Ya os lo contaré, pero lo de Bolivia ha sido durísimo. Precioso. Pero durísimo. Y he pasado algunos momentos de pesadilla, por cuestiones de salud, desconocimiento, aislamiento y miedo. Ya estoy de vuelta en Argentina, y las cosas van bien. Otra vez. Por tanto, mi resumen de estos días, ahora mismo, se traducen en el nombre de este almacén:
Como botón, una muestra de la garita que constituye la entrada a Bolivia desde Chile. Esto es la frontera. Y la aduana. Y todo: