El lobo de Wall Street

¿Cómo? ¿Ya? ¿The End? ¿En serio? ¿Ya han pasado tres horas, TRES, desde que entramos a la sala para ver la última, comentadísima y referenciadísima película de Martin Scorsese?

 El lobo de Wall Street cartel

Porque “El lobo de Wall Street”, efectivamente, dura la nada desdeñable cantidad de 180 minutos. ¡Oh Yeah! 180 minutos de delirio sin fin, desde el primer fotograma hasta el último. 180 minutos vertiginosos, que no dan tregua al espectador, en los que el ritmo no decae ni treinta segundos.

Tres horas de una nueva lección magistral de un Scorsese que, secundado por el grandioso Terence Winter, entronca con sus dos clásicos dedicados a la codicia americana, en lo que sería una impagable trilogía: “Uno de los nuestros” y “Casino”.

Sí. Antes de hablar de Leo, hay que hablar de Terence. Si te fijas en el cartel de la película, verás que su nombre ocupa un lugar destacado y preferencial, lo que no es de extrañar ya que, además de haber escrito el guion de la cinta, es uno de los socios de Marty en su colosal aventura televisiva: “Boardwalk Empire” (que, si no has visto, ya tardas) Y, claro, antes… ¡antes fueron “Los Soprano”!

 El lobo Leo

Conjunción de genios para poner en pie una sátira cruel del capitalismo más desbocado, de la ingeniería financiera más salvaje y de una forma radicalmente amoral de entender el mundo del dinero y de la empresa. Genios a cuya nómina se incorpora un Leonardo Di Caprio en estado de gracia que da rienda suelta a todo tipo de tics, excesos, muecas y retorcimientos; excepcionalmente acompañado por una pléyade de secundarios que están a la altura de una película tan loca y pasada de vueltas como sus personajes.

 El lobo de Wall Street reparto

Scorsese mueve la cámara con frenesí. Cámara que no funciona como el bisturí del cirujano, que nos permite atisbar el interior del enfermo; sino que estamos ante un cuchillo jamonero de notables proporciones que despedaza sin cuartel el cuerpo corrupto y terminal de una modalidad de capitalismo que, sin embargo, se resiste a morir.

Pienso que, a estas alturas, resulta ocioso comentar de qué va o qué cuenta la película, dado que “El lobo de Wall Street” está siendo vista por miles y miles de personas y está siendo comentada no solo en las secciones de cultura de los medios, sino en las de economía y sociedad, hasta el punto de que buena parte de los columnistas y tertulianos la usan para defender sus tesis o atacar las contrarias.

 El lobo de Wall Street Leonardo

Por eso, ¿qué tal si traemos a colación un par de sus memorables diálogos? Por ejemplo:

Mark Hanna (mentor del protagonista): Regla número uno de Wall Street. Nadie… No me importa si eres Jimmy Buffet. Nadie sabe si las acciones van a subir, bajar, ponerse de lado o en jodidos círculos. Menos nosotros los corredores. Es todo un fugazi. ¿Sabes qué es eso? Fugazi, quiere decir falso. Polvo de hadas, no existe. No tiene importancia, no tiene materia. No está en la tabla periódica. No es real. Sígueme. Nosotros no creamos mierda. No construimos nada.

Jordan Belfort: No.

Mark Hanna: Si tiene un cliente que compró acciones a $8. Y ahora valen $16 por lo cual está jodidamente feliz. Quiere cobrar, llevarse el dinero y correr a casa. No lo dejas hacerlo.

Jordan Belfort: Ok.

Mark Hanna: Porque eso lo haría real.

Jordan Belfort: Sí.

Mark Hanna: ¿Qué es lo que haces? Tienes otra idea brillante. Una idea especial. Otra situación, otra acción. Para que vuelva a invertir sus ganancias y algo más. Lo hará cada vez. Porque están adictos. Lo haces una y otra vez. Mientras tanto… Él piensa que se está haciendo millonario, lo que es verdad, en papel. Pero tú y yo los corredores. Nos llevamos a casa dinero en efectivo. Por la comisión, malnacido.

Jordan Belfort: Cierto. Es increíble señor. No sabe lo emocionado que estoy.

 El lobo de Wall Street histrion

O este monólogo:

“Déjenme decirles algo. No hay nobleza en la pobreza. He sido un hombre rico y un hombre pobre. Y escojo la vida de rico a cada maldito momento. Al menos como un hombre rico encaro mis problemas y los meto atrás de una limusina usando un traje de 2.000 dólares y un reloj de 4.000 dólares”.

Ilustrativo, ¿verdad?

Hay gente a la que la película se le hace larga. O repetitiva. O que le parece exagerada y excesiva. También hay quien piensa que Scorsese, en realidad, ha vuelto a rodar “Casino” y/o “Uno de los nuestros”.

 El lobo de Wall Street bar

No estando del todo de acuerdo, sí hay algo irrefutable: todo el mundo está yendo a ver “El lobo de Wall Street”. Y todo el mundo está hablando de ella. De la película y de lo que cuenta la película. Estos días, todo el mundo está hablando de cine. Y eso mola, ¿a qué sí?

Jesús Lens

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El Museo CajaGRANADA trae a Picasso a Granada

La muestra, compuesta por más de un centenar de piezas, permite hacer un completo recorrido por toda la vida del Pablo Picasso volcado en los grabados y la ilustración, una de sus facetas menos conocidas, pero a la que se dedicó apasionadamente desde que a los 18 años hiciera “El Zurdo” y hasta el final de su vida cuando, con la serie “Los 347”, hizo un completo repaso a toda su vida como artista, trabajando sin descanso y llegando a hacer varios grabados en un solo día.

Orgullo y satisfacción por esta portada
Orgullo y satisfacción por esta portada

La comisaria de la muestra, María Oropesa, nos permitirá hacer un repaso por la vida del Picasso grabador, destacando dos las series más importantes de las que componen esta muestra. Por una parte, la serie completa de 13 grabados sobre Conde de Orgaz, con la que CajaGRANADA se suma a la celebración del IV Centenario de la muerte de El Greco, uno de los inspiradores de Picasso. Otra de las series completas es la que hizo en Niza, entre los años 46 y 47, con los Faunos y la mujer como motivos principales.

El contenido de la exposición

Pablo Picasso es, sin duda, uno de los más destacados dibujantes de la Historia del Arte, y precisamente esa cualidad fue la que le llevó a desarrollar intensamente su faceta como grabador. Aunque este no sea uno de sus aspectos más conocidos, el artista llegó a crear más de dos mil obras. Esto le convierte en uno de los principales representantes de esta técnica, a la altura de maestros como Alberto Durero, Rembrandt o Francisco de Goya, quienes siglos antes ya habían sido seducidos por todas las posibilidades que ofrece el grabado.

 Picasso Orgaz

El artista malagueño tuvo contacto con esta técnica desde sus más tempranos comienzos. Ya en el año 1899, con tan solo dieciocho años de edad, realiza El zurdo, en donde se muestra a un picador que sostiene la pica con la mano izquierda.

Tan sólo cinco años más tarde, concibe le Repas Frugal (1904), un aguafuerte que marcaría el inicio real de su actividad como grabador. Este comienzo tuvo lugar en su estudio de la Rue Ravignan, más conocido como Bateau-Lavoir, donde fue asesorado por su amigo el pintor y grabador Ricard Canals, artista catalán también afincado en París, que introdujo a Picasso en la técnica del aguafuerte.

 Picaso Repas Frugal

A partir de este momento empieza una etapa en la que, con gran entusiasmo, explora y experimenta las diferentes técnicas de la estampación. A lo largo de su extensa carrera, Picasso nunca dejó de indagar en todas las posibilidades que le ofreció el grabado. Así logró profundizar en casi todas sus variantes: aguafuerte, punta seca, litografía, aguatinta…

En el año 1913 se editó Saltimbanquis, una serie que comprendía obras de los periodos azul y rosa que Picasso había realizado entre 1904 y 1906. Esta suite está compuesta por quince estampas de gran valor artístico. Además, poseen un sentido autobiográfico que coincide con la época en la que su pareja era Fernande Olivier, su primer amor y la mujer con quien compartiría su vida desde 1905 hasta 1911 en la capital francesa.

A partir de los años veinte se sumerge con más fuerza en la búsqueda incansable de nuevas experiencias artísticas y su dominio en la técnica del grabado es cada vez más intenso y creativo.

La década de los treinta marca un punto de inflexión, cumple con varios encargos de ilustraciones sobre obras clásicas de la literatura. A petición del marchante Ambroise Vollard ejecuta la ilustración de la obra de Honoré de Balzac, Le chef-d´oeuvre inconnu, que se publicó en 1931, aunque este trabajo lo había concebido unos años antes, en 1926.

 Picaso Le chef-d´oeuvre inconnu

Tan solo un año antes de esa publicación, en 1930, Albert Skira le había encargado recrear las ilustraciones para las Metamorfosis de Ovidio. La elección del tema se sabe que fue sugerida por Pierre, el hijo de Henri Matisse. El libro estaba compuesto por treinta grabados y la primera tirada fue de 145 ejemplares aunque, cuatro años más tarde, el propio Skira volvió a editar la serie.

De nuevo el marchante Vollard encargó a Picasso una nueva serie de grabados que el artista realiza entre el año 1930 y el año 1937 compuesta por cien estampas y que está considerada como una de sus obras cumbres: La Suite Vollard.

 Picasso La Suite Vollard

Desde entonces, Picasso no dejará de compaginar su faceta de pintor y escultor con la de grabador e ilustrador. Una de las ventajas de la obra gráfica es que le permitía abordar un mayor número de temas y, sobre todo, multiplicar y difundir sus obras llegando a un mayor número de público.

Durante los años cuarenta y cincuenta, Picasso continúa con su enorme capacidad de trabajo y plasma las magníficas ilustraciones de Buffon (1942) y La Tauromaquia (1959).

Pero si hay una fecha llamativa esa es la de 1968. En ese año el artista concibe 347 grabados en menos de doscientos días. Según indican algunas fuentes, fue capaz de grabar hasta siete láminas de cobre en un sólo día. Es entonces cuando crea la que sería su última ilustración literaria, La Celestina, obra clásica de la literatura española.

 Picasso La Celestina

Al igual que en todas su creaciones artísticas, Picasso en su trabajo gráfico es pura pasión, expresa sus sentimientos, sus preocupaciones, sus deseos, los mitos que le han marcado… en definitiva, su frenético mundo creativo. La lógica de su creación es espontánea en todo momento. Sin embargo, la calidad de sus obras, la variedad de las técnicas, las temáticas condicionadas por acontecimientos externos y personales, hacen que su producción gráfica sea uno de los testimonios artísticos más importantes del siglo pasado. En este aspecto, es un auténtico lujo para los sentidos estar ante la plenitud artística del gran maestro del siglo XX, a través de su soberbia obra gráfica.

Picasso llegó a ser el artista más creativo y más innovador de los últimos tiempos al aunar tradición y vanguardia en una armonía que nunca se había alcanzado. Esta muestra es un ejemplo de su capacidad creativa y va a permitir que el público conozca en mayor profundidad una de las facetas más significativas del artista: la de grabador. Con la intención de hacer un recorrido a través de esa trayectoria, para esta ocasión se han reunido diferentes obras, de las series más importantes que realizó y que son un claro testimonio de su excepcional versatilidad. En la muestra contamos con la serie completa Les Cavaliers d´Ombre (1954). El libro de Geneviève Laporte estaba compuesto por poemas escritos entre 1951 y 1953 y cada uno está ilustrado por Picasso, aunque aparentemente las obras parecen no tener relación con los poemas. Lo que si se sabe es que Picasso y la poetisa estaban entonces manteniendo un idilio en secreto.

Otra de la serie presentada es Femmes et Faunes, una edición que consta de doce litografías editadas el año 1956 . Igualmente en esta selección de obras contamos con puntas secas de la serie Les métamorphoses d’Ovide, aguafuertes de la Suite Vollard, litografías de Le Soleil ébloui…

 Picasso femmes et faunes

Sin duda, una oportunidad única para disfrutar de cerca de un centenar obras que nos permiten adentrarnos en el universo único e inigualable del maestro Pablo Picasso.

Información práctica:

Sala de Exposiciones Temporales del Museo CajaGRANADA

 

Horario de la sala:

 

Martes y miércoles de 12:00 a 14 horas

Jueves a sábado de 12.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00h.

Domingos y festivos de 11.00 a 15.00 horas

Lunes cerrado

 

Fechas: Desde el 29 de enero al 20 de abril de 2014

Brava la mar

Hace unas semanas publicábamos estas maravillosas imágenes de Chicago que nos había regalado la ola de frío polar que asoló Estados Unidos.

Hoy traigo unas cuantas imágenes, impresionantes, del temporal que tiene en jaque al norte de España. El fotógrafo es Kiko Delgado y sus instantáneas las ha distribuido EFE a todos los medios internacionales.

GRANDES OLAS POR EL TEMPORAL QUE AZOTA LA COSTA GALLEGA NOROESTE

Temporal castillo

FARO CHAPELA

Temporal guardia civil

Temporal resaca

¡Está brava la mar! Para mí, pocos espectáculos puede deparar la naturaleza, tan impresionantes, como el del mar embravecido y levantado. Siempre he sentido pasión por las olas y las tormentas, por esas montañas de agua que se elevan desde las profundidades del océano para derrumbarse sobre sí mismas antes de levantarse de nuevo, en un ciclo que parece no tener fin, pero que siempre termina amainando, calmándose y volviendo a la normalidad; aunque queden los restos después del naufragio…

Jesús Lens

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La comunicación y el humanista del siglo XXI

Hoy publico mi columna de IDEAL mientras que la Asociación de la Prensa de Granada celebra sus elecciones, a la que concurren dos candidaturas repletas de excelentes profesionales. Hoy, en Granada, quien gana es el buen y más comprometido periodismo. ¡Enhorabuena! Y ahora…

Hace unas semanas, invitado por Esteban Romero Frías (Síganle en Twitter como @polisea ) a participar en las Jornadas de Ciencias Sociales y Humanidades Digitales de la Universidad de Granada, organizadas por este Co-laboratorio sobre culturas digitales en ciencias sociales y humanidades, que deberían ustedes seguir; tuve ocasión de reflexionar en voz alta sobre cuestiones como el papel de los intelectuales en la sociedad de la información, la banalización de la cultura o los cambios en la forma de comunicar, comunicarse y relacionarse a través de las redes y de los medios digitales. (A este tema le dediqué hace unos meses esta columna: Neocomunicación)

 Humanismo Digital

La primera aseveración: lo que no se comunica no existe. Eso no quiere decir, ni muchísimo menos, que haya que comunicarlo todo, lo que entronca con el espinoso y siempre conflictivo tema de las Redes Sociales: ¡qué necesario resulta distinguir entre la comunicación y aquello que Tom Sharpe tituló en una de sus novelas como “Exhibición impúdica”!

 Humanismo impúdico

Sin embargo y por muchas Autopistas de la Información que se hayan abierto, comunicar con sentido y efectividad no es fácil, máxime en estos tiempos confusos en los que la reducción, recortes y mengua de los medios tradicionales han venido acompañados de un inusitado auge de otros muchos medios y formas de comunicar. Ello nos obliga a adaptar los contenidos a los diferentes formatos, reforzando la máxima de McLuhan: el medio es el mensaje, hasta el punto de que, por ejemplo, personas muy buenas manejando Twitter no terminan de adaptarse a Facebook. Y viceversa. (Ejemplo del uso de Twitter, en esta columna sobre La Nueva Comunicación)

 Humanismo McLuhan

Y de todo ello, una nueva obligación: la de hacer un continuo ejercicio de actualización y aprendizaje, dado que los medios y los canales de comunicación cambian y evolucionan a una velocidad vertiginosa. Sin ir más lejos, Bigas Luna sostenía que los analfabetos del siglo XXI serían quienes no supieran contar una historia a través de imágenes filmadas. Y es muy posible que el abrasador éxito de Youtube le haya dado la razón.

Otra cuestión interesante es si el humanista y el intelectual del siglo XXI puede desarrollar su labor de aprendizaje y reflexión ajeno a los medios digitales y, directamente relacionada con ella, si el uso de los mismos conlleva el riesgo de propiciar una banalización y empobrecimiento de argumentos y contenidos y, por tanto, una merma intelectual y cultural de la sociedad.

 Humanismo analfabeto

En mi opinión, excepción hecha de algunos gurús de los tiempos analógicos, si el intelectual del siglo XXI quiere tener predicamento, presencia e influencia, no debe mantenerse al margen de los medios digitales ni de los nuevos canales de comunicación. La Red es una prolongación de la vida y la obra del humanista y el intelectual, para resultar creíble, ha de ser un modelo de ejemplaridad pública y de compromiso personal: no solo debe hablar, escribir y comunicar. También tiene que actuar, hacer y predicar con el ejemplo. Y, lo que es más importante, a través de la reflexión y de su actuación, el intelectual tiene que convertirse en catalizador; consiguiendo que otras personas pasen a la acción y se conviertan en motor de cambio, avance y mejora del mundo en que vivimos.

Jesús Lens

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