LA RATONERA

Veinte años pensaba yo que se llevaba representando en Londres, de forma ininterrumpida, la obra de teatro «La ratonera».

 

Pero no. Son cincuenta y ocho (58) los años que la adaptación teatral del célebre cuento de Agatha Christie viene conquistando el corazón de los espectadores en la capital londinense, de forma continuada.

 

Cincuenta y ocho años.

 

Más que toda una vida.

 

¿Y por qué?

 

Pues, en principio, porque nunca se ha hecho una película sobre ella. Y no es una cuestión baladí, cuando hablamos de una apasionante historia de intriga, con un fuerte componente enigmático y psicológico, en que la sorpresa es importante.

 

Al no haber película y dado que el material literario original es un relato, no se sabe mucho acerca de los protagonistas de «La ratonera», sus orígenes, sus motivaciones… mientras que las historias de Poirot o Miss Marple son casi, casi Patrimonio de la Humanidad.

 

Por eso, asistir a la primera representación de la adaptación de «La ratonera», dirigida por Víctor Conde, además de un privilegio, es una suerte. Porque esta obra va a ser un éxito y va a estar muchos, muchos meses en cartel, recorriendo toda nuestra geografía.

 

Durante sus dos horas de duración, los espectadores asisten, entre curiosos, intrigados y divertidos, a una historia que acontece en una casa de huéspedes recién abierta por un joven matrimonio, que queda aislada por la nieve, y sobre la que se cierne una cierta amenaza de muerte y venganza. Bien adaptada a la realidad del momento, un texto que tiene decenas de años se nos aparece como actual y contemporáneo. Porque la buena literatura es atemporal.  

 

Elenco de "La ratonera", amplio, generoso y creativo
Elenco de

Protagonizada por personajes entre lo atrabiliario, lo surrealista y lo singular, la historia se desarrolla a una velocidad vertiginosa, a base de diálogos brillantes, acerados, mordaces y cargados de dobles sentidos e intenciones. El trabajo de los actores resulta extraordinario, permitiendo que las dos horas se pasen en un suspiro, sin apenas bajones de ritmo desde el primer y descacharrante monólogo con que Guillermo Muñoz se mete al público en el bolsillo, componiendo al personaje más simpático, sorprendente y memorable de la función.

 

Guillermo Muñoz en otro de sus estupendos papeles
Guillermo Muñoz en otro de sus estupendos papeles

Lo bueno de haber visto el estreno de la obra, con todo lo que puede tener de improvisación y falta de rodaje, hace que tenga un montón de ganas de volver a verla, dentro de unos meses, cuando ya esté asentada y depurada al máximo; para ver cómo ha evolucionado y cambiado. Y no. No me importa, ni mucho menos, conocer quién es el culpable. Al revés. Me gustó tanto la obra que quiero volver a verla de otra forma, más reposada, disfrutando de cada detalle, réplica y contrarréplica, viendo como encajan todas y cada una de las piezas de este fascinante puzzle que es «La ratonera».

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.         

CINE Y VIAJES EN SALOBREÑA

¿Quién se viene el próximo viernes 15 de enero a las 21 horas, a la Sala de Exposiciones de la Biblioteca Municipal de Salobreña, para hablar de cine, viajes y libros, tomando como punto de partida nuestro querido «Hasta donde el cine nos lleve» (*)? Gracias a Encarni y a Colin (que ha diseñado el cartel, como vemos en su esencial La otra mirada) tendremos la ocasión de pasar una buena velada. 

¡Vénganse!
¡Vénganse!

 

Allá estará un servidor, presentado por el filólogo y, sobre todo, humanista Mariano Navas Bascuñana, dispuesto a contar cómo nació el libro, sus entretelas, alguna anécdota o curiosidad y, sobre todo, a comentar las dudas e inquietudes que se os ofrezcan.

 

A pasar un buen rato, en pocas palabras, que después nos tomaremos un vinito, nos iremos de birras y visitaremos un pub muy especial, allá mismo en Salobreña. Como viene siendo felizmente habitual desde que el libro está en la calle, mi Cuate Pepe y su Pam se apuntan. Una buena opción para dormir en Salobreña y no andar de noche y con coche es el hotel Avda. Tropical, un Tres Estrellas cuyas habitaciones dobles salen a 55 euros. Venga. ¡Anímense! ¡Apúntense! ¡Vénganse!

 

Así que, no hay excusa.

 

El viernes nos vemos.

 

¡Os espero!

 

Jesús Lens, parlanchín.

 

(*) No me creo que no sepas qué es «Hasta donde el cine nos lleve». Pero, por si no lo sabes, pincha AQUÍ, malandrín.

EN LA MUERTE DE ERIC ROHMER

Antes que cineasta fue crítico. Vivía y sentía el cine por los cuatro costados y te lo inyectaba en vena, metiéndotelo a través de los cinco sentidos.

 

Ha muerto Eric Rohmer, el cineasta cuyos Cuentos de las Cuatro Estaciones y sus Cuentos Morales me enseñaron que otro cine, más allá de Hollywood, era posible. «La coleccionista», «La rodilla de Claire», «El rayo verde» o «Mi noche con Maude» demostraban, además, que las relaciones personales tenían tantas, tantísimas posibilidades, y todas ellas tan genuinamente creativas, hermosas, diferentes y complementarias… De repente, aprendimos que pasar una noche, en la cama, con una chica, hablando y nada más que hablando, podía ser intensamente erótico y emocionante. O intentamos escuchar esa «Hora azul» en que se produce un silencio total y absoluto, cuando cesan los sonidos de la noche, antes de que irrumpan los del día.

 

Cuando esa mierda que es la televisión generalista servía para algo distinto que embrutecer a la gente, lo que ahora es La 2 programó un ciclo de cine de Rohmer, a las 10 de la noche.

 

Eran tiempos en que la esperanza seguía viva y parecía que otra televisión era posible.

 

Ahora tenemos que pagar por ella.

 

Descanse en paz, Eric Rohmer, uno de esos directores que tanto me enseñaron de cine. Y, por tanto, de la vida. Un director que me abrió los ojos y que me hizo crecer, como aficionado al cine. Y, por supuesto, también como persona. MÁS INFORMACIÓN sobre su muerte y, especialmente, sobre su obra, pinchando el enlace.

 

Jesús Lens, de luto.   

EL 2010 EN 365 PALABRAS

Tal y como proponíamos AQUÍ, vamos a resumir el año en 365 palabras. Pero no el 2009, que ya quedó atrás. Resumamos el 2010, que tiene que ser mucho más interesante… A caballo entre los propósitos y los sueños, aquí os planteo mis próximos 365 días, intentando poner en práctica lo escribíamos en ESTA columna de IDEAL del pasado viernes, sobre este extraño año XX-X

 

Cuarenta. Éste ha sido el año en que, sin quererlo y sin poderlo evitar, me alcanzaron. Los cuarenta. Pero no ha habido crisis, que con la económica ya teníamos bastante, y el año estuvo más cuajado de Churros Marrones que de Brotes Verdes, me temo.  

 

La palabra del año ha sido «Cambio». Porque un cambio de trabajo implica un cambio de compañeros y supone adaptación, aprendizaje y ajustes. Y despedidas, claro. Y descubrimientos: compañeros que se convierten en amigos -en enemigos, ninguno- pero manteniendo y consolidando las amistades de antaño, por supuesto.

           

El Madrid, campeón. El CeBé, en ACB. La(s) Roja(s), en lo más alto. Y, sin embargo, el baloncesto me rehuye. Demasiada tralla para el cuerpo. Pero seguimos corriendo, culminando carreras y afrontando Verdes y desmesurados retos, con desigual fortuna: del Veleta a Ronda y, como broche de oro, mi segunda maratón, en Málaga. Pero lo mejor está por venir, en febrero: la única e increíble maratón del Sáhara, en los campos de refugiados de Tindouf, intensa semana de conocimiento y convivencia.

 

Porque seguimos viajando. De Perú a Marruecos. O al profundo Sur de los Estados Unidos fronterizos con México. O a la Patagonia. O a Cuba, siempre Cuba, solo que ahora, en democracia. Y al binomio Semana Negra-Agüimes, con un nuevo libro de cine, preparando el paso a la ficción de largo recorrido, que ya se acabaron las excusas.

 

Y, claro, hubo conciertos, teatros, cine y tal y tal. Pero lo importante son las personas con quiénes vimos las pelis, escuchamos la música o disfrutamos de los monólogos. Y las cañas que nos tomamos, antes y después, riendo, comentando y discutiendo al calor de esas largas conversaciones, en torno a una buena mesa, interminables y eternas sobremesas.

 

Y no. No lo soslayo. Porque llegó. Ella. Apareció. Sorpresiva, inesperada y festivamente. De frente. De golpe. Sin porrazo. Y ya nada volvió a ser igual, afortunadamente. De repente, volvimos a pensar en primera persona… del plural.

 

Cambios. Porque la vida fluye y un ciclo se sucede al siguiente. Y confianza. Para afrontarlos y salir triunfante. Autoconfianza y, sobre todo, confianza en los demás. Porque sin confianza, nada de lo que hemos escrito habría sido posible.

 

Jesús Lens, ¿visionario? ¿profeta? ¿iluso?  

EL CINE QUE VIENE II: THE HURT LOCKER

Me preguntaba Abel que qué pasa con esta peli. Y lo que pasa es que «The hurt locker» será un peliculón y que su directora, la siempre más que interesante Kathryn Bigelow, con un currículum brutal de cine de acción a sus espaldas; se lo va a poner difícil a su ex marido, el todopoderoso James Cameron de la genial «Avatar», de cara a la consecución de los Óscar.

 

Atentos al trailer…