¿Os acordáis de que en mi entrega de El Rincón Oscuro de hace unas semanas, en la sección semanal que el periódico IDEAL dedicada a la cultura negra y criminal, nos preguntábamos si Scorsese mataría al cine, tras aceptar la financiación de Netflix para su próxima película? Aquí la puedes leer.
Pues el Festival de Cannes parece tener claro que sí. Que Netflix es peligrosa. Y, aunque este año hay dos de sus películas en la competición oficial, aspirando a la Palma de Oro, eso va a cambiar desde 2018…
El Festival de Cannes no aceptará películas en su sección a Competición que no tengan un posterior estreno en salas francesas. La organización del certamen ha lanzado un comunicado en el que asegura que tras la inquietud provocada por «la ausencia de estreno en salas en Francia» de dos de las películas que concursan para la Palma de Oro (Okja, del coreano, con Tilda Swinton, Paul Dano y Jake Gyllenhaal, y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach, con Adam Sandler, Ben Stiller y Emma Thompson) intentó negociar con Netflix —productora y distribuidora de ambos largos— «en vano» para que al menos «esos filmes fueran vistos por el público francés de las salas y no solo por sus suscriptores». El festival lamenta no haber alcanzado un acuerdo, y por ello, aunque le «alegra dar la bienvenida a un nuevo operador que ha decidido invertir en cine», y como apoya «el tradicional modelo de exhibición del cine», ha decidido adaptar sus reglas: «Todo filme que desee entrar en la Competición» tendrá que tener comprometida su distribución en salas francesas. La medida entrará en vigor a partir de la edición de 2018. Por Facebook, el CEO de Netflix, Reed Hastings, aseguró tras conocer el comunicado: “El sistema cierra fila contra nosotros”. (AQUÍ, todo el artículo)
Y tú, ¿cómo lo ves?
Jesús Lens