EL CABALLERO OSCURO

Comenta Christian Bale en una entrevista reciente que el trabajo de Heath Leadger en su caracterización del Joker ha sido tan exigente y extraordinario que el actor que le toque en suerte interpretar al villano de la tercera entrega de la nueva serie de Batman lo va a tener realmente jodido.


Efectivamente. Muy, muy jodido. Porque, a pique de ser injustos con otras muchas bondades de la película, “El caballero oscuro” es el Joker, hasta el punto de que, una vez terminada de ver, todas las imágenes que nos vuelven a la cabeza están protagonizadas por uno de los malos más carismáticos, inquietantes y enigmáticos de la historia del cine.

Siempre he dicho que lo que menos me gusta de las películas de terror es cuando se descubren las razones del asesino de turno, el porqué es como es o actúa como actúa. Cuando comprendes la lógica de su maldad, el terror queda reducido a la nada. Por eso, películas como “Funny games” u alguna otra de Michael Haneke resultan tan impactantes: nunca te intentan explicar las razones del mal. Éste existe y actúa. Punto y seguido. Y si tienes la desgracia de cruzarte en su camino, mueres. Y punto final.

El gran acierto de “El caballero oscuro” es presentarnos a un Joker amoral, sadomasoquista, inteligente, preclaro, anárquico, manipulador, cruel, frío y sanguinario… sin una explicación. Nada de que se cayó a una marmita de ácido cuando era pequeño o que fue traicionado por sus compañeros de fechorías. Nada. De repente, entra en escena un ser grotesco y se adueña de la pantalla, reduciendo al resto de participantes en la historia a poco más que unas comparsas, Batman incluido.


Siempre he defendido que la calidad del villano es la que marca la maestría del guión de una película como ésta. Y, por eso, “El caballero oscuro” roza la perfección. Porque el segundo villano de la historia, Harvey “Dos caras” Dent, también está magníficamente conseguido, por más que su aspecto final no nos guste tanto como el del Joker. Así, la historia de “Dos caras” ejemplifica el conflicto latente entre el Joker y el propio Batman, convertido casi en un personaje secundario en esta historia rica y abigarrada, repleta de subtramas, la mayoría de ellas, bien negras y criminales, desde el brutal atraco con que arranca la historia a la traición de los agentes del teniente Gordon.


Y luego, claro, todo el trasfondo político y moral de una sociedad corroída por la corrupción, de una ciudad asolada por unos ataques terroristas sin sentido, de la disyuntiva ante la respuesta ciudadana a dichos ataques… y, por supuesto, el papel del Vigilante que actúa al margen de la ley. El poder omnímodo que se salta los tratados de extradición o que barre todos los teléfonos móviles de la ciudad. ¿Libertad? ¿Seguridad? ¿Buenos? ¿Malos?


Y no estamos hablando de una película discursiva de arte y ensayo, ojo. O de una de esas pelis setenteras, ladrillazos teóricos de directores comprometidos con ansias de cambiar el mundo. Ni mucho menos. Hablamos de todo un blockbuster como Batman y de una película de acción que va camino de romper los récords de la taquilla mundial en lo que va de siglo XXI.


La pena es que, para muchos espectadores, analfabetos funcionales, como la panda de tarados que teníamos en el cine el pasado jueves; todo este trasfondo pasa sin pena ni gloria y se quedan, únicamente, con la Batmoto que se desgaja del Batmóvil. Chavales que rondan los veinte años y cuya estulticia y falta de decoro y educación los asemeja a esas pobres acémilas de tiro que, con sus anteojeras, no saben más que tirar del carro de zafiedad, la grosería, la imbecilidad y la idiocia. Cretinos que no se enteran de qué va la película. Ni ésta ni ninguna. Y para ilustrarlo, lean el artículo de mi Alter Ego, José Antonio Flores, publicado en IDEAL hace unos días, sobre la zafiedad.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

PD.- No dejen de visitar esta entrada de la Bitácora de mi querido Frankie, en que se especula con los villanos de la próxima entrega de Batman. ¿Y si hacemos una encuesta sobre el particular?

Valoración: 9

Lo mejor: ¡¡¡¡ El Joker!!!

Lo peor: Ni que decir tiene… lo de Heather Leadger. ¿O será su muerte lo que le confiera tanta fuerza al personaje del Joker?

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