¿Cómo íbamos a imaginar?

Hoy, en IDEAL, recuerdo una de las noticias que más me han conmocionado en los últimos años: la de la muerte de Nora Ayala, una de las más estremecedoras. Nora era una chica de dieciséis años que murió junto al portal de su casa, un domingo por la noche.

Detenidos Operación Nancy
Detenidos Operación Nancy

“Ya había estado fuera por la tarde, pero me dio pena. A las once tenía que estar de vuelta”, decía su madre. Preocupado por la tardanza, el padre salió a buscarla. Y se la encontró ensangrentada, a dos metros de su portal. No sobrevivió. Y comenzó la investigación policial. Que desembocó en la “Operación Nancy” y en la detención de una red de prostitución de menores que, tras captar a las niñas, las convertía en adictas a la coca y a las anfetas y las prostituía por el barrio.

Para mí, lo más sorprendente del tema y entendiendo el dolor de los padres, era que estos insistían en que no habían notado nada raro en la niña. Que sí. Que la habían visto con una mujer de 36 años alguna vez, pero ya está. Que tenía algunas dificultades en los estudios, pero poco más. ¿Cómo es posible que unos padres no se enteren de que su hija de dieciséis años es drogadicta y está siendo prostituida en el mismo barrio en que viven? Hablamos de una familia normal, estructurada y sin problemas. Insisto: ¿cómo es posible?

Operación Nancy detenidas

Estos días nos ha sobrecogido la muerte de una niña de doce años por un coma etílico, tras hacer botellón con los amigos. Los padres se están planteando demandar al ayuntamiento por no haber controlado el botellón. Los mismos padres a los que, según las informaciones publicadas, la policía había entregado a su hija, borracha perdida, al menos en dos ocasiones anteriores.

Son dolorosísimos casos extremos, sin duda, pero ¿de verdad conocen tan poco los padres la vida de sus hijos? No sé si, como sostiene el Juez Calatayud, los progenitores deben violar la intimidad de sus vástagos, pero cuando leemos las estadísticas sobre el abusivo consumo de alcohol por parte de nuestros menores de edad, está claro que tenemos un problema.

Botellón

Sí. (Casi) todos nos hemos emborrachado alguna vez. Y más de una y de diez veces. Pero esa no es razón ni excusa para dar la espalda a una situación compleja que, concretamente en Granada, es altamente preocupante.

Jesús Lens

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“La noche del cazador” permite seguir Luchando con monstruos en AulaCine CAJAGRANADA

Hoy martes, 8 de noviembre, el Teatro CAJAGRANADA acoge la proyección de “La noche del cazador”, una obra maestra de Charles Laughton, reputado y premiado actor que, en esta cinta, hizo su debut como director de cine. Paradójicamente, y pese a ser unánimemente considerada como una de las grandes joyas de la historia del cine, Laughton nunca más volvería a dirigir, volviendo a centrarse en su carrera de actor.

La noche del cazador

“La noche del cazador” es una película que figura con letras de oro en la historia del cine, además, por la siniestra representación de Robert Mitchum, cuyo personaje del Predicador es uno de los más turbios y amenazadores del género negro, desde que aparece en pantalla con sus nudillos tatuados con las palabras “Amor” y “Odio”, Love y Hate en el original.

Narrada al modo de un cuento infantil llamado a provocar pesadillas a los niños protagonistas y, por extensión, a los espectadores, “La noche del cazador” también contó con la magnética presencia de una Lillian Gish maravillosa, recuperada para el cine, ya anciana, tras haber sido una de las grandes estrellas del cine mudo hollywoodiense.

La noche del cazador Gish

El argumento de la película de Laughton es sencillo: sabiendo que una mujer viuda guarda una gran cantidad de dinero, entregada por su marido tras un atraco y antes de ser ejecutado, el falso predicador Harry Powell se casa con ella para tratar de encontrar el tesoro escondido. Lo que no sabe es que ella desconoce la existencia del dinero. Su destino solo lo conocen sus dos hijos pequeños. Y ahí comienza la pesadilla…

“La noche del cazador”, con una puesta en escena es de marcado origen teatral y cuya extraordinaria fotografía en blanco y negro le confiere una magia especial, está basada en hechos reales. En concreto, adapta la historia del granjero holandés Herman Drenth, cuyo alias era Harry Powers. Este hombre sedujo y asesinó a dos viudas y a los tres hijos de una de ellas, cuyos restos fueron descubiertos por la policía en el garaje de su domicilio. Tanto el alias, como el móvil de sus acciones, crean una relación directa entre Herman Drenth y Harry Powel.

La noche del cazador Mitchum

El guion de “La noche del cazador” adapta la novela homónima de Davis Grubb en 1953. Este libro introdujo en el mundo de la narrativa una serie de características que ningún autor había utilizado hasta el momento. Planteaba un ambiente opresivo y pesimista que convirtió la obra, casi sin querer, en una gran novela de terror psicológico, hasta tal punto que el propio Stephen King ha reconocido en más de una ocasión haber sido influenciado por esta obra a la hora de escribir.

A través de este enlace podéis consultar más información sobre “La noche del cazador”:

http://blog.cajagranadafundacion.es/index.php?listEntrada=178

Con esta película continúa el nuevo ciclo de AulaCine CAJAGRANADA, “Luchando con monstruos”, programado conjuntamente por CAJAGRANADA Fundación y por Granada Noir, con la colaboración de ESCO, algunos de cuyos profesores y alumnos han preparado guías de visionado de cada una de las películas.

El ciclo “Luchando con monstruos”

Aprovechando la celebración de Granada Noir, y de acuerdo a la intención de dar continuidad a las actividades del Festival más allá de los días de celebración del mismo, AulaCine CAJAGRANADA y GRN2 han programado un ciclo de diez películas, que se prolongará hasta final de año y que se proyectarán en el Teatro CAJAGRANADA, a las 19 horas y en versión original subtitulada.

Ciclo Monstruos pr-4

El festival Granada Noir

Granada Noir es un festival multidisciplinar de carácter popular dedicado al género negro y policíaco, puesto en marcha en 2015 por Gustavo Gómez y Jesús Lens y que cuenta con el patrocinio de Cervezas Alhambra y la colaboración de Diputación de Granada, CajaGRANADA Fundación, Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Granada, además de otras empresas, comercios y particulares.

GRN es un festival que promueve un variado maridaje de propuestas culturales de calidad contrastada; una cita de carácter abierta, creadora, innovadora, participativa y gratuita, que saca la cultura a la calle, a los barrios y a los pueblos y que, además, la lleva a bares, bibliotecas, clubes, cines y cafés.

Ciclo Monstruos pr-4

Un festival cuyo programa está abierto a todas las artes y que permite maridar las disciplinas más diferentes, posibilitando el contacto y la relación directa entre autores, creadores, público y aficionados.

 

Y ahora, el Metro

¿Qué son tres o cuatro meses más de retraso, en la infinitud del espacio-tiempo en que parece vivir la Junta de Andalucía, cuando se trata de las cosas de Granada?

Metro Granada

Ayer domingo nos enteramos de que el Metropolitano de Granada no echará a andar a finales de año, como estaba previsto. Llegará, en teoría, en marzo. O no. Ya se verá. Porque de aquí a marzo pueden pasar tantas cosas… Y a todo este pifostio dedico hoy unas líneas, en IDEAL.

Las razones que aduce la Junta de Andalucía para justificar este nuevo despropósito son el parón de las obras en la estación de Andaluces, al chocar las obras del AVE con las del Metro. Que aquello fue en 2014, pero que da igual. Que, como excusa, sirve.

Y luego está lo de la demora en la adjudicación de la explotación. Que también es normal, demorar la cosa, cuando hablamos de un proyecto que data de 1998. ¿Para qué tanta prisa? Se ve que, al ser Granada una smart city o ciudad inteligente, la Junta ha decidido que es mejor pensarse las cosas despacio: dado que el metro granadino ha cumplido la mayoría de edad, dieciocho años, sin que lo veamos andar, ¿no es lógico echarle una pensadilla más al tema, no ir con bullas y acumular unos cuantos meses más de retraso?

Esto No es lo que parece
Esto No es lo que parece

Además, que ahora vienen el frío y el invierno. ¿No va a ser mucho más lucida la inauguración, con todas las autoridades, en la primavera? ¡Dónde va a parar!

Todo este sainete sería cómico si no fuera tan vergonzoso. Sé que es un recurso fácil apelar a la territorialidad y al provincianismo, pero es necesario recordar que Sevilla y Málaga tienen sus Metros, sus AVEs, sus circunvalaciones, sus hospitales completos, sus aeropuertos conectados con todo el mundo… Y, mientras, en la tierra del chavico, seguimos viéndolas venir. Y pasar. Pasando siempre.

Metro Granada Obras

¿Andalucía solo hay una? ¡Vamos, anda! Andalucía es, cada vez más, un cortijo. Y Granada está muy alejada de la Casa Grande en la que se toman las decisiones. Sin peso real ni aparente, sin voz ni voto; Granada desespera mientras ve cómo la Junta se sigue choteando de nosotros.

Suerte tienen Paco Cuenca y el PSOE de que no haya elecciones municipales en los próximos meses. Hoy por hoy y gracias a la gestión de la Junta de Andalucía en Granada, serían barridos del mapa.

Jesús Lens

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¿Para qué tanto saber?

Cuando salgo a correr con las Cabras Locas, prefiero no saber el recorrido que vamos hacer, las montañas que hemos de subir ni los desniveles que debemos superar. Como siempre les digo, me gusta mantener una actitud borbónica y seguir el ejemplo de Cristina, la esposa de Urdangarín que, pese a su exquisita y elitista formación, no se enteraba de nada, firmaba lo que le ponían delante y seguía plácidamente con su vida, en el Palacete de Pedralbes. Y de esta actitud hablo hoy en mi artículo de IDEAL.

¿Para qué tanto saber?
¿Para qué tanto saber?

Y es que el saber está claramente sobrevalorado. Por ejemplo, un día bajas a la cochera y te encuentras un Jaguar. Estando ya allí ese coche, molón y reluciente, ¿qué aporta el saber cómo ha llegado allí ni el porqué? Es como si te dan una Tarjeta Black. Que la usas y ya está. Que tampoco tienes tiempo de andar preguntando minucias sobre cuestiones fiscales y tal.

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Lo malo de no querer saber es que, a veces, las cosas se tuercen y puedes acabar encontrándote frente a un juez que te abre juicio oral, te pide cárcel y cuatro millones de euros de fianza. Es lo que tiene, en ocasiones, no enterarte de lo que pasa a tu alrededor ni saber cómo se gestionan unos cuantos cientos de millones de euros.

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Le ha pasado, por ejemplo, a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Que preguntaba por cómo iba el tema de la fusión hospitalaria granadina y le respondían que cómo iba a ir. ¡Pues de pitufa madre, claro! Todo en orden, faltaría más. Y entonces llega el 16O, se le echa toda la ciudad en pleno a la calle y el Consejero, incrédulo, pregunta: ¿pero no iba esto tan bien? Pues no. Lo mismo no. ¿Y por qué nadie me ha dicho nada?

Pues, seguramente, porque no querías saber. Y como la gente es muy bien mandada, pues no te contaba. Que no te hemos puesto ahí para darnos problemas y que nos cuentes tu vida, ¿eh? Que esto tiene que funcionar. Y punto. Y si no te ves capaz…

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No. La verdad no os hará libres. La verdad es incómoda y molesta y, por lo general, no queremos verla. La verdad es incómoda. Y resulta más fácil mirar para otro lado, esperando a que escampe. Que después de la tormenta, siempre sale el sol. O, al menos, casi siempre…

Jesús Lens

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Infiltradas

Estoy siguiendo el juicio sobre las entradas fraudulentas a la Alhambra como si se tratara de la más adictiva novela policíaca escrita por maestros del procedural como Lorenzo Silva o Alicia Gimenez Bartlett. Un juicio que esta semana ha tenido un momento álgido con el testimonio de dos agentes de la policía autonómica que estuvieron infiltradas en el recinto nazarí, en 2005, para investigar desde dentro el fraude presuntamente orquestado por personal de la propia Alhambra y empleados de establecimientos hoteleros y de agencias de viaje. Y de ello hablo en IDEAL.

Entradas Alhambra
Entradas Alhambra

Como aficionado al género negro, hay dos tipos de policías a los que les tengo un especial respeto: los de asuntos internos y los infiltrados. Tiene que ser muy, pero muy complicado convertirse en policía que investiga a la propia policía. Lo que los agentes de asuntos internos deben de soportar en el desempeño de su labor solo lo saben ellos, sus familias y sus amigos más cercanos. A sabiendas de que su labor es imprescindible para evitar la corrupción y los desmanes dentro de la policía, su papel es harto difícil.

Y luego están los infiltrados, una modalidad de policía que requiere de una sangre fría alucinante. Y de unas dotes dramáticas que ya las quisieran para sí muchos de los actores del método Stanislavski. El infiltrado, además de ser un gran policía, ha de empatizar (que no simpatizar) con las personas a las que investiga. Ganarse su confianza y labrar relaciones de amistad que, después, serán indefectiblemente dinamitadas. En aras de la justicia, sí. Pero que no tiene que ser nada de fácil.

Infiltrados

En la investigación del fraude de las entradas de la Alhambra, una agente de policía se infiltró como azafata de una agencia de viajes y, otra, como becaria en la unidad de análisis de datos del monumento. Trabajos que les permitieron ser testigos de las malas prácticas que ahora se juzgan. No sé si esta infiltración les resultó más o menos sencilla, pero si han visto ustedes películas como “El Lobo”, de Miguel Curtois, “Donnie Brasco”, de Mike Newell o “Infiltrados”, de Martin Scorsese; sabrán de lo extremadamente delicado de este trabajo.

Termino con una recomendación: la serie británica “Line of duty”, un inmejorable ejemplo de narrativa policial en la que los protagonistas son los policías encargados de investigar la corrupción interna.

Line of duty

Policías que también tienen que infiltrarse entre sus colegas, por cierto.

Jesús Lens

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