Me pasé todo el día de ayer esperando las buenas nuevas de los vasallos del PP y Cs granadinos que habían viajado a la Corte de Madrid a recibir órdenes e instrucciones de sus superiores sobre cómo conducirse en el futuro gobierno de nuestra ciudad.
Pasaban las horas, la diligencia no volvía y las palomas mensajeras de twitter no piaban. La sensación de indignidad se fue transformando en indignación y, por fin, desembocó en hastío. Un hastío profundo, ojo. Un hastío del que deja huella. Un hastío que te hace desear que las ‘molonadas’ de Macarena Olona se conviertan en realidad y que Vox pase de amenazar y presionar a sus supuestos socios de gobierno a hacerlo saltar todo por los aires. Porque si PP y Cs se están riendo del conjunto de los granadinos, de los votantes de Vox se están carcajeando a mandíbula batiente, en toda su cara.
Luis Salvador y Sebastián Pérez se han cubierto de gloria en el inicio de su mandato como alcalde y vicealcalde —o lo que sea— de Granada. ¿No les da vergüenza, llevar cuatro días esquivando a los granadinos? ¿Y los tales Teodoro y Hervías?
Lo más significativo que ha hecho Luis Salvador desde el sábado es actualizar su estado de Linkedin. El ya famoso ‘Felicita a Luis Salvador por su nuevo puesto de Alcalde-Presidente en Ayuntamiento de Granada’ ha provocado casi tantas risas como el estudio de su cráneo.
Otro deseo: que Pedro Sánchez convoque elecciones generales. Y que Luis Salvador y Sebastián Pérez vuelvan a tratar de ir en las listas al Congreso o al Senado, dada su proverbial querencia por Madrid y su ansia por escapar de Granada siempre que pueden. ¡Que tengan la desfachatez de pedirnos el voto mientras nos dicen que les importamos… un carajo!
La soberbia que están mostrando los políticos del PP y Cs, únicamente pendientes de sus cargos, sus puestos, sus emolumentos y sus carreras, no puede salirles gratis. El desprecio con el que están tratando al electorado granadino no tiene parangón y debería pasarles factura.
Jesús Lens