¿Se acuerdan de aquella parábola protagonizada por San Agustín, cuando paseaba por la orilla del mar tratando de desentrañar un insondable misterio y se encontró con un niño que corría hacia el agua, llenaba un cubo y vertía su contenido en un agujero excavado en la arena?
San Agustín le preguntó al niño por aquel extraño proceder. La respuesta del infante le pareció enternecedora: “Estoy vaciando el mar. Lo voy a meter dentro de este agujero”. Sonriendo ante la ingenuidad del niño, el docto hombre le dijo que aquello era imposible. Mirándole fijamente, el niño le respondió: “Tan imposible como lo tuyo: tratar de comprender el misterio de la gestión de la pandemia en la Comunidad de Madrid”.
Y es que hacer un recopilatorio de las incongruencias de estos días sería una de esas misiones imposibles que tanto le gustan a Tom Cruise. Así es la nueva normalidad. Marxista a saco. La nueva normalidad es Madrid, donde el caos, el sinsentido y el carajal que hay montado no lo entenderían ni los cerebros de Ramón y Cajal, Einstein y Hawking trabajando a la par.
La nueva normalidad es que los madrileños pasen de estar confinados a petar los buscadores de hoteles donde pasar el Puente, pasando olímpicamente de los ruegos y las admoniciones de su alcalde y su presidenta. ¡Una ola a ese fallo del TSJM!
La nueva normalidad es, también, que nos indignemos por ello a la vez que nos frotamos las manos por el llenazo turístico que se prevé en Granada: las entradas a la Alhambra están agotadas, los hoteles que siguen abiertos empiezan a quedarse sin habitaciones y más vale reservar mesa para comer o cenar durante el largo fin de semana.
La nueva normalidad es que todo eso ocurra mientras las cifras de contagios están disparadas en Granada, previéndose pasar de la fatídica tasa de 500 personas afectadas por 100.000 habitantes en los próximos días.
La nueva normalidad es que, con índices de contagio que en otros países harían que estuviéramos todos confinados, aquí te hartes de leer 100% Covid Free, Entorno Seguro y no sé cuántas etiquetas chorras más.
La nueva normalidad es que, en mitad de este maremágnum, yo me largue dos días a disfrutar del Almería Western Film Festival y a presentar el último libro de cine en que he colaborado. Porque la nueva normalidad parece escrita por los guionistas de las mejores películas de los Hermanos Marx. ¡Todos somos Groucho, Chico y Harpo!
Jesús Lens