Querido amigo Carlos… temo.
Temo que si escribo y publico lo que pensaba escribir y publicar sobre «Cracovia sin ti», a la sazón, novela ganadora del Premio Seseña de Novela Romántica, mis palabras sean malinterpretadas, bien porque la gente piense que lo mucho que me gustan tus novelas puede revelar otro tipo de gustos que vayan más allá de lo puramente literario, bien porque, sencillamente, los peor pensados consideren que tú escribes las críticas elogiosas de tus novelas y yo las firmo y publico. O, en clave Finan-PP, que cobro, en efectivo o en especie, por escribirlas. Y publicarlas.
El caso es que, repasando mis mejores «Mementos Lectori» de estos meses, siempre acaban apareciendo títulos tuyos, cono «Camino de ida» y «Pero sigo siendo el rey» a la cabeza. A qué vamos a engañarnos.
Y, mira qué pasa: cuando las recomiendo, algunos de mis más exigentes y desconfiados lectores me preguntan eso de:
– «¿Pero es novela negra?».
Yo les respondo que las novelas de Carlos Salem son inclasificables. Pero no sé… creo que les queda un atisbo de duda. Aunque en Granada y alrededores, en este Pateando el Mundo, tus seguidores son legión y espero que aprovechen esta Entrada para hacer profesión de fe. Si, en su momento, las Brujas de Salem provocaron un enorme revuelo, vamos a intentar que los Legionarios de Salem conviertan a esta «Cracovia sin ti» en el mejor regalo posible para el Día de la Madre.
Publicada por la editorial Imagine ediciones, «Cracovia sin ti» es una novela 100% Carlos Salem. Y, aunque no me haga feliz reconocerlo, que ya sabéis bien cuál es mi esencia negra y criminal, podemos proclamar que ¡NO! «Cracovia sin ti» NO tiene nada de negro y criminal y sí mucho de amor, desamor, deseo, amistad, nostalgia y muchas otras de esas características que, afortunadamente, nos asemejan a los animales.
«Daniel y Gato mantienen una de esas conversaciones ideales que rara vez se dan: el hombre habla y habla, el gato escucha y sonríe. El humano le pregunta qué debería hacer y el felino sólo lo mira como diciendo: ya sabes lo que vas a hacer, así que hazlo de una vez y déjame dormir».
Y es que el gato Gato es testigo de la no-relación de amor y sí de amistad y deseo contenido entre Daniel y Daniela, las dos caras de una misma moneda, lo que parece hacer imposible que alguna vez lleguen a estar juntas.
Y sí. Aparecen algunos personajes de algunas de las novelas anteriores de Carlos, como os estaréis preguntando los Legionarios de Salem. Que a nuestro escritor de cabecera le gusta tender puentes entre sus obras, entre sus mundos, entre sus géneros. Y por eso, Salem es un género en sí mismo.
Y sí. También. Por supuesto. Hay bares en la novela. Los bares. Los grandes protagonistas de los relatos de Salem. Esos «Relatos de cerveza ficción: Yo lloré con Terminator 2», de los que (aún) no hemos escrito nada. En este caso, el Malone. Un garito con personalidad propia. Y sí. Obviamente. También hay un vejete de armas tomar que tiene que sacar los colores a esos jovenzuelos prepotentes y presuntuosos que se burlan de los Yayos que en esta vida son.
Y no olvidemos el marco en que se desenvuelve la historia: una agencia de marketing & publicidad, una de las religiones del siglo XXI. Otra más. Por tanto, si tuviéramos que definir «Cracovia sin ti» en una frase, diríamos que es «la romántica historia de D & D, con Gato como testigo y el Malone de fondo, en un ambiente muy de «Mad Men».
¿Os la vais a perder?
Venga, Legionarios de Salem. Decid en alta voz, escribid sin rubor, eso de «Yo leo a Carlos y estoy orgulloso». Y vamos a ponérselo difícil al Corte Británico y convirtamos «Cracovia sin ti» en el sorprendente, agradecible e imprescindible Regalo Estrella del Día de la Madre (la que ya lo es y la que está por serlo, aunque ella todavía no lo sepa. Discriminaciones, las justas)
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.