Dedicado, con especial cariño, a mis amigos marroquíes.
Mounia, Malika, Nasha, Said…
Estamos con vosotros.
Una bomba ha matado a dieciocho personas en un café de la plaza Jmaa el Fna de Marrakech.
Un atentado terrorista.
Rabia, impotencia, horror… ganas de llorar.
En la plaza Jma el Fnaa me enamoré de Marruecos. Y del sur. Para mí, la plaza Jmaa el Fna es el sur donde empiezan todos los sures. He estado en ella diez, quince, veinte veces… Viendo a los encantadores de serpientes, a los aguadores, a los Cuentacuentos, entrando y saliendo del zoco…
Y tomando cafés.
Y viendo, por detrás de la Kutubia, una de las puestas de sol más maravillosas del mundo.
La plaza Jmaa el Fna es Patrimonio Oral de la Humanidad. Es uno de los lugares más rebosantes de vida que jamás he conocido. Y allí, el terrorismo salvaje, hoy, ha sembrado la muerte y la destrucción.
Hoy, para quiénes amamos la vida torrencial y a borbotones, estamos de luto.
Jesús Lens