«Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.»
El Principito.
El miércoles, a las 16 horas, España debuta en el Mundial.
¿Que resultado creen ustedes que gustaría a ZP en el España-Suiza?
Porque el miércoles, por la mañana, el Gobierno aprueba la reforma laboral.
Como aficionado al fútbol y enamorado de La Roja, ZP fijo que desea, como mínimo, una Manita, un 5-0 que impresione a los rivales y que mande un inequívoco mensaje a las potencias futbolísticas mundiales. Un 5-0 que cierre la boca de Berlusconi y de Cameron, con sus rácanos y ridículos empates a uno. Un 5-0 que le diga a Ángela Merkell que, por mucho que se empeñe en intoxicar, España va bien.
ZP, sin embargo, necesita un empate. Posiblemente, ese 1-1 al que se han abonado los países de nuestro entorno (Véase ESTA portada). Un empate a uno, además, que llegue in extremis, después de ir perdiendo por 1-0 buena parte del partido.
ZP necesita una cantada de Casillas, pero que sea imputable al Jabulani, el denostado balón del mundial. ZP necesita, después, que un joven valor de la Media Roja desatasque el partido y dé un certero pase de gol a alguno de nuestros delanteros. Y, de ser posible, que uno sea del Real Madrid y otro del Barça.
Y, además, ZP necesita una lesión que amenace a alguno de los baluartes de La Roja con no poder jugar el siguiente y trascendental partido.
ZP necesita que los españoles, mañana, no sólo veamos el fútbol, sino que nos inquietemos, suframos y padezcamos con La Roja. Necesita que todos saquemos el flamante seleccionador que todos llevamos dentro para aplacar las ruinas del posible sindicalista en que alguna vez creímos.
ZP necesita que La Roja zozobre momentáneamente para que nosotros nos sintamos zozobrar con ella, de forma que la auténtica, real y angustiosa zozobra que conlleva la reforma laboral pase de soslayo. Así, para cuando queramos acordar, Del Bosque habrá arreglado los problemas de la Selección y Díaz Ferrán tendrá oportunidad de sanear sus empresas en quiebra a costa de los trabajadores.
Ya llegará, después, la tensión de los Octavos de final, para hacer más llevadera la estancia en la cola del paro.
Pero esa es otra historia…
Jesús Lens, volcado con La Roja.