¿QUÉ NOS TRAERÁ EL 2010?

Y tras dos viernes desaparecido, por aquello de los calendarios y los días festivos, vuelve nuestra columna a IDEAL… ¿Qué esperáis del enigmático año XX-X? Y, lo que es más importante, ¿qué vamos a hacer para alcanzarlo?

 

Hace unas semanas reflexionábamos sobre la década 00 que acaba de terminar, bastante inane y pobre para con esta Granada cuya constante sangría de habitantes hace que, cada año, se nos aparece como más empequeñecida, poco atractiva y venida a menos.

 

Sara Oblisar y el año 2010
Sara Oblisar y el año 2010

Acabamos de estrenar 2010 y, además de desearnos felicidad y prosperidad, todos andamos preguntándonos por lo que nos depararán los próximos trescientos y pico días que tenemos por delante. En buena lógica, deberían traernos lo que nosotros mismos seamos capaces de arrancarles ya que un año no es sino una conjunción de cifras que resume 365 días con sus noches, un puro eufemismo al que pedirle dinero, trabajo o salud es como hacerle un brindis al sol.

 

Se cuenta que, allá por el siglo XIX, uno de esos viajeros románticos ingleses tan curiosos, de los que se interesaban por todo lo divino y lo humano, comentaba que buena parte de los españoles eran hojalateros. Ante la cara de estupefacción de su interlocutor, el viajero decía que sí, que se pasaban el día rogando al cielo: «ojalá encuentre trabajo, ojalá me toque la lotería, ojalá encuentre una buena mujer».

 

Ojalá ganemos el Mundial
Ojalá ganemos el Mundial

No. El año 2010 no nos sacará de la crisis ni nos traerá un cambio de modelo productivo. El 2010 no vendrá con la economía sostenible debajo del brazo ni cuajado de Brotes Verdes. O nos arremangamos y cogemos la espiocha o el Milenio y proyectos por el estilo nos pillarán en ropa interior, coloquialmente hablando.           

 

Si algo ha demostrado la crisis, si alguna lección debemos sacar de ella, es que los millones no llueven del cielo, por mucho que durante años hayamos creído en el milagro de los IBEX, los ladrillos y los fondos FEDER. A ver si, de una vez, tomamos conciencia de que nuestro destino lo tenemos que fabricar nosotros mismos, día a día, con nuestro trabajo, esfuerzo y compromiso.

 

2010, efectivamente, el año en que hicimos el contacto
2010, efectivamente, el año en que hicimos el contacto

Uno de los libros del 2009 ha sido la biografía que Luis García Montero escribió sobre Ángel González y cuyo título, «Mañana no será lo que Dios quiera», no está elegido precisamente al azar. Mañana no será lo que Dios quiera. ¡Cuánto sentido en tan pocas palabras! Estos días, cada vez que digamos eso de «Feliz año nuevo», seamos conscientes de que la felicidad es para el que la trabaja y lucha por conseguirla. Que la consecución de la felicidad, como la de la riqueza o la prosperidad, supone esforzarse, compartir y comprender. Y hacerlo todos y cada uno de los días del año. Lo que no es ni mucho menos fácil.

 

Por todo ello, más allá de los tan loables como improbables «dejar de fumar» y «apuntarme a un gimnasio», con el cambio de década deberíamos hacer propósitos de año nuevo que realmente tengan significación de cara al logro de metas importantes en nuestra vida. ¡Hagamos que la crisis sirva para algo!

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

UN AÑO EN 365 PALABRAS

Viene siendo tradicional, a final de un año o a principios del siguiente, resumir los 365 días que se van en 365 palabras, longitud adecuada para el formato Post de un Blog.

 

Venía pensando en hacerlo, desde el día 1 de este año XX-X.

 

Pero, al final, sólo pensaba en crisis, en el fin de ciclo y cosas así. No. El 2009 no me parece especialmente memorable. Además, ya se terminó y pensar más en él… ¿para qué?

 

Y entonces me llegaron los (singulares, mestizos y divertidísimos) propósitos de año nuevo que se ha hecho una amiga. Y me he dicho, ¿y si aprovechamos el fin de semana que se nos viene encima, lluvioso y gélido, amenazador, polar y casero, para hacer el resumen de lo que esperamos y queremos que sea NUESTRO año 2010, exactamente en 356 palabras?

 

La clave, como siempre, LIBERTAD TOTAL: propósitos, deseos, sueños, ideas, realidad, ficción… lo que cada uno quiera. ¡Imaginación al poder!

 

Será un ejercicio divertido y, sobre todo, resultará muy interesante volver a hacer el resumen de 2010 allá por diciembre, comparándolo con el que hicimos a primeros de año, viendo cómo nos han tratado estos doce meses que ahora comienzan.

 

¿Os apuntáis y el lunes los blogueamos?

 

 

Jesús Lens, mirando adelante, siempre adelante.

 

 

PD.- Hagámoslo divertido: no usemos frasecitas o propósitos del tipo Respuesta-de-aspirante-a-Miss-Universo: «Ojalá que el año 2010 nos traiga la paz en el mundo, el final del cambio climático y que el Príncipe Carlos, por fin, sea Rey de Inglaterra».

 

Todos esos nobles pensamientos, como al militar el valor; los damos por supuestos, anhelados y deseados. Pero, para este ejercicio, ni nos valen ni los queremos. Lo dicho, ¡imaginación al poder!

LA HABANA. PUERTA DE LAS AMÉRICAS

Este libro, para mí, es muy especial, íntimo y sentido. Por muchas razones. Pero antes de entrar en ellas, dejadme que os lo presente, para que lo conozcáis y le vayáis cogiendo cariño…

 

«Bañada por las aguas del mar Caribe, estilizada a la entrada del Golfo de México con la rara semejanza a una llave antigua o a un delgado caimán, Cuba es una vieja dama que carga orgullosa en los huesos sus más de ocho siglos de existencia desde que a ella llegaron los primeros aborígenes.»

 

Así comienza el escritor Amir Valle su narración de La Habana, posiblemente, el personaje más interesante de su ya larga y fecunda carrera como periodista y novelista. A través de las páginas de «La Habana. Puerta de las Américas», recién publicada por la editorial granadina ALMED, Amir Valle cuenta la historia de la Perla del Caribe con la pasión del habanero convicto y confeso, pero también con el rigor del periodista más objetivo y analítico de una realidad tan dura como contradictoria.

 

Por todo ello, además de referir las leyendas y los mitos fundacionales de una de las ciudades más excitantes del mundo, con la que los españoles mantenemos una especial y muy sentida relación, Amir Valle hace una precisa disección de la auténtica y verdadera historia de la ciudad fundada en 1514 por Pánfilo de Narváez y que cuenta, por tanto, con casi cinco largos siglos de intensa y apasionante vida.

 

Una vida repleta de acontecimientos y momentos decisivos en la historia no sólo de Cuba, sino de toda América. Porque como el propio Amir Valle señala, «…su estratégica posición geográfica posibilitó ser elegida como centro de experimentación de muchas de las industrias, inventos científicos y técnicos más adelantados que surgieron luego de la Revolución Industrial en Inglaterra; fue cuna y casa de la mayoría de los grandes movimientos culturales, sociales y políticos de los siglos XVIII y XIX en este lado del mundo; inauguró el siglo XX a la cabeza del desarrollo de la industria, el comercio y la cultura latinoamericana; y conmovió al planeta Tierra con una Revolución social que todavía hoy para unos es «la última dictadura socialista» y para otros, un «ejemplo único de resistencia ante la hegemonía de los Estados Unidos de Norteamérica».

 

Además, el libro de Amir Valle nos cuenta La Habana desde la óptica de las muchas y muy distintas personas que, atrapadas por su magnetismo, dejaron testimonio escrito de su experiencia cubana. Desde ese mafioso, Meyer Lansky, que acuñó la etiqueta de Puerta de las Américas a un Albert Einstein para quién la capital de Cuba era «la ciudad de los asombros».

 

Para el escritor norteamericano Ernest Hemingway fue «la llave del Golfo de México» y el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer la consideró «la meca de la arquitectura latinoamericana». El cantante norteamericano Elvis Presley la definió como «la capital musical del Nuevo Mundo» y para el gran pintor español Pablo Picasso, La Habana era la «ciudad donde los colores hablan» mientras que, en fin, para el mítico actor Alain Delon, se trataría de «la ciudad más alegre de las Américas».

 

Y de todas esas La Habana nos habla Amir Valle en un libro cargado de datos e información, pero escrito con el temple de las mejores novelas, lo que hace que su lectura resulte tan ilustrativa como apasionante.   

 

 

EL AUTOR

 

Amir Valle Ojeda (Guantánamo, Cuba, 6 de enero de 1967) escritor, crítico literario y periodista, está considerado como una de las voces esenciales de la actual narrativa latinoamericana.

 

En Cuba ha obtenido importantes premios literarios, así como en la República Dominicana, Colombia o Alemania. Sus últimos premios más importantes han sido el Premio Internacional de Novela Mario Vargas Llosa 2006 por Las palabras y los muertos; el Premio Internacional Rodolfo Walsh 2007 a la mejor obra de no ficción publicada en lengua española en el mundo por Jineteras, el Premio Novelpol a la mejor novela negra publicada en España durante el 2007 por Santuario de sombras, y el Premio Internacional de Novela Ciudad de Carmona 2008, en España.

 

Sobre Amir Valle, el escritor paraguayo Augusto Roa Bastos ha dicho que «estamos ante uno de esos narradores natos que no abundan, de mirada incisiva, pericia increíble para su edad, y con un admirable sentido de pertenencia literaria e intelectual a su tierra».

 

Comprando libros en Semana Negra, en Negra y Criminal
Comprando libros en Semana Negra, en Negra y Criminal

Su colega, el prestigioso novelista de Santa Clara Lorenzo Lunar Cardedo, le define así: «El líder de gran parte de una generación. Explorador incansable de la narrativa cubana, generador de opiniones y suplente de una crítica casi inexistente al fenómeno de la más nueva narrativa cubana. Renovador, junto a Leonardo Padura, del policial cubano. Una lectura imprescindible en la narrativa cubana actual.»

 

Actualmente, reside con su familia en la ciudad alemana de Berlín.