Como imagen de bienvenida a Ángela, creo que ésta es muy ilustrativa: la mano de pedir que queda después de haber practicado una exigente y concienzudo programa de recortes, en el que no se ha escatimado nada. De nada. Y menos aun.
¡Bienvenida, Ángela!
Y si la idea es echarnos una mano, que no sea un despjo. Y que no vaya al cuello, de ser posible…
Jesús despojado Lens