Mes: diciembre 2010
PROYECTOS, LOCURAS, IMÁGENES
Estoy seguro de que varios de vosotros sabréis qué representa la imagen que reproduzco a continuación.
Lo que quizá os cueste un poco más de trabajo adivinar es quién es su autor y qué sentido final tiene.
Lo del sentido (o falta de) lo dejaremos pendiente y ya resolveremos la cuestión más adelante.
Así que, hablemos del artista.
Y el artista es, ni más menos, que el mismo que diseñó mi tarjeta personal, esa con la que voy fardando por ahí.
Martín Favelis, o sea.
De cuando en vez, Martín se desliza por esta pantalla. Unas veces, como el pasado viernes, porque estuvimos escuchándole en su faceta de pianista.
Otras, porque presenta uno de sus libros de viñetas.
O porque le hacemos encargos personales, únicos, intransferibles.
Como las imágenes que jalonan este texto, las “descartadas”, como las llamamos Martín y yo, no teniendo dudas sobre a quién acudir para poner en marcha el nuevo proyecto del que ya hablaremos. Pronto. Muy pronto.
Así que, ya sabéis. Si queréis escuchar buena música, dejaros caer por “El Gato Montés”.
Si queréis reír, aunque la risa deje un poso de amargor, no dejéis de seguir el trabajo gráfico de Martín.
Y si queréis imágenes personalizadas, diferentes y chulísimas, pues hablad con Martín. Lleguéis o no a un acuerdo, la experiencia merecerá la pena. Sí o también.
Jesús Martiniano Lens
EL CORREGIDOR
La palabra del Puente ha sido una, clara, concreta y determinada: corregir.
Así me he pasado la mayoría del tiempo: corrigiendo. Corrigiendo los 468 folios que componen lo que espero que sea mi próximo libro de cine, titulado «Café-Bar Cinema», de momento.
En pleno proceso de corrección vi que el Cotton Club estaba muy deficientemente tratado así que hice un alto en el camino y abandoné el despacho (hasta ese punto de seriedad le he dado a la corrección, encerrándome en el despacho) y me tumbé en el sofá para volver a ver la película de Coppola.
Para saber lo que me parece y el porqué tendréis que esperar a que el libro se publique (crucemos los dedos) pero os anticipo una de las secuencias que más me gustaron de la película y que resume buena parte de su espíritu.
¿No es fantástica?
Lo dicho. Que vayáis ahorrando para comprar el libro, que tanto desvelo tiene que tener recompensa.
😀
Jesús el corregidor Lens