Es verdad que, políticamente, es más correcto pasarse todo el día hablando de paz, buen rollito y mejores sentimientos. Y tal. Y tal.
Pero también es verdad que, cuando queremos excitar nuestros sentimientos y espolearnos a nosotros mismos, nos sale un tono belicista y homérico que aplasta al buenrollismo sin conmiseración alguna.
De la conquista del espacio a la del Himalaya y, sobre todo, la conquista de especímenes concretos y señalados del sexo opuesto; un reto se enfrenta con actitud belicosa… o no se afronta. Se fracasa en el intento.
¿Las imágenes de qué película eligió el filósofo de Guardiola en el Olímpico de Roma, para tensionar a sus jugadores, antes de la Final de la Champions League? ¿”Sonrisas y lágrimas”, “Mary Popins” o “Gladiator”? ¡Y eso que era Guardiola, alma sensible y refinada como pocas en esto del fútbol!
Así que, sigamos hablando de Batallas. De estrategia. De lucha y entrega. Volvamos a Sun Tzu y “El Arte de la Guerra”. Retomemos ESTE aforismo y sigamos desarrollándolo:
“Existen cinco circunstancias en las que la victoria puede predecirse:
– Vencerá aquel que sabe cuándo puede pelear y cuándo no.
– Vencerá aquel que entiende cómo usar ambas, las tropas grandes y las pequeñas.
– Vencerá aquel, cuyos ejércitos estén unidos en espíritu.
– Vencerá aquel que es prudente y espera el momento indicado para atacar al enemigo desprevenido.
– Aquel cuyos generales sean competentes y su soberano no se les inmiscuya, vencerá.
Jesús “belicoso” Lens.