Lens en Lonely Planet

Ya sabes que las guías Lonely Planet están consideradas como la Biblia de los Viajeros. Y también sabes (o deberías saber), que Lonely Planet edita una revista de viajes, todos los meses. Una revista de viajes que, tras el cierre de Altaïr, nos da un respiro a los viajeros que también amamos hacer recorridos sobre el papel, soñar con periplos imposibles y disfrutar con los recuerdos de otros ya terminados.

Lonely Planet

Pero, y de ahí el título de esta entrada, ¿quién asoma su cabecita por las páginas del Lonely Planet de este mes?

¡Cu-cú!

Lonely Planet

Orgullo y satisfacción, claro que sí, viéndome ahí.

¡Gracias!

Jesús Lens, viajando de nuevo.

En Twitter también nos movemos: @Jesus_Lens

Nueva Comunicación

Me tengo por un achantado tecnológico que voy a rebufo de la modernidad. Y a las pruebas me remito: aún manejo una Blackberry y hago fotos y grabo vídeos con el iPad, sintiéndome un dinosaurio, torpe y aparatoso… Pero hago lo que puedo y trato de reciclarme.

 TAT Granada

Por ejemplo, soy uno de esos que han tardado en entender que LinkedIn no es (solo) una Red Social para buscar trabajo a través de Internet, sino también y sobre todo, un foro de encuentro para profesionales que quieren saber qué pasa en sus ámbitos laborales, que proponen y organizan debates y discusiones constructivas sobre temas de su actualidad profesional y, por supuesto, que comparten información.

Compartir.

Compartir es la clave que cualquier Red Social. De hecho, es lo único que le da sentido.

Por eso me sorprendió, hace unos días, que un amigo me preguntara por el Twitter. Que qué era y para qué servía. Mi amigo había visto que la compañía iba a salir a Bolsa, en Estados Unidos, y que su valoración rondaba los 10.000 millones de dólares. ¡Una pasta, tú! Y le hizo pensar que, lo mismo, el Twitter servía para algo más que para cotillear.

 twitter

Vuelvo a insistir: la clave de Twitter es COMPARTIR. Información. Contenidos interesantes. Cosas curiosas. Opiniones relevantes. Hay quién lo utiliza para insultar y armar follón. Igual que un pirómano utiliza el fuego para destruir, y no para calentar, iluminar o cocinar. Com-par-tir. Esa es la clave. Cuánto mejores contenidos compartas, cuánto más interesantes sean, más seguidores tendrás.

Si usas Twitter nada más que para mostrar lo guapo que eres tú, lo guay y lo molón que eres y lo chulo e interesante que es tu negocio o empresa; la gente pasará de ti. Y punto. Es así de sencillo: si tu Timeline de Twitter no ofrece contenidos interesantes, variados y útiles; es una pérdida de tiempo. Y te convertirás en parte del paisaje.

Pero, sin embargo, si no estás en Twitter, si no lo usas; estás fuera de la Comunicación. Estás obsoleto. Anquilosado. Muerto.

Antes, para conocer la opinión sobre algún tema, había que esperar a leer los periódicos. O, al menos, a escuchar las tertulias. Las de la radio, las de la tele y, fundamentales, las de la barra del bar. Ahora, todo está en Twitter… si sabes cómo usar las Listas y manejar los Hashtags; obviamente.

 twitter cerebro

Y luego está, sencillamente, el acceso a la información. Evidentemente, la famosa frase de Felipe González de “me enteré por la prensa”, hoy, carece de sentido. Enterarse de algo por la prensa, hoy, es estar fuera de juego. Por no servir, ya no sirven ni las alertas de Google, que podían parecer lo más de lo más. Hoy, lo que pasa, pasa en Twitter. Y en Facebook. Y, o estás y participas, o no te enteras.

Que no digo yo que tenga que gustarte. Pero que es así. Es un hecho. Objetivo. Todo lo que pasa en el mundo, el primer sitio en que aparece reflejado en el Twitter.

Ojo, eso no quiere decir ni que todo lo que pone Twitter sea verdad (de hecho, una de las “gracias” de dicha Red Social es “matar” a personas famosas, de forma que las falsas muertes de Will Smith o Justin Bieber se convierten rápidamente en Trendic Topic) ni que sea posible estar informado gracias a flashes de 140 caracteres.

 twitter pájaro

Por eso, una de mis máximas, en defensa de un periodismo serio, riguroso y profesional; es que no es lo mismo saber lo que pasa que estar informado.

Para estar informado tienes que ver, leer, escuchar, preguntar, contrastar, reflexionar, debatir, discutir y escribir.

Pero, para saber lo que pasa, tienes que estar en Twitter, Facebook o LinkedIn. Que no es suficiente. Pero sí es necesario.

Al menos, en el mundo de la Comunicación 20.13.

¿O por qué crees que todas las webs de todos los medios de comunicación han puesto los logos de las redes Sociales, en cada noticia? No. No es porque quedan bonitos ni sean molones…

Antes, compartir una noticia era sencillo: copiabas el link, te ibas a www.tinyurl.com , la comprimías, lo ponías en el Twitter o en el Facebook, copiabas y pegabas el titular y enviabas. Que así escrito parece complicado, pero que tardabas apenas 20 segundos.

Ahora, compartir una noticia no es que sea sencillo. Es que es algo automático: te acercas al Icono con el ratón, haces Click y… ¡voilá! Ya está compartido. On line. En la Red.

 twitter ciudad

De ti depende, eso sí, que lo que compartas sea interesante, atractivo, curioso, divertido, variado… Pero de todo eso ya hemos hablado, ¿verdad?

Pues venga. Que las Redes están ahí. Esperando a que las eches, con arte y gracejo, a ver lo que pescas. Que hay auténticos tesoros en el océano internauta, esperando a ser descubiertos.

Y compartidos.

Jesús Lens

En Twitter: @Jesus_Lens

Un compromiso (contradictorio)

Verán ustedes: estoy haciendo unas Medias Maratones horrorosas. Como nunca las he hecho de mal en mi vida. Lo que me hace pensar:

A.- Que me hago viejo. (Es un hecho, pero no es una justificación)

B.- Que no estoy entrenando bien. (Es otro hecho, pero no quiero que sea una justificación)

Además, soy un gran lector de Murakami. Del que solo he leído dos libros. Y no leo más porque, los dos que he leído me han gustado tanto, que miedo me da seguir con sus novelas. Uno de ellos, el célebre «De qué hablo cuando hablo de correr», claro, que reseñé aquí.

Maratón

Y todo ello me lleva a concluir que, dado que Murakami vuelve a ser el favorito para ganar el Premio Nobel de Literatura; en caso de que lo gane:

A.- Me leo otra de sus novelas.

B.- Me empiezo a preparar para volver a correr una Maratón, algo que juré que jamás volvería a hacer, tras acabar la Maratón de Sevilla.

Foto: Ramón L. Pérez
Foto: Ramón L. Pérez

¿Es, o no es un compromiso de altura?

Jesús Lens, haciendo un trato.

En Twitter: @Jesus_Lens

¡Es el cine, imbécil!

Disculpen la grosería, pero estoy hasta los mismísimos de esa gente para la que el único cine bueno es el cine en el que no pasa nada. Que no cuenta nada. Que es sinónimo de la nada.

Para estos individuos, la calidad de una película es inversamente proporcional a lo que pase en pantalla.

 Cine aburrido

Leo ahora mismo una reseña de “Gravity” en la que se critica la película porque en ella, a partir de un momento dado, empiezan a pasar cosas.

Y, mira, ya me he hartado.

De verdad.

Si la gente del cine, los Ford, Hawks, Welles o Huston le hubieran hecho caso a este tipo de gente, el propio cine se habría inmolado a sí mismo, por no poder soportarse.

El cine mismo se habría quemado a lo bonzo.

Se habría hecho el harakiri.

Se habría puesto en huelga de hambre y se habría muerto de inanición.

¡Qué peli más guapa, aehhh, Compae!
¡Qué peli más guapa, aehhh, Compae!

Miren ustedes, yo voy al cine, igual que leo un libro, para que me cuenten una historia. Lo siento. Soy así de básico. Así de primitivo. Así de ignorante. Lo único que pido es que me la cuenten bien.

¡Delito de lesa majestad!

Estoy, repito, hasta los mismísimos… ¡hasta los mismísimos huevos!… de tanto pseudointelectual para el que el cine, si no aburre, no es bueno.

El cine, vacío. ¡Qué orgasmo!
El cine, vacío. ¡Qué orgasmo!

Señores (masculino del plural, que la hombría en la sesuda crítica de cine española es brutalmente acaparadora) ¡váyanse ustedes al peo, al guano y a cualquier otro lugar en que puedan refocilarse con su vacua y vacía verborrea!

Y déjennos en paz.

Gracias y un saludo.

Jesús Lens

En Twitter también me pueden insultar: @Jesus_Lens

Nos PISA la esquizofrenia

Atentos a esta demoledora imagen.

PISA Adultos

Y me invade la esquizofrenia. Por un lado, tenemos este lugar común: la Crisis está obligando a emigrar a la generación mejor formada de la historia de España. Por otro, los docentes y los padres no dejan de rasgarse las vestiduras porque los estudiantes, cada año, tienen un nivel formativo más bajo, rayando en el analfabetismo.

Que no lo digo yo. Que lo dicen los profesores de los colegios, de los institutos y de la universidad. ¡Qué levante la mano el que no haya oído esa cantinela, un puñado de veces!

Entonces llega el Informe PISA de adultos para acreditar que tampoco era todo lo que relucía entre las brillantes generaciones anteriores, las Pre-ESO, las de la EGB y el BUP.

¿Quizá la única conclusión que nos queda sacar es que, en España, la formación, los estudios y el nivel educativo son, han sido y, lo que es peor, seguirán siendo mediocres, tirando a malos?

PISa no pensar

Entonces leo que el programa de entretenimiento «Uno de los nuestros», de la televisión PÚBLICA española ha relegado a «Informe Semanal» a la madrugada y que, por tanto, sus niveles de audiencia han bajado un 44%.

Y lo empiezo a comprender.

Millón de moscas

Jesús Lens

En Twitter: @Jesus_Lens