RITUALES

No soy persona de liturgias o rituales. Me da igual levantarme con el pie derecho que con el izquierdo y no tengo «cosas de la suerte» que necesito llevar conmigo en los momentos importantes de la vida. Con los nervios, siempre necesarios y esenciales cuando algo realmente me importa, es suficiente. El día que deje de sentir nervios… malo.

 

Pero, volviendo al meollo y en una palabra, que no soy supersticioso y no confío mucho ni en el azar ni en la necesidad.

 

Y, sin embargo, de los calendarios sí hay algo que me atrae. Me gusta la perfección de los ciclos y, por eso, el final y el principio del año, me parecen momentos interesantes. Ojo, nada tiene que ver con la necesidad de salir de juerga ni pamplinas por el estilo. Para una buena juerga rodeado de amigos lo mismo da hoy que preferiblemente ayer o, quizá, mañana.

 

No. No es eso.

 

De los cambios de año me gusta el componente que tienen de final y principio de algo. Me gusta disfrutar conscientemente de la última caña del año, como aquellas excursiones que hacía con Jorge, en Carchuna o en Andújar, en busca de un generoso grifo de cerveza. Me gusta escuchar alguna canción especial, poner un último SMS o tener un recuerdo para alguien concreto. Me gusta elegir una buena película o leer algún párrafo especial de algún escritor determinado.

 

Por la misma regla de tres, me gusta que el primer beso del año sea significativo, el primer disco que pincho o el primer DVD que veo. No por nada. Sólo porque me gusta.

 

Hoy, 31 de diciembre, es día de rituales. Sean las uvas, el vestir algo rojo, comer lentejas, correr por la Vega 17 kilómetros con los amigos, compartir unas birras heladas o charlar reposadamente.

 

¿Qué nos traerá el 2010?

 

Bueno. De eso hablamos estos días tranquilamente.

 

¿Qué nos dejó el 2009?

 

Lo mismo. En los próximos días.

 

El mejor ritual, el Ritual de lo Habitual :-D
El mejor ritual, el Ritual de lo Habitual 😀

Hoy, 31 de enero, es puro presente. Aquí y ahora. Pocos días como éste para sentir que hoy es hoy y tanto ayer como mañana quedan más lejos que otros días.

 

Sed felices.

 

Hoy. Como ayer y como mañana. 😀

 

Jesús Lens, ritualista por un día.   

HASTA DONDE EL CINE NOS LLEVE NOS LLEVA A BOLIVIA

Y lo hace pasando por Santiago de Chile, donde reside uno de esos tipos a los que, sin conocer, conoces. Y aprecias. Y hasta quieres.

 

Con Bartolomé Leal vengo manteniendo un intercambio literario de lo más rico y fecundo desde hace algunos años. Concretamente, desde que leí y disfruté su aventurera «Morir en La Paz».

 

Y es que Bartolomé no sólo escribe el tipo de libros que a mí me gustaría escribir, sino que otra de sus facetas profesionales, le acerca a ese mundo del microcrédito y la cooperación para el desarrollo que tanto nos apasiona.

 

Por tanto, saber que ESTA RESEÑA de «Hasta donde el cine nos lleve» ha aparecido en el periódico La Ramona de Bolivia, de manos de nuestro Leal hombre en Sudamérica, no por no extrañarme deja de hacerme más feliz.

 

Mil gracias, compadre.

 

Y seguimos hablando…

 

Jesús Lens, ramoneando la mar de contento.

EL 6, CONTAMOS

Como no sólo de completar Listas puede vivir Internet, a ver quién se anima a participar en esta nueva propuesta.

 

Igual que para el día de Nochebuena nos gusta escribir un relato invernal y navideño, ¿por qué no celebramos el día de Reyes con un pequeño cuento… basado en el horóscopo?

 

Porque los Horóscopos también existen, aunque tengan poca consideración intelectual.

 

La propuesta es comprar el IDEAL del día 31 de diciembre y que cada uno escriba un pequeño cuento, un microrrelato, sobre lo que ese día ponga su horóscopo. Y luego, los blogueamos, a la vez, la noche del 5 al 6 de enero.

 

¿Hace? ¿Nos animamos?

 

Jesús Lens, cuentista nato.