Here comes the sun

De este tema, aún no hemos hablado. Pero no tardaremos en hacerlo. ¿Es posible que haya una canción que, de una forma tan sencilla, consiga transmitir tanto? Quizá. Pero ahora mismo no caigo.

 

No es que haya que ser muy versado para entender la letra, pero en cualquier caso, ahí va:

 

Here comes the sun

Here comes the sun

And I say

Its alright

 

Little darling

Its been a long cold lonely winter

Little darling

It seems like years since its been here

 

Here comes the sun

Here comes the sun

And I say

Its alright

 

Little darling

The smiles returning to the faces

Little darling

It seems like years since its been here

 

Here comes the sun

Here comes the sun

And I say

Its alright

 

Sun, sun, sun, here it comes …

 

Little darling

I see the ice is slowly melting

Little darling

It seems like years since its been clear

 

Here comes the sun

Here comes the sun

Its alright

 

Here comes the sun

Here comes the sun

Its alright

Its alright

 

¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!

 

En Twitter somos @Jesus_Lens

 

Y los 17 de abril blogueamos esto: 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012

Cafés pendientes

Hoy publico este artículo en IDEAL. A ver qué te parece la idea. ¿Compartes?

No sé si en Granada se habrá apuntado ya alguno pero, ¡por favor!, si saben de ello, díganmelo para ir y practicar esta maravillosa iniciativa: el Café Pendiente.

Cafes pendientes logo

La cosa funciona más o menos así: entras con un amigo en uno de los bares, cafés o cafeterías adheridos a esta fórmula revolucionaria y pides cinco cafés. Dos son para vosotros, lógicamente. Los otros tres, son Cafés Pendientes, que irán incluidos en la cuenta que te traiga el camarero, antes de irte. Y que abonarás religiosamente, dejando propina, por supuesto.

Posteriormente, a ese mismo local entrará una persona de la calle. Una de esas personas que lo están pasando mal, que están sufriendo los embates de la crisis y cuya vida amenaza con irse por el sumidero de un sistema sin capacidad para dar respuesta a una sociedad cada vez más incrédula, descreída, decepcionada y abandonada.

Esa persona preguntará si hay algún Café Pendiente y, en caso afirmativo, se sentará en un taburete, una banqueta o una silla y disfrutará de una bebida que le reconforte y le caliente tanto el cuerpo como el espíritu, aunque sea por unos minutos.

¿Habrá una manera más sencilla, económica, discreta y eficaz de ayudar a una persona?

cafes pendientes

Lo sé. Dos o tres euros apenas son una gota de agua en la inmensidad del océano y un café no es la solución a ningún problema. ¡Ay, LA solución! Cada vez detesto más ese LA, tan cargado de soberbia y superioridad. De desprecio y de abulia. Quizá sea porque vivimos en un país en que tanta gente apuntamos LA solución para todos los problemas del mundo mundial…excepto para los que nos atañen más o menos directamente y en cuya resolución podríamos y deberíamos participar.

Esta iniciativa del Café Pendiente surgió en Nápoles, según podemos leer en la página http://cafespendientes.es/ y, desde allí, se fue extendiendo a otras ciudades de Italia. Y ahora, llega a España.

No. Efectivamente, un café no es la solución para ningún problema ni le va a salvar la vida a nadie. No va a cambiar nada realmente importante o sustancial ni terminará con la crisis o paliará las grandes injusticias que nos asolan. Es cierto; un café no es nada más que eso: un café. Pero, ¿cuántas veces, al irte a dormir y hacer repaso de la jornada, no acabas concluyendo que el mejor momento del día fue, precisamente, el compartido en torno a una buena taza de café?

Con tu pareja, al despertar. Con un vecino, antes de ir al trabajo. Con los compañeros, a la hora del desayuno o, solo, leyendo el periódico. ¿Y esos cafés de sobremesa, largos, soñadores, creativos, jocosos y distendidos?

Cafés Pendientes

No. Un café no salvará nada ni a nadie, pero no despreciemos la importancia que tiene la posibilidad de reconfortar, aunque sea durante un instante, el cuerpo y el espíritu de quién más lo necesita. ¿Se apunta alguien? Razón: aquí.

En Twitter: @Jesus_Lens