Cada vez está más activa y comprometida la llamada sociedad civil en Granada. Dos ejemplos: las plataformas y/o fundaciones que impulsan a instituciones como Casa Ajsaris y Fajalauza. ¿Se acuerdan de aquella RSC de las empresas que estaba en boca de todos? Con las diferentes oleadas de crisis y desastres económicos-financieros está de capa caída y somos los ciudadanos de a pie quienes tenemos que dar un paso adelante para defender lo nuestro.
Otro día les hablo del movimiento ciudadano, social, artístico y cultural en torno a Fajalauza. Que Zara Home haya incluido piezas de esta cerámica en su colección habla bien a las claras de su importancia e implantación. Pero hay que seguir arrimando el hombro para sostenerla e impulsarla.
¿Leyeron ayer la información de José Antonio Muñoz sobre el destino de la extraordinaria colección de arte de Casa Ajsaris? Para que se quede en Granada, su futuro pasa por la creación de una fundación en la que estén representados Ayuntamiento y Junta. Quien está tirando del carro, eso sí, además del maravilloso y encomiable coleccionista Juan Manuel Segura, es una plataforma creada hace ocho meses para lograr que las cerca de 500 obras permanezcan en Granada.
Un movimiento asociativo que está trabajando denodadamente en pro del bien común, porque si ese legado terminara exhibiéndose en el Palacio de los Córdova, saldríamos ganando tanto los ciudadanos de Granada, los de ahora y los del futuro, como los turistas y viajeros.
Me gusta el impulso de la gente que se percibe en Granada de un tiempo a esta parte. No vale fiarlo todo a las instituciones. Si algo nos gusta, interesa o preocupa, hay que organizarse y luchar por conseguirlo y/o mantenerlo. Con trabajo, tesón, imaginación y empeño.
Jesús Lens