Hay una aparente paradoja en todo esto:
el agua es transparente pero oscurece la ropa,
hacemos cola en el fast food
(graffiti-comida), nos gusta la Nocilla,
el café aguado, el aire
que revuelven tus dedos y no vuelve, la vista
de la calle a través del cristal manufacturado.
Nos gusta lo que, existiendo,
no existe,
comprar camisetas blancas y zapatos caros,
silbar aquella canción de Roxy
fue la señal, nos gusta, sobre todo,
pensar el cielo en la tierra,
saber que tenemos razón para que
nos traiga sin cuidado tenerla.
Nos gusta comprar discos repetidos
de Esplendor Geométrico, vivir
una manzana más abajo de la cabeza de Newton,
(llovió y no quiero secarte el pelo, árbol de navidad de agua)
nos inquieta la pregunta: por qué los aviones
toman tierra y no derrapan, por qué los libros
son más altos que anchos, por qué el amor
(solución de una ecuación irresoluble) finge
su existencia.
Sabemos que el firmamento es cavidad resonante
de mensajes que se perdieron, y de aquellos que nos llegan
el emisor ha muerto. Sabemos la contradicción
de guerra humanitaria, que gana
quien derrama más sangre y después escucha
(graffiti-concierto) a Bach en los escombros del patio,
yo mismo a veces creo haber defraudado tanto
que me entregaría al cuerpo de cualquiera,
a lo que es pura ruina y carencia
y como el agua oscurece.
Me muero por piratear esta noche
los 50 gigabytes de tus pezones,
y qué más da Punk No Dead que Opus Dei Forever
si te imaginas que al final el cielo fuera sólo un anuncio
de papel Albal nos tararea Sr. Chinarro
en la ranura de tu sexo. Hay una aparente paradoja
en todo esto: envasado al vacío nos vendemos tiempo.
Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967) ha publicado los libros de poemas Carne de pixel y Joan Fontaine Odisea -al que pertenece este poema. Su libro «Postpoesía. Hacia un nuevo paradigma» ha quedado finalista del Premio Anagrama de Ensayo.
Comentarios
14 respuestas a «POSTPOESÍA: AGUSTÍN FERNÁNDEZ MALLO»
La postpoesía de Agustín Fernández Mallo…
Una de poesía. El nuevo paradigma de la postpoesía que defiende Agustín Fernández Mallo. Podrá gustar más o menos, pero no deja indiferente….
pues… me deja frio… y es que uno es un «peazo animal»
ingenio, pero como dice arturo, frío, muy frío
Me voy a pasar la noche entera intentando descifrar eso de «piratear esta noche
los 50 gigabytes de tus pezones».
¿Pasarán en vela también la noche los de la SGAE?
Madre mia!
¡¡¡Jajajajaja!!! ¿Frío como la posmodernidad?
A mi Fernández Mallo me gusta por lo innovador que es. Nocilla Dream me ha encantado. Es una escritura para una nueva forma de leer. Frío? Habla de nocilla, pezones, noche, música y pirateo. A mi no me parece frio
A mí me parece algo distinto, nuevo y refrescante, que no frío.
dicen que los poetas antiguos para poder rimar se inventaban las palabras… ahora para impactar se mezclan «los palabros».
honestamente… a mi no me gusta.
y eso que es de A Coruña !!!
Por la calle codo a codo somos mucho mas que dos.
El sur tambien existe.
Hasta siempre Maestro De Benedetti.
Lo leí el otro día. Sorry por no comentar. Pues me gustó. Hay algunos versos que te dejan, cuando menos, sorprendido.
No es por ofender pero esto me parece ‘diarrea mental’. Y ojo que abrá a quien le guste.
A mí también me parece diarrea mental, auténtica escritura automática, vacía y fría, esto es lo que vende. El marketing crea ya hasta poetas cibernéticos que fabrican versos de usar y tirar. Menuda porquería.