Desconfío, por lo general, de los libros escritos en su madurez por antiguos políticos, empresarios o próceres de la sociedad. Siempre me dan la sensación de ser obras escritas con el único fin de aliviar el aburrimiento que sobreviene al abandono de una intensa vida pública, una especie de consuelo o entretenimiento para llenar el bajón de adrenalina que conlleva la jubilación o la salida de la primera línea de combate.
Por eso, reconozco que afronté la lectura de «Te estaré esperando», de Rafael Escuredo, con una cierta cautela… que no tardó en desaparecer ya que, sólo el excelente primer capítulo del libro, introductor del resto de la historia que nos cuenta el autor, merece la inversión realizada en la adquisición del libro.
Un capítulo en que la crudeza de la Guerra Civil se muestra en todo su salvajismo, sin dejar títere con cabeza, a través de la descripción de lo que acontece en un pueblo de Sevilla y que, en veinte páginas, pone los pelos de punta.
A partir de ahí, y retrotrayéndonos a la actualidad, la historia nos cuenta la vida de Carlos Bermúdez, uno de esos jóvenes antifranquistas que terminaron exiliándose a EE.UU. y para quiénes su vida, tan llena de esperanzas e ilusiones, no terminó por ser sino un fiasco, un ejemplo más de ese Bulevar de los Sueños Rotos que tantas canciones, nostalgias y borracheras han alimentado en nuestra historia más reciente.
Pero la vida, cuando más cerca está de terminarse, brinda a Carlos una segunda oportunidad, lo que le permite volver a una España moderna y bien distinta a la que él dejó cuando se marchó a USA. Y ahí radica la parte más interesante de «Te estaré esperando»: el contraste de esas dos Españas, la del tardofranquismo y la de la democracia plenamente consolidada.
A través de una prosa tan cuidada como sencilla, Rafael Escuredo demuestra que lleva la literatura bien adentro, como se acredita con la previa publicación de otras novelas, recopilaciones de artículos y poemarios, producto de su indudable capacidad de trabajo, no en vano, el autor es abogado y ha sido tanto diputado como Presidente de la Junta de Andalucía, por lo que su visión de las dos Andalucías, la de los sesenta y la contemporánea, resulta de lo más interesante y aleccionadora.
Por otra parte, el libro adolece de alguna inconsistencia. Como la del innecesario alcoholismo del protagonista, que nada le aporta al personaje ni a la historia, o algún giro argumental demasiado forzado. Pero ello no desmerece una lectura de lo más interesante, cuyo último capítulo hace que, casi de forma obligatoria, las lágrimas afloren a los ojos.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
PD.- El autor presentará esta obra en la Feria del Libro de Granada, el jueves 23 de abril a las 19 horas, en el Centro Cultural Puerta Real de CajaGRANADA.
Una inmejorable ocasión de saber más sobre la novela, su génesis y su autor.