No sé si mi querido Colin Bertholet habrá escuchado esta conversación, pero es buen momento de pararse un rato frente al ordenador y repantingarnos sobre el sillón de nuestro despacho, en el sofá del salón. De las pocas cosas que me gustan más que hablar está el escuchar a hablar a personas que tienen cosas que decir y que aman las palabras y el arte más antiguo del mundo: el de la conversación.
Jesús palabrotón Lens