Creo que, en su momento, al menda que le metió una mascá a Boyer le cayeron 10.000 pesetas de multa. De las de entonces. O sea que, adaptándonos al euro, podríamos pensar que una buena hostia, hoy en día, podría costar unos 100 €, más o menos…
Pues bien: este Blog ofrece la nada desdeñable cantidad de cien Euros (100 €) al primero que se encuentre con el culpable de que hayan pasado dos años desde que «Two lovers» se presentó en un Festival hasta que se ha estrenado en España. Y le arrime un hostión. Un hostión de campeonato. Porque se necesita ser energúmenos, insensatos, mamarrachos, cretinos y subnormales para haber tenido esta maravilla de película metida en un cajón tanto tiempo.
La verdad que no sé qué decir para animaros a ir al cine a ver la película. No quiero contar nada del argumento, para no crear ningún tipo de condicionante al hipotético espectador. Pero «Two lovers» es una de esas películas que piden a gritos ser vista, revista, analizada y discutida en la barra de un bar, hasta que el pobre camarero amenace con llamar a los Municipales, bien entrada la madrugada.
Es un melodrama. De libro. Impepinable. Sin máscaras, subterfugios o disimulos. Un melodrama de tomo y lomo, con unos protagonistas y unos secundarios, todos, en estado de gracia.
Es una película corta, que cuenta lo que quiere contar de una forma directa y sin ambages. Sin desvíos, rodeos o meandros. Y, mientras la ves, tienes la sensación de que, lo que pasa en pantalla es infinitamente más real que lo que le pueda pasar a cualquiera de las personas que están fuera del cine. Mientras ves «Two lovers», nada más te importa o te interesa. Imposible abstraerte, ni un segundo, que lo que cuenta James Gray.
¿Quién es James Gray? ¿Nos debería sonar de algo? Aunque sea feo, permitidme que copie el inicio de la reseña que escribí cobre su anterior película: «Hacía tiempo que no veía en una pantalla de cine una película tan redonda, extraordinaria y sensacional como «La noche es nuestra». Es, sencillamente, impresionante, redonda, majestuosa, perfecta; desde que comienza hasta que termina». (Leerla entera AQUÍ)
Uf. ¿Son gratuitos esos adjetivos? Creo que no. Y la valoración que le dimos (10 y olé), creo que tampoco es excesiva. Desde luego, «Two lovers» se la merece. Vamos que si se la merece.
Tengo abierto el Cahiers de Cinema español. Le dedica 13 páginas íntegras a Gray y su cine. Apenas suba estas apresuradas y apasionadas palabras on line, me voy a repantigar en el sofá y me voy a beber el Cahiers. A ver si, entre tanto, alguien que haya visto la peli se anima a comentarla y, sobre todo, a ver si alguien se hace acreedor de los 100 € prometidos.
Por cierto, ¿hay alguna forma legar de acceder a las pelis anteriores de Gray? Porque la cantidad de argumentos que empezamos a sumar para convertirnos en piratas empieza a ser apreciable…
Valoración: ¡pedazo de 10! Matrícula de Honor. Cum Laude.
No pensaréis que me voy a entretener en poner eso de «Lo mejor»: TODO y «Lo peor»: que James Gray sólo haya uno ¿verdad?
Jesús Lens… ¡EN-TU-SIAS-MA-DÓÓÓÓ!