Muerto el perro

Y entonces me dí cuenta de que llevaba tiempo, mucho tiempo, sin leer nada de Carlos Salem.

Salem.

El autor, retratado por la lente de Mordzinski
El autor, retratado por la lente de Mordzinski

Carlos Salem.

Tú sabes bien de quién te hablo, ¿verdad? Porque de Carlos hemos hablado en esta bitácora una y mil veces. Todo comenzó con “Camino de ida”. Y, a partir de ahí, “Matar y guardar la ropa”, “Pero sigo siendo el rey” y “Cracovia sin ti”.

Y, sin embargo, hacía ya tiempo.

Por eso, el lanzamiento de “Muerto el perro”, por la editorial Navona, es todo un lujazo. Un lujazo por partida doble. O triple. Y más aún.

 muerto el perro

Un lujazo porque (y esto es algo que cada vez valoro más) el libro es un gustazo en sí mismo. Como objeto. Desde la portada radicalmente negra, con el título el blanco y el nombre del autor en rojo sangre; al tamaño de la letra. Llamadme viejuno, pero esta mañana estuve en la librería Atlántida y tuve en mis manos un libro con pinta de interesante. Era un tocho de más de quinientas páginas y tenía la letra tan pequeña y tan arrejuntá… que lo devolví a la mesa de novedades. No. No era un libro de bolsillo. Y no era en absoluto barato. Está recién editado y, lo siento, pero no me entró por el ojo. Literalmente.

“Muerto el perro” es un lujazo, también, porque leer a Carlos Salem siempre es un placer. Máxime cuando, como en este caso, nos presenta una historia completamente nueva, pero conectada a su universo literario personal, único e intransferible. De hecho, tenemos la suerte de reencontrarnos con Soldati, uno de los personajes paradigmáticos de Salem, uno de esos antihéroes a los que uno gustaría tener de compañero de viaje, de fatigas y de farra.

 Muerto el perro Salem

Un privilegio, en fin, porque “Muerto el perro” está plenamente anclada en la actualidad más real, palpable y radical. La protagonista de la historia podría ser la “Blue Jasmine” de Woody Allen, la viuda de Madoff o, en un universo paralelo, la mismísima infanta Cristina. ¿Te sitúas? Hablamos de una mujer, aparentemente inocente (en todos los sentidos de la expresión), que lleva una vida regalada y a la que la muerte de su esposo, un trápala de cuidado, encuentra compuesta, en la ruina y en la soledad más absoluta.

Partiendo de esa premisa, doña Piedad tiene 325 páginas para poner en orden una vida que se le ha destrozado, descontrolado y deshecho. Total y absolutamente. De golpe y porrazo. Pero, como en todas las novelas de Salem, no estará sola. Porque en este mundo de mierda, siempre hay gente, buena gente (muchas veces, la gente más inesperada); presta a echar una mano y a ayudar a quien se lo merece. Y Piedad de la Viuda es merecedora. ¿O no? Porque sus manos, como comprobaremos desde la primera página de la narración, no están del todo limpias… de sangre.

 Carlos Salem

Concluiremos diciendo que “Muerto el perro” es un lujazo, en definitiva, porque hace justicia. Poética. Y eso, en estos tiempos oscuros que estamos viviendo, es más importante que nunca.

Jesús Lens

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Ocho apellidos vascos

¿Qué decir de una película que ya ha visto todo el mundo (o casi) y que ha generado decenas de artículos y reportajes de todo tipo y pelaje?

 Ocho apellidos vascos

Vaya por delante que me alegro infinitamente del éxito de la película de Martínez Lázaro. Está claro que, en ocasiones, el cine español conecta con el gusto del público y arrasa. Lo curioso es que, cuando “Los Otros” y “Lo imposible” batieron récords de taquilla, los analistas fílmico-sociológicos sostenían que su éxito se debió a que eran grandes producciones internacionales que se alejaban del concepto de “españolada”, habitualmente utilizado por los denigradores habituales del cine patrio.

Después, cuando las entregas bi o trianuales de Torrente se lo llevan crudo en la cartelera, los análisis hablan, también, de “fenómeno sociológico” para explicar su éxito. En este caso, la caspa es la culpable.

De “Ocho apellidos vascos” se destaca que, por fin, el espectador se puede reír libremente y a mandíbula batiente del nacionalismo vasco y todo lo que le rodea, tema tabú hasta hace muy poco tiempo. Y sí. Bueno. Es verdad que hay chistes sobre el particular, pero como pasa con los chistes, unos son buenos, otros son regulares y los hay más malos que la fiebre.

 Ocho apellidos vascos reparto

También se destaca el monologuismo del protagonista, Dani Rovira. Una máquina del humor. Y de los chistes. Pero a mí, sinceramente, los que me hacen gracia, pero gracia de verdad; son los dos andaluces, los compadres sevillanos, Alfonso Sánchez y Alberto López, los inefables “Cabeza” y “Culebra”, apóstoles del enterismo y actores de sevillanas maneras. Estos tíos son unos cracks y hay que esperar que la segunda parte de la estupenda y divertidísima “El mundo es nuestro” sea un megahit en taquilla.

 Ocho apellidos vascos andaluces

Y luego está Karra Elejalde, que es uno de esos actores que ya son un género en sí mismos. Actores de la estirpe de Fernán Gómez, Luis Ciges, Agustín González o, ahora, Juan Diego; cada uno en su estilo. Karra es una bestia que, con su presencia, llena la pantalla por completo y, a veces, hasta la desborda. Sin duda, “Ocho apellidos vascos”, sin Elejalde, no habría podido ser.

 Ocho apellidos vascos elejalde

Pero, ¿por qué se está hablando tan poco del mérito del director, Martínez Lázaro? Un veterano autor con una solidísima carrera a sus espaldas que ha filmado una comedia romántica de libro que poco o nada tiene que ver con esa “Bienvenidos al Norte”, emparentada con “Ocho apellidos vascos” por algunos publicistas y/o analistas, locos por hacer conexiones bastante forzadas e improbables.

Y podrás pensar: “este tío está soslayando la cuestión de si le ha gustado la película o no”. Y no. No la estoy soslayando. Más allá de que yo también me descojonaba con algunos de los sketches de “Vaya semanita”, pensaba que la película iba a ser una sucesión de chistes encadenados, con toda la platea unida en una carcajada continua. Y no ha sido así. Carcajadas, carcajadas… pongamos que entre diez y quince. Lo que no está mal, ¿no? Y la parte romántica, pues eso. Tontorrona. Simpática. Agradable y agradecida.

 Ocho apellidos vascos director

Todo lo cual no explica el asombroso fenómeno desatado por la cinta, pero será precisamente por eso que es un fenómeno.

 Ocho apellidos vascos machi

La pregunta, ahora, es quiénes interpretarán la versión catalana de “Ocho apellidos vascos”. Y quién la dirigirá. Que Martínez Lázaro ya se ha borrado. Y, mientras, pues que sigan agotándose las entradas en todas las salas en las que se proyecta y que siga provocando conversaciones, recomendaciones, análisis y columnas en los periódicos: que una película española sea objeto de conversación generalizada, está muy bien.

Jesús Lens

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Tres y Siete de Ocho

Llegaron Pedro Cortejosa y David León con su disco bajo el brazo, recién editado por el neonato sello Corleona Records. Un disco titulado «Ocho». Y se metieron al público en el bolsillo del Club Magic en el bolsillo. Por ejemplo con temas como este «Tres»:

 

Por cierto que, el próximo miércoles, repite el pianista Juan Galiardo. Y es que Ool Ya Koo, la Asociación de Jazz de Granada, está que lo rompe. Pero esa será otra historia.

 

Ahora, el tema Siete.

 

¿Mola o no mola?

 

Jesús Lens

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Espectral

Hace unas semanas salí a correr por la zona del Parque Tecnológico de la Salud y escribía estos párrafos de aquella experiencia.

Hace unos días, volví a recorrer la zona, al trote. Quería estirar las piernas antes de una carrera de montaña y me fui a «ver obras», pero con las zapatillas puestas. Y, al llegar a casa, le escribí un Güasap a mi hermano y al resto de Cabras Locas, instándoles a acompañarme en una visita guiada, siempre al trote cochinero, por una de las zonas más contradictorias de Granada.

Hoy, IDEAL y Granada Hoy nos despiertan con las dos portadas que siguen.

A propósito de Llewyn Davis gato

¡Efectivamente! Queremos insistir a Alejandro Amenábar, a los responsables de la saga de «REC» y a cualquier otro cineasta en la conveniencia de que vengan a ver escenarios para películas pesadillescas en las que se conjuga un futuro High Tech con el abandono y la desolación más absolutos.

aabb

La combinación del diseño futurista más atractivo y epatante con los cascajos, la basura y los matojos brotando entre las losetas de las aceras es un espectáculo que ahora mismo ofrece el PTS y que, por supuesto, nadie se debe perder. Vayamos a que a las administraciones competentes les de por meterle mano a la zona y la pongan toda bonita y habitable…

Jesús Lens

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La vida es serie

Señoras y señores, Katha & Lens se complacen en presentarles, hoy viernes, la segunda Pieza que compone la nueva serie de su trabajo creativo Imagen + Palabras:

Katha & Lens vida en serie

¿Qué les parece?

Sí. Estamos de acuerdo: ¡es una pasada, total y absoluta! Porque somos cinéfilos (aquí tenéis el ejemplo de la primera pieza), pero también estamos convencidos de que la televisión ofrece joyas y maravillas como las que hemos homenajeado en esta Pieza: «Mad Men» y «Breaking Bad».

Piezas que son, además de joyas visuales, declaraciones de principios para lucir con orgullo y satisfacción. ¿O no?

Jesús Lens

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