Soy hombre de palabras. Por lo general, de muchas palabras. Y, sin embargo, creo en el SILENCIO. Quizá porque, a veces, cuando alguien espera que hables… callas. Porque no sabes qué decir. O cómo decirlo. Y entonces esperas que el SILENCIO cobre todo su sentido.
Decía el trompetista Miles Davis que el SILENCIO es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de los ruidos. Y él sabe bien de qué hablaba.
Aunque sea contradictorio, unas palabras sobre él, sobre el SILENCIO. Como las de Thomas Carlyle, cuando señalaba que el SILENCIO es el elemento en que se forman todas las cosas grandes.
Shhhhhhhhhh!!!!!!
Los ríos más profundos son siempre los más silenciosos, escribía un historiador latino. ¿Por qué tardamos tanto en aceptarlo, asumirlo y asimilarlo? Hasta que te das cuenta de que la respuesta está, siempre ha estado y ¿siempre estará? ahí fuera, callada y silenciosa.
Y ahora, SILENCIO.