La Moraga, experiencia total

Ir a La Moraga de Málaga es una experiencia sensorial total.

Pero empecemos por el principio.

¿Os acordáis de los artículos que hemos ido escribiendo sobre el Fusión de Salobreña, en los últimos meses?

Pues ahora, el Fusión es La Moraga Jazz Club y se ha trasladado a Málaga. No voy a disimular ni negaré que el cierre del Fusión fue un palo para mí, algo doloroso y desolador. Porque Salobreña, sin Paco y Concha, no es la misma. Y las noches de esos sábados en las que nos refugiábamos en el Templo del Jazz de la Costa Granadina, dándonos igual si el mundo se terminaba, afuera; son imborrables.

 La Moraga Jazz Club

Pero no irrepetibles.

Porque nada más traspasar las puertas de La Moraga Jazz Club y ver a Paco y a Concha tras la larga barra… ¡nos sentimos como en casa! En la casa del jazz. El vello erizado te dice que sí. Que lo han conseguido. Que el espíritu del Fusión sigue vivito y coleando en un local más grande y mejor acondicionado, con un gran escenario y una acústica excepcional.

 La Moraga Paco Carmona

Vestida de fuertes rojo y negro, La Moraga no tardará en convertirse en el Club de Jazz de referencia en Andalucía, tanto por la personalidad de Paco y de Concha como por la del tercer artífice de la puesta en marcha de esta iniciativa, Sergio, el inventor del Soho malagueño, un curtido activista cultural con amplia experiencia y noble prestancia.

Y por la propia ciudad que lo alberga, Málaga, la auténtica y verdadera capital cultural de la Andalucía del siglo XXI, le duela a quién le duela.

Pero esa es otra historia.

Por el escenario de La Moraga ya está empezando a pasar lo más granado de la escena jazzística andaluza del momento. Músicos como Ernesto Aurignac, Eneko Alberdi, Lito o Guillermo Morente ya han tocado allí. Y eso que la singladura no ha hecho sino comenzar.

 La Moraga jazz

Pero La Moraga es más que jazz, unos excelentes combinados y el calor de Concha y Paco. ¿No recuerdas que ya hablamos de ella, de La Moraga, hace ahora… dos años? ¡No! ¡Tres años, ya! ¡Cómo pasa el tiempo!

Pero, claro, esta Moraga de ahora ya no es la de antaño. La de Dani García, que ahora está popularizando otra marca: Manzanilla.

La Moraga, ahora, es La Moraga de Antonio Martín y, entre otros lugares, tiene restaurante abierto en la Plaza de la Malagueta, a pie de playa y junto a ese puerto malacitano donde, dentro de no mucho, el Museo Pompidou abrirá su primera sede fuera de Francia.

 La Moraga Menú

No es el mismo restaurante. Ni el mismo concepto. Pero el disfrute gastronómico es idéntico, aunque más clásico y tradicional, con una carta repleta de sugerentes platos del Mediterráneo.

Pescado frito, extraordinario. Y pescados de roca, como el pargo, cuyos lomos son un puro deleite para el paladar, además de componer un impactante mosaico de colores sobre el plato. Y el atún de almadraba, fileteado, acompañado por ese wasabi que quita el hipo y te arranca hasta las lágrimas.

¡Si es que desde que pruebas esas aceitunas con las que te reciben en La Moraga, rugosas, gruesas y añejas; ya sabes que vas a disfrutar de una experiencia gastronómica de primer orden! Por cierto, imperial el entrante de verduras al wok con esos tallarines orientales que me dislocan.

Es decir: cocina glocal. Globalizada, pero con productos locales.

 La Moraga

Ahora bien, la gustosa experiencia no se termina al pagar la cuenta en el restaurante, después del postre. Porque ahora, tras la cena, es imperativo y obligatorio recorrer los diez metros que hay entre La Moraga Restaurante y La Moraga Club de Jazz. Pero eso ya lo saben ustedes, ¿verdad?…

Jesús Lens

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Patriotismo

Hoy, en IDEAL, una columna sobre el Patriotismo, tal y como yo lo veo y lo siento:

Siempre he defendido que el mejor patriota es el que paga sus impuestos, puntual y religiosamente. Que no hay mejor muestra de amor por un país que contribuir económicamente a su sostenimiento, vía impositiva: ser contribuyente es la mejor vía para ser un buen ciudadano.

 Patriotismo fiscal

Sé que esta tesis es nada romántica, poco lustrosa, bastante incómoda y muy, muy impopular. No creo que haya nadie en este mundo al que le guste pagar impuestos. Pero tampoco nos gusta ir al médico. Y sí. Es cierto que hay ocasiones en que resulta doloroso ver muchas de las cosas que los diferentes gobiernos locales, provinciales, autonómicos y nacionales hacen con nuestro dinero. Pero eso no invalida la importancia que una contribución fiscal regularizada y generalizada supone para el sostenimiento de un país.

Ahora bien, desde que escuché al catedrático Juan Torres hace unos días, hay otra dimensión del patriotismo que me parece especialmente relevante y digna de tener en consideración: la de trabajar con “los otros” para la consecución del buen fin de determinadas empresas y proyectos de interés general.

 Patriotismo otros

Trabajar codo con codo y a brazo partido con un grupo de gente con la que comulgas, te entiendes y hasta te llevas (medio) bien, es muy loable. Pero lo realmente meritorio, lo verdaderamente difícil y complicado, es hacerlo con personas con las que no te identificas, que no terminan de gustarte y con las que mantienes muchas y grandes diferencias de criterio, opinión, credo o ideología.

Estos días estamos asistiendo a una recreación periodística de aquellos intensos meses de trabajo que permitieron alumbrar la Constitución Española, una labor ímproba que obligó a entenderse a personas que, poco tiempo antes, ni se habrían saludado.

Parece mentira que, hoy, España sea un país mucho más fragmentado que entonces, en el que la politización de todas las facetas de la vida social y comunitaria, desde el Poder Judicial a las Asociaciones de Vecinos de los barrios o las AMPAs de los centros escolares; nos tienen paralizados y atados de pies y manos, bloqueando iniciativas y proyectos que redundarían en beneficio de todos.

Evidentemente, toda generalización es injusta, pero que los grandes partidos no hayan sido capaces de consensuar una política educativa de mínimos es muy elocuente acerca de una sociedad en la que todo lo que propongan los otros será recibido, en el mejor de los casos, con una condescendiente indiferencia (lo normal será ir a degüello) mientras que cualquier cosa que propongan los nuestros, aunque sea una chuminá campestre, será obligatoriamente aplaudida y defendida, a capa y espada, con furibunda ostentación de gestos y ademanes.

 Patriotismo aplauso

Ojalá que los Hijos de la Crisis estén aprendiendo de nuestros errores y, dentro de unos años, sean capaces de trascender el partidismo mental que nos ciega, para construir una sociedad sin anteojeras, más lúcida que ésta en la que actualmente chapoteamos.

Jesús Lens

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Pepe Viciana en el Club Magic

Hoy miércoles, desde las 22.30 horas, la Asociación de Jazz Ool Ya Koo presenta en su programación semanal al “Pepe Viciana Quartet”, encabezado por el saxofonista almeriense Pepe Viciana, uno de los padres del jazz andaluz contemporáneo desde que montara su primer cuarteto.

 Viciana saxofón

Viciana comenzó sus estudios de música con 4 años, de la mano de su padre. A los 11 años ya tocaba en la Banda Municipal y, desde los 14, empezó a actuar como solista. Grado Superior de Clarinete y Música de Cámara por el Conservatorio de Granada, con las máximas calificaciones, Pepe Viciana ejerció como profesor entre los años 1994 a 1997.

Además de saxofonista y clarinetista, Pepe Viciana también toca el piano y por su cuarteto han pasado, en estos años, buena parte de los mejores músicos de jazz andaluces, además de haber compartido escenario con leyendas del jazz nacional e internacional, como Perico Sambeat o Joe Lovano. Además, estuvo en el origen de la formación de la Big Band Ual Jazz, formada con la Universidad de Almería en 2001 y con la que grabó un disco en directo que cosechó los parabienes de la crítica.

 Viciana Almería

A Viciana siempre le ha gustado dar a conocer y difundir el legado de los maestros del bebop como John Coltrane, al que homenajeó en una serie de conciertos hace unos meses. Otro de sus referentes es Charlie Parker. Para la difusión de la obra de Bird, Viciana forma parte del colectivo Parkerland.

Además de componer música clásica, Pepe Viciana ha montado un nuevo cuarteto, en el que le acompañan J.M. Pedraza al piano, Bori Albero al contrabajo y Sergio Díaz a la batería; con quienes actuará el miércoles en el Magic Club, presentando en directo su nuevo proyecto musical.

 Viciana

Sobre Ool Ya Koo y el Club Magic

La Asociación Ool Ya Koo tiene como objetivo el promover la divulgación, conocimiento y disfrute de la música de jazz -y otros géneros musicales afines- entre los ciudadanos así como potenciar la música de jazz en directo. Además, Ool Ya Koo quiere cultivar la unión y el intercambio de ideas entre aficionados, músicos y asociaciones afines, estableciendo vínculos y favoreciendo la realización de actividades conjuntas y fomentando la creación de nuevos aficionados entre la infancia y la juventud.

El Club Magic, en los bajos de la Plaza de Toros, se ha convertido en el templo por excelencia del jazz en vivo en Granada, albergando la programación semanal de conciertos de la Asociación Ool Ya Koo y colaborando con el Festival de Jazz de la ciudad, además de ofrecer música variada y adaptada a todo tipo de público a lo largo de la semana y los fines de semana.

En palabras de Juan Carlos Cifuentes, Cifu, mítico director del programa “Jazz entre Amigos”, el Club Magic hace honor a su nombre: hay magia en el ambiente.

Jesús Lens

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Bloody Miami

Me preguntaba el escritor Rafael Sarmentero que qué me estaba pareciendo “Bloody Miami”, la última novela de Tom Wolfe que, paradójicamente, se interpuso en mi lectura de su reciente “Malasaña Chai Tea”.

 Bloody Miami Montana

Y le contestaba que, aunque los personajes protagonistas no tenían el carisma ni la arrolladora fuerza de los de la mítica “La hoguera de las vanidades”, me había reconciliado con un autor cuya “Todo un hombre” me decepcionó profundamente, sin que llegara siquiera a comprar la tercera de sus novelas, la del campus universitario de cuyo nombre no quiero acordarme.

– “¡No mi malhablada puta gorda, ahora estamos enn Mi-ah-mii! ¡Ahora tú estás en Mi-ah-mi!”

Así le responde una joven latina cubana a una WASP de mediana edad que le afea, durante una bronca, que hable en español, encontrándose en Estados Unidos.

 Bloody Miami Wolfe

Estamos al comienzo de la nueva y abrasadora novela de Tom Wolfe que, a estas alturas ya sabe todo el mundo, transcurre en Miami. Los protagonistas: un joven policía cubano-norteamericano de segunda generación, un periodista perfectamente White-Anglo-Saxon-Protestant que responde al inequívoco nombre de John Smith y Magdalena, una hermosa enfermera latina.

A su alrededor, decenas y decenas de personajes, entre los secundarios y los más secundarios aún, aunque todos ellos imprescindibles para dar cuerpo a las más de 600 páginas de letras chiquitilla y apretada de una de las novelas imprescindibles del año.

 Bloody Miami regata

No sé si leíste “La hoguera de las vanidades” ni que te pareció la singular forma de escribir de Wolfe, aquellas interjecciones guturales y aquellas minuciosas descripciones de los personajes, los escenarios y las situaciones. Yo lo flipé, en su momento. Pero ya sabemos que uno no es el mismo lector a los 20 que a los 40 y…

Reconozco una cierta fijación fetichista con las portadas radicalmente amarillas de Anagrama y, posiblemente, si Wolfe hubiera publicado con otra editorial, habría pasado de leerle. Otra vez. Pero el retorno a los orígenes del padre del Nuevo Periodismo… me ponía.

¡Y bien que me alegro de haber leído “Bloody Miami”! Reconozco que ha habido momentos en que Wolfe me ha exasperado, pero han sido escasos y, desde luego, han sido muchos más aquellos en los que he disfrutado como un enano, sobre todo, con las machadas de Néstor Camacho y las cuitas de Magdalena y su psiquiatra.

 Bloody Miami ciudad

Porque Norman es un tipo de cuidado y, solo por conocer su teoría del Mono Meón, ya vale la pena leer “Bloody Miami”. Y los momentos de reivindicación periodística de un Wolfe que, no lo olvidemos, fue reportero durante muchos años. Sui generis, pero reportero. Por ejemplo, me encanta esta descripción, tan visual, tan física, como buena parte de sus metáforas, hablando de cómo John Smith redactó una noticia, en la redacción del Miami Herald:

“Nosotros le hicimos pasar por una buena hemorragia nasal::::::: Así se llama cuando todo el mundo se inclina sobre el hombro del periodista mientras escribe su artículo. Si alza de golpe la cabeza, hará sangrar a alguien por la nariz”.

Y tenemos una visita a la inauguración de la Art Basel de Miami que hará las delicias de los aficionados al arte contemporáneo y, sobre todo, a sus críticos más feroces. Y están la Telerrealidad, las Redes Sociales y el Youtube, los cambios tecnológicos que afectan a los periódicos, los oligarcas rusos que pululan por todo el mundo globalizado y, siempre, la pornografía. Aunque la parte de la regata sea, con mucho, la más sosa, premiosa y aburrida del libro.

 Bloody Miami art Basel

Me estoy dejando cosas. Como la tensión racial que preside una ciudad latina como Miami en la que los norteamericanos (los blancos) son una minoría distinta a la de los negros y los haitianos. Pero minoría, al fin y a la postre.

Y están los politonos de los móviles, con ese Bulldog que no es más que una copia barata de Pitbull. Y, por supuesto, están los clásicos de Wolfe: el contoneo de chuloputas y ese momento decisivo en que un hombre demuestra (o no) que tiene lo que hay que tener.

Y yo creo que con esto ya tienes elementos más que suficientes para saber si lanzarte o no sobre “Bloody Miami”.

Mi consejo: que no lo dudes.

Jesús Lens

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Ciencias Sociales y Humanidades Digitales

Técnicamente se llaman I Jornadas de Ciencias Sociales y Humanidades Digitales de la Universidad de Granada y ahí voy a estar yo, participando en una Mesa Redonda sobre “El intelectual y los medios digitales en nuestro tiempo”, el lunes 16 de diciembre, entre las 17.45 y las 19 horas, junto al Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, José Antonio Pérez Tapias, y al escritor, poeta, ensayista y crítico literario Vicente Luis Mora.

 ciencias sociales

¿De qué van las jornadas? La web de las mismas señala lo siguiente: los días 16 y 17 de diciembre de 2013 organizamos las primeras Jornadas de Ciencias Sociales y Humanidades Digitales de la Universidad de Granada en la Facultad de Comunicación y Documentación y en la Facultad de Filosofía y Letras. La vocación es genuinamente interdisciplinar, siendo unas jornadas abiertas a cualquier área de conocimiento (ya sea de Ciencias Sociales y Humanidades o no) y abiertas a cualesquiera interesados (ya sean de la comunidad universitaria o no). Las Jornadas pretenden ser un foro de reflexión sobre el impacto de las tecnologías de la información y de Internet en estas áreas, así como un espacio de debate y de generación de propuestas para adaptar la universidad, la investigación y los estudios que impartimos al entorno digital hiperconectado en el que vivimos. Todas las sesiones son gratuitas y de libre acceso hasta completar aforo.

 Ciencias digitales

AQUÍ tienes toda la información y el programa completo de unas jornadas que prometen ser brutalmente interesantes.

¿Nos vemos?

Jesús Lens

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