabrán que José Antonio era responsable del famoso “Diario de un Corredor”, punto virtual de encuentro entre deportistas que trascendió las pantallas del ordenador y los bytes cibernéticos para convertirse en un vivero de amigos, que nos fuimos convirtiendo en esas Las Verdes que tantas alegrías nos han reportado.
Y, sin embargo, había algo que no estaba del todo bien. Yo lo intuía. Porque, como muy expresivamente ha expuesto José Antonio en uno de los comentarios a la última entrada de su Bitácora “Un momento para nacer, un momento para morir”, ese “Diario de un corredor” amenazaba con devorarle, al potenciar casi hasta el infinito sólo una de las dimensiones del autor, sepultando las demás casi por completo.
Por eso, anticipándose, como si de un Saturno virtual se tratara, mi Alter Ego ha hecho algo que, siendo doloroso, era necesario: devorar a su propio hijo, cerrar el Diario de un Corredor y, sobre la marcha, abrir un nuevo espacio en el que verter un amplio caudal de impresiones, sensaciones y pensamientos sobre los temas más distintos.
Por supuesto, ya lo tenemos enlazado y le haremos el estrecho seguimiento que el mismo se merece.
Un Blog ha muerto. ¡Larga vida al Blog!
Con ustedes, las Opiniones Intempestivas de José Antonio Flores.
Jesús Lens.