¿Y el último día de mayo de 2008, 2009, 2010 y 2011, qué escribimos?
Mes: mayo 2012
Del adversario creativo
Hoy publicamos un artículo en IDEAL de carácter enemistoso…
Hace unos meses mantuve un intercambio de opiniones discordantes con Gregorio Morales, compañero de columna en IDEAL, a través de estas páginas. El pasado viernes coincidimos en persona y tuvimos ocasión de charlar un rato. Seguíamos sin estar de acuerdo, claro, pero siempre da gusto encontrar a una persona dispuesta a sostener una encendida polémica, utilizando para ello la lógica de los argumentos y las razones.
Una buena discusión permite confrontar ideas y nos obliga a replantearnos todo lo que pensamos. Después, podremos seguir manteniéndonos en nuestras posiciones, con nuestra opinión intacta, pero el ejercicio crítico habrá sido positivo, creativo y enriquecedor.
La auténtica medida del protagonista de una película o una novela viene dada por la talla del enemigo al que tiene que enfrentarse y, así, todo superhéroe necesita de un archienemigo que le lleve hasta el límite, conduciéndole lo más lejos posible. Las sagas de Batman, 007 o Indiana Jones; la estirpe de Odiseo y el Quijote han alcanzado sus más altas cimas cuando se las han tenido que ver con adversarios auténticamente duros, del Joker, el Doctor No y los nazis al cíclope o los temibles molinos de viento.
Pero la enemistad también sirve para conseguir réditos económicos y empresariales. Coca Cola, Apple y McDonalds no serían lo que son si, cada mañana, sus directivos y trabajadores no sintieran el aliento de Pepsi, Microsoft y Burger King en el cogote. La rivalidad con sus más encarnizados adversarios hace que las grandes empresas tengan que innovar y mejorar, manteniendo continuamente la tensión necesaria que les permite seguir creciendo.
¿En qué medida no ha contribuido Mourinho, con ese carácter malhumorado y hostil, a agrandar la figura de un Pep Guardiola cuyos saber hacer y saber estar se han visto amplificados y magnificados hasta el infinito por mor de los mohines, los enfurruñamientos y los desprecios del entrenador luso? De hecho, con aquel dedazo en el ojo, Mou presentó en sociedad al desconocido Tito Vilanova y empezó a darle el crédito que ha terminado por sentarle en el banquillo blaugrana.
De todo esto me acordaba, de las rivalidades creativas, de las enemistades constructivas y de las peleas enriquecedoras; cuando leía acerca de una de las polémicas recurrentes de esta Granada nuestra. Ya no me acuerdo si era la del AVE, la de la autovía, la del metro o la del concejal de la cosa. ¡Qué tristeza provocan las polémicas de nuestra tierra! ¡Qué hastío, qué abulia, qué pereza! ¡Qué frustración!
Llevamos años y años escuchando a los mismos protagonistas acusarse mutuamente de las mismas carencias y de las mismas miserias, una legislatura tras otra. Y aún tienen el valor de seguir tirándose los trastos a cabeza en público, los unos a los otros. Con héroes como éstos, ¿quién necesita archienemigos?
Jesús Lens
Ser Cuates
Amando de Miguel sobre el periodista José Luis Gutiérrez:
“Él y yo nos llamábamos cariñosamente cuates, que es un mexicanismo, literalmente hermanos gemelos, pero en el lenguaje coloquial, compinches. No es que nuestras actividades fueran irregulares, pero sí a veces contra la corriente establecida.»
Jesús Cuate Lens
Café-Bar Cinema en la Feria del libro de Jaén
El poemario de Alicia Choín
Hoy blogueamos un poema. Y no es un poema cualquiera. Es uno de los últimos poemas de Alicia Choín Malagón, la poetisa anteriormente conocida como Clarito y que, estas semanas está de enhorabuena ya que su poemario «Versos desabrochados» ha visto la luz, en la Editorial Dauro.
Y lo presenta.
En riguroso directo, el viernes 1, a las 18.30 horas, en la Casa de los Tiros.
¡Enhorabuena, Alicia! ¡Qué ganas teníamos de ver tu maravillosa poesía editada como debe ser, negro sobre blanco!
Un besazo.
El día que «tú» será otro
Pasará el tiempo.
Un día vendrás y te buscarás en mis versos.
Y cuando me preguntes: esto lo has escrito para mí, ¿verdad?
Te contestaré quizás triste, quizás contenta,
como haces tú,
que no, que no lo he escrito para ti.
Primero no te lo creerás y escuadriñarás cada letra
en busca de un recuerdo, de una historia reconocida.
Pero nada hablará de ti.
Eso sí; será auténtica poesía
– como ocurre ahora con tu nueva musa –
de esa belleza exultante que te escuece,
que duele tanto
porque no eres parte de ella.
Y no sabrás qué dolor es peor,
si imaginar mis dedos en su piel
o saber que ahora él
es el dueño de mi verbo.
Y querrás zarandear todo el poema, escupirle a la cara,
apartar a patadas los puntos, todas las palabras,
y acorralar contra tu espada y el papel
a ese “tú» que ya no eres “tú”,
arrancarle la tinta a tiras,
preguntarle en qué lugar se enamoró de mí,
y odiarás su acento y la forma en que se mueve libremente
por cada estrofa
como si estuviera en su casa, en tu casa;
mientras te mira burlón, desde arriba, henchido de gozo,
arropado por esos adjetivos de placer
que tampoco serán para ti.
Sentirás a las hordas de una legión de gusanos,
que una vez fueron mariposas,
devorar tus entrañas,
darles la vuelta y dejarlas tiradas
en una carretera desierta,
mientras se secan bajo
un sol de injusticia.
Y te acordarás de que alguien escribió
que el pasado es un lugar,
y querrás volver a él,
pero la vida circula en una dirección;
sin billete de ida y vuelta.
Bien sé lo que me digo.