Danbe arrasa

Si os acordáis, hace unos días escribíamos estas entusiastas notas sobre «Danbé», uno de esos libros tan cortos como contundentes, un derechazo al mentón. Un libro de memorias muy especial, escrito por una campeona de boxeo francesa de origen maliense, nacida y criada en los arrabales de París. ¡La versión europea de «Millon Dolar Baby»!

Estos días hemos podido leer estupendas reseñas del libro, tanto en IDEAL como en Granada Hoy. A continuación las podéis disfrutar. ¡Potentes! (Antes de tiraros a la librería, como dementes, dadme un toque si os interesa el libro)

Seguimos, Gente.

Ahora, a ver qué blogueamos los 15 de noviembre de 2008, 2009, 2010 y 2011

Co-laborando

Hoy, en IDEAL, escribimos sobre un lugar que demuestra que la modernidad puede llegar a Granada, antes que a otros sitios… ¡Entrad y comprobadlo!

Laborar, según la RAE, es esforzarse, emplearse en algo. Por su parte, colaborar es trabajar con otra u otras personas para lograr algún fin y, también, trabajar en una empresa sin pertenecer a su plantilla.

Me gustan las palabras que comienzan por co, más allá de las dos que el lector, a buen seguro, tiene ahora mismo en mente. Coordinación, compromiso, cooperación, conocimiento, compartimiento. Y colaboración, por supuesto.

Hace unos días, Colin Bertholet me citó para ver cómo había quedado la espectacular exposición de sus Garabatos Digitales (mirad AQUÍ. Pronto, sorpresas) en un lugar del que solo sabía a través del Facebook: Cocorocó. ¡Vaya nombre! Eso es lo primero que piensa quién lo escucha. Pero, de inmediato, surge la pregunta. ¿Qué es Cocorocó? Rafa y Marcelo, cuando hacen la presentación de su idea, comienzan con un vídeo repleto de humor en que varias personas tratan de explicar a la cámara el concepto, pero son interrumpidas con las excusas más peregrinas y terminan… muertas de risa.

Después sí. Después lo explican. Cocorocó es un centro de trabajo compartido, en el corazón de Granada. Coworking, se llama el concepto. En original y en inglés. Y la idea es tan sencilla como revolucionaria. ¿Para qué pagar lo mucho que cuesta una oficina, un bajo comercial, una línea ADSL, el mobiliario, la luz, el agua, los servicios y todo lo que conlleva poner en marcha un negocio?

En realidad, a nada que lo pensemos, en nuestro trabajo nos basta y nos sobra con una mesa, una silla, un ordenador, un móvil y una conexión a Internet. Y punto. La época de las puertas cerradas, los despachos blindados o los paneles separadores está más acabada que la capacidad de decisión del gobierno español: ya hace tiempo que las empresas modernas presumen de espacios abiertos, precisamente, para favorecer entornos colaborativos.

Y eso es justo lo que propone el Coworking, un concepto que va más allá de los centros de negocio al uso ya que, además de compartir gastos y abaratar costes, se favorece la interacción entre los coworkers. A través de la cercanía y mediante la organización de eventos, la dinamización de grupos y, en general, cuidando y mimando la gestión de un buen ambiente de trabajo que favorezca la creatividad. Y el networking. Los contactos, o sea.

En Cocorocó encontramos techos altísimos y una decoración muy al estilo neoyorkino, como los grandes lofts del mítico Soho. Y, además del enorme, luminoso y cómodo espacio de trabajo, el local tiene un altillo que, a modo de office, sirve para relajarse y tomar un respiro (y un café) antes de seguir currando. Y una sala más tranquila para cuando se necesita intimidad y recogimiento. Y, y, y… porque la clave de este nuevo sistema de trabajo, llamado a imponerse en todo el mundo, es sumar para crecer; colaborar para evolucionar. Pero vayan. Vayan a verlo y a curiosear. Porque hay veces en que el futuro, llega a Granada. ¡Y antes que a otros sitios!

Jesús Lens