Yo confieso que, en realidad, para lo que me hice con un iPad no fue ni para estar conectado, ni para jugar al Apalabrados ni para ver películas en la cama.
Yo, para lo que compré un iPad, fue para tener siempre y en todo lugar, acceso a una cervecita bien fría:
Jesús iPadecido Lens
PD.- ¿Y los 24 de julio de 2008, 2009, 2010 y 2011, en qué estábamos?