LA ALQUIMIA DE LAS MULTITUDES & TOOL

A ver.

 

Mañana se presenta este libro.

 

Lo malo, que no estoy en Madrid para ir a la presentación. Algo que no dudaría, de estar en el Foro.

 

Lo bueno, que pronto le hincaré el diente a un título de Francis Pisani (si leen el Ciberpaís, ya le conocen) imprescindible para conocer qué es, qué sentido tiene y hacia donde va todo el tinglado de las redes sociales.

 

El título, «La alquimia de las multitudes».

 

Sugerente y atractivo.

 

Como este vídeo. Véanlo, véanlo.

 

Vamos a hacer un ejercicio práctico de alquimia.

 

Imagine usted que apenas nos conocemos. De un par de charlas, no más. O tres. De compartir unas cervezas y unas conversaciones.

 

Y entra usted aquí y se encuentra con que le digo que este vídeo, esta canción y este grupo, «Tool», me fascinan.

 

¿Qué pensaría usted?

 

¿Querría ser mi Amigo en una de esas Redes Sociales? ¿Me agregaría al Facebook? ¿Se convertiría en un Follower de mi Twitter? Y, lo más importante… ¿por qué?

 

Aquí, los perlas, en directo:


 

Hablemos, hablemos de Redes Sociales.

 

Jesús Lens… socializando. ¿O no? 😉

PD.- Éste sí se ve bien. ¡Y vaya lo que se ve!

RAMATA

Las primeras ciento cuatro páginas de la novela «Ramata», del escritor senegalés Abasse Ndione son, posiblemente, de lo mejor que he leído, en género negro y criminal, en mucho tiempo.

 

Toda la esencia del género está condensada en ese exquisito puñado de páginas que, aconteciendo en un país africano como es Senegal, lo mismo podrían haberse desarrollado en Los Ángeles, en Madrid o en Tokio. Porque la corrupción y las miserias humanas que cuentan, la cruda violencia, la traición, el engaño… son males y lacras universales que conocen no fronteras.

 

Lo que pasa es que «Ramata» tiene 346 páginas. Y, ojo, no quiero decir que las doscientas y pico restantes sean malas. Ni mucho menos. Pero no están a la altura de las primeras cien. Y, al final, eso acaba pesando en una novela que, por lo demás, es sensacional, con personajes desaforados, más grandes que la vida, encabezados por esa Ramata que da nombre a la novela.

 

¿Quién es Ramata? De ahí parte la trama de la novela. Una conversación en un bar. Charla de borrachos. ¿Seguro? Quizá. A fin de cuentas, ya sabemos que sólo los borrachos y los niños dicen las verdades del barquero. Esas verdades difíciles de admitir, duras e hirientes.

 

«Ramata» cuenta la historia de un país, Senegal, fracturado, que se desangra por culpa de unas desigualdades sociales abismales en que unos pocos, muy pocos, son apestosamente ricos mientras que una inmensa mayoría es escandalosamente pobre. Y el autor no evita criticar todos los estratos de una sociedad corrupta que permite que ello ocurra así, desde el papel de unas élites cuya responsabilidad y dejadez es manifiesta en el mantenimiento del statu quo, a los funcionarios corruptos, militares brutotes, periodistas timoratos y a una ciudadanía dejada y abandonada a la molicie, el sexo fácil y el alcoholismo.

 

Vamos que Ndione no deja títere con cabeza en una novela que sirve para conocer los entresijos del Senegal mejor y con mayor profundidad que si lees cualquier tratado de historia o texto sociológico al uso. Y ello utilizando las herramientas propias del género más negro y criminal, por supuesto.

 

Enhorabuena a Ndione por su valentía al escribir este texto incendiario y a Roca Editorial por ponerlo al alcance de los lectores en español.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.