Y yo que les quería hablar de la próxima exposición de Paula Bonet, de lo nuevo de Sergio García en el Guerrero o de la muestra de cómic noir de La Madraza, que agota sus últimos días… ¡Ingenuo de mí!
Ayer por la tarde se detectó una fuerte perturbación en la Fuerza cuando VOX hizo públicas sus propuestas para la investidura del presidente de la Junta de Andalucía.
Lo primero en lo que reparamos, lo más llamativo y folclórico, fue lo de cambiar el Día de Andalucía al 2 de enero. Las redes ardieron, otra vez, y la gente se hartó de hacer infinidad de gracias y cuchufletas. Lo que sería muy divertido si no fuera porque VOX ha recibido 400.000 sufragios en Andalucía y el mísero 3% que le vaticina el CIS de Tezanos es un insulto a la inteligencia de cualquiera que, estos días, deje de pisar moqueta y entre a escuchar lo que se dice en bares y cafeterías, cada vez en voz más alta.
Les decía antes de ayer que lo del partido de Abascal tensando la cadena tenía pinta de postureo, salvo que el líder de VOX esté convencido de que, de vuelta a las urnas, va a sacar más votos que el pasado 2D. A la vista de las 19 medidas de anoche, o filtraron por equivocación un documento de broma, preparado para el Día de los Inocentes, o han quemado todos los puentes habidos y por haber y están dispuestos a repetir elecciones.
La expresión “cordón sanitario” me ha parecido, desde el principio, muy desafortunada. Sin embargo, a la vista de las 19 propuestas de VOX, empieza a ser imprescindible que PP y Ciudadanos dejen claro hasta dónde están dispuestos a transigir con tal de llegar a San Telmo. Lo de las líneas rojas, y tal.
Circulan memes señalando que, lo mejor para dejar de alimentar a VOX, es ignorar sus boutades, no entrar al debate, no contribuir a hacerlas virales. Estoy bastante de acuerdo con esa teoría, pero las 19 propuestas de ayer deberían hacer sonar todas las alarmas.
Para empezar, el PP consideró inaceptable el documento, así, sin ambages. Bastante menos rápidos de reflejos e inauditamente mucho más tibios estuvieron en Ciudadanos, repitiendo mantras y consignas vacías de contenido tras el órdago de Abascal. ¡Ay, Andalucía, para lo que hemos quedado!
Jesús Lens