Ha regresado. Siete años después, Bruna Husky ha vuelto. Y, para celebrarlo, el martes 11 de febrero, en el marco del festival Gravite patrocinado por CaixaBank, Rosa Montero vuelve a Granada, a la Librería Picasso, a las siete de la tarde, para presentar su novela más reciente, ‘Animales difíciles’, publicada en Seix Barral.
Era uno de los lanzamientos más esperados para el comienzo del 2025 lector y qué gustazo ha sido reencontrarnos con el icónico personaje de Rosa Montero, protagonista de una saga que forma parte de la historia de la mejor literatura española contemporánea. A Bruna Husky la conocimos por primera vez en ‘Lágrimas en la lluvia’, cuyo título de inequívoco aliento a ‘Blade Runner’ no era casual. Y es que, “en 2053 la empresa brasileña de bioingeniería Vitae desarrolló un organismo a partir de células madre, madurado en laboratorio de forma acelerada y prácticamente idéntico al ser humano. Salió al mercado con el nombre de Homolab, pero muy pronto fue conocido como replicante, un término sacado de una antigua película futurista muy popular en el siglo XX”.
Puestos en situación, recordemos que Rosa Montero desarrolló el personaje de Bruna Husky en otras dos novelas: ‘El peso del corazón’ y, la que posiblemente es mi favorita de la saga: ‘Los tiempos del odio’. ¿Pero quién es Bruna Husky? Para mí, la detective privada más original y singular de la novela negra española, como escribí hace unos años. Una novela negra futurista y con ribetes distópicos, que estamos en el Madrid de 2109 y unos robots de lo más humanizado conviven con una humanidad cada vez más deshumanizada.
Al final de ‘Los tiempos del odio’ y por azares de una historia que no les voy a reventar, faltaría más, Bruna Husky quedó muy perjudicada. Tanto que la protagonista de ‘Animales difíciles’ es otra muy distinta, hasta el punto de que ella misma no se reconoce. “Lo cual no es de extrañar, porque no soy yo. Yo era una tecno de combate y disfruté durante casi siete años del prodigio de un cuerpo perfecto. Medía cerca de dos metros y estaba genéticamente adaptada para la lucha. Ahora me miro y no sé a quién veo… Qué birria de persona… Tengo una altura de ciento sesenta centímetros y peso treinta kilos menos de antes”.
¿Se imaginan despertar y ser otra persona? Muy kafkiano, ¿verdad? Pues ahí está el punto de partida de la nueva novela de Rosa Montero. ¿Dónde reside nuestra esencia? ¿En la mente o en el cuerpo? Dejando al margen el alma, sea lo que quiera que sea eso. ¿Y si además de tener un cuerpo que no nos gusta o con el que no nos identificamos, pensáramos diferente y distinto y/o viéramos y sintiéramos la realidad que nos rodea de otra forma?
De todo ello y de mucho más nos habla una Rosa Montero, a la que ardo por preguntar sobre la inteligencia artificial, tema esencial, también, en la actualísima ‘Animales difíciles’. Y hay cambio climático y el trato con las personas mayores. Y hay multinacionales y tecnoempresas que trabajan con la vida eterna. O un remedo. Políticos populistas y movimientos xenófobos. Y hay peleas y disparos. Palizas y broncas. Investigación, interrogatorios, seguimientos y pistas. Y sexo, claro. Que Bruna sigue siendo mucha Bruna, aunque no sea (exactamente) la misma.
Y es que la ciencia ficción especulativa trufada de novela negra nos depara, en manos de Rosa Montero, otra gran novela repleta de acción y reflexión sobre los temas más importantes de estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir.
Jesús Lens
