El mismo día en que se celebró el pleno municipal extraordinario sobre la renuncia del Ayuntamiento a los 10 millones de fondos europeos para la formación se hizo público que el bipartito creó cinco nuevos altos cargos al llegar al gobierno de la capital. ¿No resulta paradójico?
Sesudos informes técnicos, de momento invisibles y hurtados tanto a la oposición como a la opinión pública, desaconsejaban continuar adelante con los fondos para la formación de personas desempleadas, dado que podían ser un lastre para las arcas municipales.
¿Existirán informes técnicos para justificar o explicar lo de los nuevos altos cargos, de los que nadie sabía ni una palabra? Porque mucha transparencia no es que esté habiendo en la cuestión de los nombramientos, precisamente.
Los concejales del PSOE y de Podemos-IU montaron en cólera y se marcharon del pleno municipal. A continuación, los socialistas anunciaron que, ante la falta de documentación y el oscurantismo, “el gobierno de PP y Cs no nos ha dejado otra opción que acudir a los tribunales, en concreto al Contencioso Administrativo, para que sean los tribunales quienes dictaminen las responsabilidades judiciales en todo el proceso de los Planes de Empleo, y en concreto, las actuaciones por parte del alcalde, Luis Salvador, quien desconocemos si en algún momento ha tenido las competencia en materia de Empleo, información que se nos niega incluso convocando un pleno extraordinario”. Como orcas que han olido sangre.
Cada vez que hay un cambio de gobierno, los que llegan se escudan en la herencia recibida para justificar sus veleidades con las partidas presupuestarias: nunca hay para lo que no les interesa, pero siempre sobra para lo que consideran importante y necesario. O conveniente. Para sus intereses, por supuesto.
PP y Ciudadanos aducen que no hay capacidad para gestionar los fondos de formación para desempleados y, en vez de mandar a los técnicos municipales a aprender de otras ciudades cercanas que sí han sido capaces de ponerlos en marcha, devuelven el dinero a Europa. Mientras, el bipartito aprovecha para colocar a más altos cargos o trata de impulsar un cambio en el ROM para crear una costosa vicealcaldía para Sebastián Pérez. ¡Curiosísimo, oigan!, que diría el maestro Forges.
Jesús Lens