En defensa de los espacios públicos

De ayer, el artículo en IDEAL, sobre el viaje a Irán, pero hablando de aquí, también.

 

Cuando llegamos a Irán, el país acababa de celebrar su Año Nuevo y la capital, Teherán, habitualmente atestada de coches y gente por todos lados, estaba sorprendentemente tranquila, relajada y vacía. Comercios, tiendas y oficinas se encontraban cerrados y buena parte de sus muchos millones de habitantes habían aprovechado para viajar a otros puntos del país, a ver a sus familias y, también, a hacer algo de turismo interior, como tendríamos ocasión de comprobar en las siguientes escalas de nuestro viaje.

Mauseleo Poeta

Nos resultó curioso que el Año Nuevo comenzara con la llegada de la primavera, aunque, bien pensado, tiene todo el sentido: tras los rigores del gélido invierno, la vida vuelve a bullir con la llegada de los primeros calores, no en vano, Mitra, el Dios del Sol, es de origen persa.

Plaza de Esfahan día

Ver Teherán semivacía fue extraño. A mí me gusta visitar y conocer los lugares tal y como son, cotidianamente. Por eso nunca recomiendo a los amigos que vengan a Granada en agosto, por ejemplo. Sin embargo, en cuanto llegamos a ciudades como Kashan, Shiraz, Mashad y, sobre todo, Isfahan; la cosa cambió.

Lo primero que nos llamó la atención fue la cantidad de pequeñas tiendas de campaña que había instaladas en todos los parques, jardines y riberas de los ríos. Y, sobre todo, la limpieza que presidía cada uno de dichos espacios, teniendo en cuenta que había cientos de familias ocupándolos.

Y es que Irán, sometido a una ley islámica muy poco permisiva con todo lo que tiene que ver con la diversión, tal y como nosotros la concebimos; mima, cuida, protege sus espacios públicos de una forma muy especial y sentida. La radical prohibición del consumo de alcohol y la inexistencia de cualquier local parecido a un pub, bar o discoteca hacen que la vida social iraní se desarrolle, esencialmente, en la calle, excepción hecha de la existencia de algunos cafetines en los que tomar té o fumar shisha y de pequeños y poco acogedores restaurantes de kebab y brochetas de pollo.

Mezquita

Por ello, no es de extrañar que todas las ciudades iraníes que visitamos tuvieran grandes espacios públicos, plazas, parques y jardines, además de limpios y muy bien cuidados; decorados con diferentes motivos e iconografías. Por ejemplo, en Mashad había innumerables esculturas, de las más naif y sencillas a algunas realmente sorprendentes, como ese rodillo de pintura que dejaba a su paso una estela multicolor… confeccionada con flores de diferentes tipos y colores. Y pájaros. Muchos pájaros.

Parque público

Las paredes de innumerables casas aparecían decoradas con inmensos murales pintados sobre el cemento y con grafitis de una calidad extraordinaria. Había retratos de los líderes supremos del país, del histórico Jomeini al actual Jamenei. Y memoriales a soldados caídos en la guerra Irán-Irak. Pero también había paisajes y representaciones pictóricas de mil y un objetos diferentes.

Y otro detalle: junto a, o dentro de cada monumento histórico, de cada mausoleo, mezquita, museo o lugar de interés cultural; un espacio verde. Grande. Hermoso. Cómodo. Habitable. Disfrutable. Una fuente que permitía deleitarse con el rumor del agua. Un estanque. Jardines. Plantas. Flores. Y árboles. Muchos árboles. Y bancos, muros y poyetes en los que sentarse, descansar, etcétera.

Parque público Mashhad

Los iraníes, además, son unos grandes aficionados a los picnics, desplegando sus manteles sobre la hierba y disfrutando del té, los sándwiches y las ensaladas. Niños jugando por todos lados y, por la noche, pandillas de amigos que se juntaban para fumar shisha, tapados con mantas, disfrutando de la maravillosa luna llena del Año Nuevo persa, bajo un cielo especialmente estrellado.

Plaza de Esfahan

Para nosotros, que venimos de una sociedad que ha privatizado prácticamente cualquier parcela y actividad cotidiana de nuestra vida, por sencilla que sea, resultó curioso y hasta extraño, de repente, descubrir un universo repleto de espacios abiertos, verdes y públicos; tan bien usados, aprovechados y disfrutados por miles de ciudadanos, a cualquier hora del día o de la noche.

Twitter: @Jesus_Lens

Presentamos «Cineasta Blanco, Corazón Negro»

Ayer hablábamos del libro. De lo que supone pasar un año y medio trabajando en él. Y os invitaba a comprarlo. Ahora, también os invito a que nos acompañéis en la presentación, el jueves, en el marco de la Feria del Libro. ¡Qué ganas! Con nuestro querido Andrés Sopeña.

Invitación Presentación Feria Libro Granada

Y si hoy estás por la Feria, entre Puerta Real y la Carrera de la Virgen, por allá nos vemos. ¿eh?

 

En Twitter: @Jesus_Lens

El coste de un año y medio de trabajo

El otro día decía me decía un amigo, diseñador gráfico, que al principio le pedían el favor de que hiciera carteles para algunos eventos. Ahora ya, se da por hecho. Y, por supuesto, de cobrar, rien de rien.

Y me decía una amiga, que le llevaba las Redes Sociales a un garito, que el dueño se mosqueó con ella porque no fue un fin de semana a una Feria del gremio, a repartir folletos del local. Y, por supuesto, de cobrar, rien de rien.

 Gratis Total

Con las fotos, los artículos, los cuentos, los dibujos… con todo pasa igual. La cultura del (puto) gratis total. Con perdón.

A mí, lo que más jode (con perdón, otra vez) del tema, es el desprecio que el gratis total demuestra, no ya por el arte y la creatividad, que también; sino por el tiempo de los demás.

¿Has oído hablar de los Ladrones de Tiempo?

Pues los odio. Los detesto. Cada día tiene, solo, 24 horas. Nada más. Y cada semana, 7 días. El tiempo, para mí, es lo más preciado que existe.

 Ladrones de tiempo

Y, por ejemplo, he invertido aproximadamente un año y medio en algo tan peregrino como… ¡escribir un libro! Año y medio. ¡Se dice pronto! Horas y horas de trabajo, esfuerzo y dedicación.

Evidentemente, ha sido una decisión personal, mía, propia y absolutamente libre y subjetiva.

Además, durante el proceso de escritura y revisión de “Cineasta Blanco, Corazón Negro” he contado con la complicidad y la ayuda de varias personas. En el libro están reseñadas y (casi) todos tienen ya su ejemplar, firmado y dedicado.

 Cineasta Blanco Corazón Negro portada baja

Después, he tenido la suerte de que mi editorial, ALMED, haya vuelto en confiar en mí para publicar el libro. ¡Y eso que es un tochaco! Y ha hecho un esfuerzo para que sea más barato que “Café-Bar Cinema”, aunque sea más grueso y haya sido más compleja su edición. (PVP, 19 euros)

Ahora, está a la venta. Del verbo VENDER. El libro. ¡Y ahí es donde entras tú!

Porque, por supuesto, será un placer y un orgullo que te apetezca comprarlo. Del verbo COMPRAR.

Y, después, espero… ¡que te apetezca leerlo!

En orden, de principio a fin; o por partes. Que cada película viene bien referenciada, al final, con los números de página en que aparece en el libro.

O sea, que puedes leer lo que haya escrito de “La reina de África” o “Hatari!” y, más adelante, volver sobre Tarzán, la mona Chita o “La pesadilla de Darwin”.

 Hatari

El libro ya debe estar en las librerías. Pero, si lo quieres firmado y dedicado, para ti o para regalar; nada más que me lo digas y lo hablamos, ¿de acuerdo? Que entre amigos es fácil entenderse. El lunes, por ejemplo, estaré en la caseta de ALMED, por la tarde, en la Carrera de la Virgen. Dame un toque. ¡Además de estar en la presentación del jueves, obviamente, en que estará con nosotros ni más ni menos que… ¡Andrés Sopeña!

¡Gracias por tu apoyo, compromiso y confianza!

Con cariño, Jesús.

En Twitter: @Jesus_Lens

Y los 21 de abril de 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012… también blogueamos.

¿Imposible? ¡Anda ya!

¡A mí no me digas que no se puede! ¿Te acuerdas de la memorable frase de El Langui, en «El truco del manco»? Hoy me ha venido a la memoria al repasar algunos vídeos de superación personal. Y el célebre Impossible is Nothing.

Me gusta este vídeo, pausado y sereno.

¿Y esta ucronía, con GOAT (Muhammed Ali), seguido de Gebregelasie, Zidane, Beckham, Greene, Thorpe, su hija Laila Ali o McGrady; entrenando juntos?

¿Y ésta, de la corredora zombie, o sonámbula? O, quizá, sea una soñadora irredenta; pero de las que, cuando llega la hora, se calza las zapatillas y echa a correr. Porque, de verdad, correr no es de cobardes. Lo fácil, en ciertas ocasiones, es quedarse quieto:

Una de baloncesto, tiene que entrar, ¿no?

Y terminamos con este. Porque no hay carga lo suficientemente pesada, cuando se tiene un objetivo claro y la determinación necesaria para conseguirlo:

Porque yo no creo en imposibles… ¡feliz sábado!

En Twitter @Jesus_Lens

Y los 20 de abril de 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012 blogueamos eso….

Here comes the sun

De este tema, aún no hemos hablado. Pero no tardaremos en hacerlo. ¿Es posible que haya una canción que, de una forma tan sencilla, consiga transmitir tanto? Quizá. Pero ahora mismo no caigo.

 

No es que haya que ser muy versado para entender la letra, pero en cualquier caso, ahí va:

 

Here comes the sun

Here comes the sun

And I say

Its alright

 

Little darling

Its been a long cold lonely winter

Little darling

It seems like years since its been here

 

Here comes the sun

Here comes the sun

And I say

Its alright

 

Little darling

The smiles returning to the faces

Little darling

It seems like years since its been here

 

Here comes the sun

Here comes the sun

And I say

Its alright

 

Sun, sun, sun, here it comes …

 

Little darling

I see the ice is slowly melting

Little darling

It seems like years since its been clear

 

Here comes the sun

Here comes the sun

Its alright

 

Here comes the sun

Here comes the sun

Its alright

Its alright

 

¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!

 

En Twitter somos @Jesus_Lens

 

Y los 17 de abril blogueamos esto: 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012