Como el del Granada Film Project.
Ya les conté de qué iba, cuando hablamos del Festival de Jazz de Granada. Y hoy sábado, a las nueve de la noche, arranca.
Aunque para mí, ha arrancado un poquito antes, reconoceré con orgullo. Porque hoy, a las doce, estaba en el Isabel la Católica, con Mariche y Jesús Villalba, disfrutando del ensayo de un concierto que, créanme, va a ser memorable. No sé si me hicieron caso y sacaron entradas el otro día, pero ya no quedan. Se han agotado.
Aunque aficionado a la música, nunca había estado en las entretelas de un concierto. Y ha sido un lujo ver cómo el quinteto que Michael Mossman ha juntado para esta ocasión ensayaba, durante casi tres horas, con una seriedad, una profesionalidad, pero también un buen rollo y un un buen humor que entusiasmaba. Impagable, Antonio Hart al saxo, con su camiseta del «Yes we can» dedicada a Obama.
He escuchado muchas de las canciones que sonarán esta noche, los arreglos, las improvisaciones… he sido testigo de cómo se rehacían de último momento y de cómo esos conciertos que luego parecen tan sencillos, conllevan una descomunal carga de trabajo previa.
– Y eso que no nos viste en Nueva York, ensayando mientras el recuento de votos daba como ganador a Obama. Nos íbamos creciendo a medida que pasaba el tiempo, exultantes.
Eso nos decía después, comiendo, el propio Mossman. Un americano que habla un excelente castellano, director de estudios de una prestigiosa escuela de música del barrio de Queens, y uno de los arreglistas más solicitados del momento.
Nos ha contado cosas sobre las dos últimas películas de Fernando Trueba, una de ellas, de dibujos animados, preparados por la factoría de Mariscal. Hemos hablado de música, cine, viajes, política, sociedad…
Un día que va siendo un lujo y que, desde luego, aún promete muchas emociones fuertes.
Seguiremos contando.
PD.- Mañana, en IDEAL, publicamos reseña del concierto.
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