Hoy recibimos un regalo muy especial de nuestra querida amiga cubana Rebeca Murga: una décima que hizo su padre, recientemente fallecido, en una canturía, con el pie forzado “y se la llevó del mar”.
Nos dice Rebeca: «Es así, él improvisando, como lo recuerdo». Y como es un precioso homenaje, queremos compartirlo a la vez que le mandamos un besazo transoceánico a Rebeca:
Mi ilusión de navegante
quiso pescar una estrella,
pasó la noche tras ella
y se le acercó bastante.
Soltó la pita gigante
de la mirada a pescar
y cuando pudo atrapar
la estrella que más quería,
llegó el anzuelo del día
y se la llevó del mar.