La noche más Noir

El jueves 16 de junio se celebra el doscientos aniversario de una de las noches más oscuras y terroríficas de la historia de la literatura. Una noche tétrica que, en realidad, duró tres días. Una noche que, paradójicamente, alumbró a algunas de las criaturas más fascinantes y misteriosas del género de terror.

Porque en la noche del 16 de junio de 1816, un variopinto grupo de personas se encerraron en Villa Diodati, a orillas del Lago Leman. Entre ellas, el poeta Lord Byron, que había alquilado la monumental residencia para pasar el verano haciendo excursiones por la montaña, nadando y navegando en las aguas suizas y disfrutando de una naturaleza exuberante. También participó en aquella velada J.W. Polidori, el médico personal de Byron. Y otro gran poeta: Percy Bysshe Shelley. Junto a ellos, dos mujeres. Dos hermanas: las jóvenes, impetuosas y aguerridas hijas del también poeta William Godwin: Claire y Mary.

Hijos de Mary Shelley diodati

Todos ellos habían huido de una Inglaterra encorsetada, puritana, pacata y muy cerrada sobre sí misma, en la que se asfixiaban tanto su voluptuosa juventud, su romanticismo y sus ansias de aventuras como su amor por los espacios abiertos y sus ansias de disfrutar de una naturaleza violenta y salvaje.

Hijos de Mary Shelley Byron

Pero, aunque la primavera debería haber dejado paso al verano, el 16 de junio fue un día gélido que obligó a los exiliados ingleses a refugiarse entre los muros de Villa Diodati y a encender un gran fuego que les hiciera entrar en calor. Y llegó la noche. Y, por la mañana, no salió el sol. Porque  1816 pasó a la historia como “El año del verano que nunca llegó”, en feliz expresión del escritor colombiano William Ospina.

Hijos de Mary Shelley Ospina

Lean, lean el libro que, con dicho título, publicó Ospina el pasado año, en la editorial Random House. Lean una fascinante investigación que cabalga entre lo histórico y lo literario y que da varias vueltas al mundo. Hasta llegar a aquel memorable 16 de junio de 1816.

Busquen, también, los cuadros que Turner pintó durante esos meses, con aquellos atardeceres incendiados en rojo sangre o en violentos morados. Porque en 1815, llovió sangre. Y llovió barro. Y el cielo fue un espectáculo multicolor. Y es que durante meses y meses estuvo lloviendo la ceniza del volcán Tambora, cuya salvaje erupción, el 5 de abril de 1815, provocó un tsunami que mató a muchos miles de personas. Además, la cantidad de azufre que el Tambora expulsó a la atmósfera produjo un cataclismo climático que se alargó durante meses y meses, volviendo loco al tiempo, literal, cromática y metafóricamente.

Hijos de Mary Shelley Tambora

Por eso, la noche del 16 de junio de 1816 abrió las puertas del invierno, en Suiza. Y las del infierno, en Villa Diodati. Una noche que duraría tres largos días y que el grupo de románticos literatos que se habían dado cita en la casa decidió ocupar y enriquecer a base de fantasía e imaginación.

¿Quién sería capaz de inventar la historia más terrorífica y misteriosa, de entre todos ellos? ¿Sería el Lord Byron del que media Europa hablaba, escandalizada? ¿El Shelley cuya poesía conmovía… a la poca gente que le había leído?

La respuesta es no.

Porque las historias más impactantes, las que parieron a las criaturas más salvajes y llegaron a aterrorizar a los residentes en Villa Diodati, las narraciones que trascendieron y se convirtieron en clásicos de la literatura universal fueron la del doctor Polidori y la de una insultantemente joven Mary, casada por aquellos entonces con el propio Shelley, del que había adoptado el apellido. Y es que, aquella noche, el médico sacó a la luz a la figura del vampiro y Mary, a la del hombre resucitado de entre los muertos, al que bautizó como Frankenstein. O el moderno Prometeo.

Hijos de Mary Shelley Vampiro

Pocas veces en la historia de la literatura, una noche fue tan fructífera. Muchas fueron las causas que desembocaron en aquella velada mítica, la del 16 de junio de 1816 que, doscientos años después, todos los que somos Hijos de Mary Shelley nos aprestamos a celebrar.

Porque, desde hace un tiempo, el escritor Fernando Marías ha ido reuniendo a una nutrida pléyade de narradores, escritores y creadores en torno a la figura de Mary Shelley. Antologías de cuentos y relatos, monólogos, obras de teatro, poesía, cómics, dibujos, ilustraciones y un largo etcétera de las más variadas manifestaciones artísticas conforman un proyecto, en continuo crecimiento y expansión, que confluye en esta página web: http://www.hijosdemaryshelley.com/

Obra original de Jesús Conde
Obra original de Jesús Conde

Una página web que está en pleno proceso de transformación y cuyo rostro definitivo se alumbrará mañana jueves, 16 de junio, en Madrid. Porque los Hijos de Mary Shelley tenemos una cita a la que no podemos faltar. En Espacio Fundación Telefónica. A partir de las 12 de la mañana. Con la etiqueta #200Diodati  Y hasta que el cuerpo aguante. Porque el programa confeccionado en torno a los “200 años de Diodati” comienza a mediodía. Y sus actividades se alargarán, oficialmente, hasta las nueve de la noche. Oficialmente, insisto. Porque bien sabemos que la noche es oscura y alberga horrores, ¿verdad?

Hijos de Mary Shelley

Volveré para contarlo. Espero.

Jesús Lens

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Lorca, fuente de inspiración Noir

“El viejo encendió otro cigarrillo de mi paquete de rubio americano, dio una profunda calada, expulsó el humo mirándome fijamente a los ojos y dijo:

–         Además, Federico García Lorca no murió en agosto de 1936”.

Así comienza una novela muy, muy especial que este año está de plena actualidad. Hablamos de “La luz prodigiosa”, de Fernando Marías, ganadora en su momento del premio de Novela Corta Ciudad de Barbastro y publicada originalmente en 1991.

Lorca Noir La Luz Prodigiosa

Se cumplen, pues, veinticinco años de su primera edición. Y para celebrar tan especial aniversario, Ediciones Turpial acaba de lanzar una preciosa reedición en su colección Ópera Prima, con epílogo especial del autor.

Una reedición que coincide con otra conmemoración, en este caso, triste y lamentable: el 80 aniversario del fusilamiento del poeta de Fuente Vaqueros. Pero, ¿y si, como sostiene Fernando Marías, Lorca no hubiera muerto en Víznar, aquel infausto verano?

Lorca Noir Marías

¿Y si, tras el fusilamiento, Lorca hubiera sobrevivido, aunque desfigurado y amnésico? Porque, tal y como comprobaremos al leer “La luz prodigiosa”, Federico fue visto, en Granada, allá por los años sesenta. La historia se la cuenta un anciano, en la cantina de la estación del tren de Avenida de Andaluces, a un periodista que vino a cubrir unas jornadas de homenaje al poeta. Y la historia no tiene desperdicio, empezando por un amanecer de agosto del 36 en que un panadero que cubría la ruta de Víznar se encontró con el cuerpo inerte de un hombre, tendido en mitad de la carretera.

“La luz prodigiosa” es una adictiva novela que se lee del tirón, en una sentada, que transcurre en varios espacios temporales, mostrando una Granada en continua transformación y por la que transitan diferentes personajes que, siendo de carne y hueso, tienen una cierta presencia espectral.

Lorca Noir Lens Marías

Pero llegados a este punto, vamos a retroceder en el tiempo, para acompañar a un joven Federico García Lorca que, una mañana de 1920, llega a la famosa Residencia de Estudiantes de Madrid, en la que coincidirá con otros grandes artistas de la talla de Dalí o Buñuel. Lo recordaba Alberto Jiménez Fraud, director de la Residencia, quien nunca pudo olvidar “la entrada en mi despacho de aquel joven moreno, de frente despejada, ojos soñadores y sonriente expresión, que venía a Madrid a solicitar su entrada en la Residencia”.

Lorca Noir Caballeros Orden Toledo

Mucho se ha escrito sobre la estancia del poeta en la Residencia, en aquellos años de formación, en el que, sin embargo, hay un capítulo bastante desconocido: el de los Caballeros de Toledo, de la que formaron parte los tres genios citados, además de Pepín Bello, Rafael Alberti, María Teresa León y algunas otras personas.

Fundada el 19 de marzo de 1923 por Buñuel, tras una memorable farra durante una de esas noches toledanas que tanta fama tienen, la Orden tenía cinco preceptos de obligado cumplimiento: vagar toda una noche por Toledo, borrachos y en soledad, no lavarse mientras se estuviera en la ciudad, a la que era obligatorio acudir una vez al año. Porque a Toledo había que amarla por encima de todas las cosas y, además, era obligado velar el sepulcro del cardenal Tavera.

Lorca Noir Unamuno

Lo de no lavarse, en realidad, era una cuestión práctica, sobre todo, porque nuestros héroes se alojaban en la Posada de la Sangre, una venta de arrieros sin agua corriente. Además, solían comer perdices y vino de la tierra en la Venta de Aires, como nos cuenta Tomás Hernández en el prólogo de unos tebeos fascinantes: “Los caballeros de la Orden de Toledo”, de Javierre y Juanfran Cabrera, galardonados con el premio Expocómic del año 2015.

Lorca Noir Javierre Juanfran

El ideario de la Residencia está relacionado con la Institución Libre de Enseñanza y su convicción de que la modernización de España dependía de un nuevo modelo de educación. Pero la Institución tenía enemigos, como el diputado Fernando de los Ríos les cuenta a los Caballeros de la Orden de Toledo en un pasaje de sus aventuras. Y para conseguir sus objetivos, la ILE les plantea la necesidad de hacer uso de acciones poco ortodoxas y les anima a que conformen un grupo operativo a su servicio. En una palabra, que los Caballeros de la Orden de Toledo se conviertan “en un brazo ejecutor en la sombra, allá donde la ILE no pueda hacerse visible”.

¿Qué les parece esta dimensión de la biografía de Lorca, convertido en una especie de agente secreto al servicio de la Institución Libre de Enseñanza? Lean, lean los tebeos de Javierre y Juanfran Molina. Y échenle un vistazo a la web: http://www.laordendetoledo.com

Lorca Noir Toledo

Como se puede apreciar, Lorca es una fuente constante de inspiración literaria y libérrimamente creativa. La última buena noticia en este sentido nos la ha dado uno de los grandes autores negro-criminales contemporáneos, Alejandro Pedregosa, escogido por un comité de expertos para pasar el verano en Praga con la misión de escribir su nueva novela, en la que relacionará a Franz Kafka con el propio Federico García Lorca en un proyecto que promete ser absolutamente apasionante.

¡Ya estamos expectantes!

Jesús Lens

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Díaz Canales y el viaje del agua

Un tipo que dedica un álbum a su querida madre, Toñi, “que durante toda mi vida me ha ayudado a hacer los deberes”, tiene que ser un tipo singular y muy, muy especial. Me atrevería a decir que dotado de una férrea disciplina y de una inmensa capacidad de trabajo. Si no, no se entiende. No se entiende la feracidad creativa de Juan Díaz Canales.

Juan Díaz Canales

Centrémonos en los últimos cinco o seis años de su trayectoria artística. En 2011, Juan escribió el guion de “Fraternity”, un fascinante e inquietante álbum que cuenta con el dibujo de Juan Luis Munuera, publicado por Astiberri.

Juan Díaz Canales Fraternity

En 2013 llegó “Amarillo”, la última entrega hasta la fecha de la serie Blacksad. Porque, y estoy seguro de que ustedes ya lo sabían, Juan Díaz Canales es el guionista de los cinco álbumes de la impresionante serie del gato detective que dibuja nuestro admirado y querido Juanjo Guarnido, y al que dedicamos esta entrega de El Rincón Oscuro, en su momento.

No es casualidad, pues, que a estas alturas de su carrera, nuestro protagonista, nacido en 1972, atesore buena parte de los mejores premios que se pueden ganar en el mundo del tebeo, incluyendo los del prestigioso festival de Angulema, el Eisner y, en 2014, en Premio Nacional del Cómic.

Juan Díaz Canales Juanjo Guarnido

Y así nos plantamos en 2015. Recuerdo que unos meses antes me atraganté con el primer café de la mañana, al leer la noticia de que Díaz Canales y Rubén Pellejero eran los elegidos para escribir y dibujar, respectivamente, un nuevo álbum del mítico Corto Maltés.

Rubén Pellejero (Izq), dibujante, y Juan Díaz Canales (Der.), guionista, son los autores del nuevo album de Corto Maltes, fotografiados en la sede de Norma Comics en Barcelona el 15 de Septiembre del 2015 . FOTO: BALI
Rubén Pellejero (Izq), dibujante, y Juan Díaz Canales (Der.), guionista, son los autores del nuevo album de Corto Maltes, fotografiados en la sede de Norma Comics en Barcelona el 15 de Septiembre del 2015 . FOTO: BALI

Efectivamente, Patricia Zanotti, última compañera y heredera del llorado Hugo Pratt, decidió que fuera Díaz Canales el que escribiera la primera historia de Corto Maltés en veinte años. La primera, además, que no saldría de la pluma de Pratt. ¡Menuda responsabilidad! ¡Y menudo éxito, también!

Porque “Corto Maltés. Bajo el sol de medianoche”, publicado por Norma Editorial, es una gozada. En todos los sentidos. Una novela gráfica que no solo respeta el espíritu del personaje, sino que lo homenajea desde la admiración… y el profundo conocimiento de la obra de Pratt. Tanto el guion como el dibujo le dan continuidad a las características más importantes del marino maltés: sus ansias de viajar, su sed de aventuras, su amor por la naturaleza salvaje y los territorios más indómitos, su concepción de la amistad, la lealtad y la justicia, su forma de fumar, su estocismo rayano en el cinismo, sus ácidos diálogos… y su sempiterno saco de marinero cargado a la espalda.

Juan Díaz Canales Corto Maltés

Hasta los más exigentes admiradores de Pratt coincidieron en que no hubiera podido haber una mejor continuación para las aventuras de un personaje imprescindible en la historia del cómic mundial.

Pero la gran sorpresa en la trayectoria de Juan Díaz Canales todavía estaba por llegar. Porque hace un par de semanas que Astiberri ha publicado “Como viaja el agua”, álbum de corte negro y criminal escrito… e íntegramente dibujado por un autor total, brutal y colosal.

Juan Díaz Canales como viaja el agua

Todo comienza con el descubrimiento de un cadáver, en una barca, flotando en un estanque de un Madrid perfectamente reconocible, pero algo distinto al habitual. El muerto es un viejo llamado Longinos, y forma parte de una banda de abueletes que pasan su tiempo jugando a las cartas… ¡y traficando con material robado! Objetos sencillitos, como relojes, móviles y chismes por el estilo. Nada de drogas, armas o sustancias peligrosas, no se vayan a preocupar.

Quiere la casualidad que el forense que levanta el cadáver de Longinos sea el hijo de Niceto, otro de los simpáticos viejecillos de la panda. ¿Quién y por qué ha matado a Longinos? Porque su muerte no ha sido ni natural ni accidental, que le han abierto la cabeza con un objeto contundente…

Juan Díaz Canales como viaja el agua viñeta

Mientas la policía investiga, conoceremos al resto de abuelos. Y a la familia de Niceto. Que no es un tipo fácil. Fumador empedernido y combatiente en la Guerra Civil, aún mantiene vivos sus ideales. Y su acracia militante. La narración de Díaz Canales tiene varios hilos argumentales complementarios, pero con un nexo común: la realidad. Confrontada a los sueños. A lo que pudo ser y no fue. Y, sobre todo, a lo que ya nunca podrá ser.

Sostiene Niceto, con una preclara clarividencia: “La enfermedad no es lo más doloroso de hacerse viejo. Lo peor es la indiferencia. Un buen día te das cuenta de que la realidad te ha ganado la partida. Una partida que ni siquiera sabías que estabas jugando”.

Y luego llega la página 59. De la que no les voy a decir nada. Pero que les impactará cuando lleguen a esas seis viñetas, quintaesencia del arte secuencial. Puro noir clásico, concentrado, que acredita a Díaz Canales, también, como un excelente dibujante.

“Como viaja el agua” les va a sorprender. Y a impresionar. Es un tebeo de 100 poliédricas páginas y de enorme profundidad humana que habla de uno de los temas favoritos de Díaz Canales: la utopía social. Y su final.

Juan Diaz Canales como viaja el agua

Estamos ante un excepcional cómic que nos invita a mirarnos en un espejo y a buscar lo que hay detrás de la imagen que nos devuelve nuestra propia mirada.

Jesús Lens

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Gran Granada

En Granada, los años 60 no se recuerdan por el mayo parisino, precisamente. Ni por el Festival de Woodstock, el Flower Power, el rock de la Costa Oeste de los Estados Unidos o la invasión de los hippies.

En Granada, los años sesenta estuvieron marcados por unas terribles inundaciones que cambiaron la fisonomía de la ciudad, dando lugar al nacimiento y consolidación de algunos barrios que hoy son muy populares.

Gran Granada Genil desbordado

Aquellos cambios y alteraciones propiciaron una corriente de especulación urbanística tremebunda, además de afectar a la vida de la gente, por supuesto. Y de todo ello habla “Gran Granada”, una excelente novela negra de Justo Navarro, publicada por la editorial Anagrama, que se abre con la muerte de un abogado en un céntrico hotel de la calle Ganivet.

¿Quién era aquel abogado y qué pintaba en Granada? Y, sobre todo, ¿por qué, tras su muerte, comienzan a morir algunas de esas personas que forman parte de la más conocida Gran Granada? Algunas, por su propia mano…

Máscaras. La “Gran Granada” descrita por Navarro está poblada de máscaras. Y de mascaradas. Sin que sea tiempo de Carnaval. Porque las familias, las parejas y los matrimonios no son necesariamente lo que parecen, como la investigación puesta en marcha por el comisario Polo sacará a relucir.

Gran Granada

El comisario Polo. ¡Qué tipazo! Es llamativo que, necesitando unas gafas de culo de vaso para ver lo más evidente por culpa de su galopante miopía, sea todo un visionario. Que tiene pinchados todos los teléfonos que importan en la ciudad, convencido de que el desarrollo de la tecnología será fundamental para las investigaciones policíacas. Un Polo que también vaticina la importancia de la televisión, que podría ser una inmejorable aliada a la hora de controlar las mentes de los ciudadanos. Aunque no sé yo si él pensaba en la telebasura, precisamente…

En “Gran Granada”, Justo Navarro hace una excepcional disección de una sociedad que se balancea entre las ansias de cambio y la contumaz realidad que lo hace imposible. Dos Granadas que chocan entre sí de forma inmisericorde.

Gran Granada Justo Navarro

Una Granada culta, amante del arte y la historia, avanzada y tolerante, se enfrenta a una Granada obtusa que solo mira hacia atrás, asustada por los cambios que se vislumbran en el horizonte. Una Granada reaccionaria y rancia, cateta y violenta, que solo piensa en el dinero. En el dinero fácil. Que suele ser el dinero más sucio. Y el que con más insistencia exige estabilidad, orden y concierto, como no nos cansamos de leer en las informaciones sobre  la corrupción de cada día.

Y ese choque, la fricción de esas dos Granadas, irá dejando cadáveres en el camino. Y víctimas colaterales. Pero nos servirá para conocer un poco mejor la ciudad en la que vivimos. Porque de los barros provocados por las inundaciones de los sesenta vienen algunos de los lodos en los que todavía estamos enfangados, cincuenta años después.

Gran Granada Noir

Y si no me creen, busquen un documental que, aparentemente, no tiene nada de negro y criminal: “Sacromonte, los sabios de la tribu”, dirigido por Chus Gutiérrez, coautora del guion junto al narrador de la historia, Curro Albaicín. Ahí verán cómo, tras las inundaciones y aprovechando la ruina que provocaron, el famoso barrio de los gitanos fue arrebatado a sus históricos moradores, provocando un auténtico cataclismo en el mundo del flamenco granadino.

Los reasentamientos de los antiguos moradores del Sacromonte en distintos barrios de la ciudad terminaron por disgregar a una comunidad que, dispersa y alejada de sus cuevas y sus zambras, dejó de ser lo que era.

Gran Granada IDEAL

Y en estas estábamos cuando Franco decidió visitar Granada, tras las inundaciones. Lo que provocó otro terremoto, como Justo Navarro describe en “Gran Granada”. Porque hubo muchos fallos en la organización de aquella visita. Incluyendo una antigua pistola extraviada… que podría ser usada en un atentado.

Gran Granada Patria

Una novela de tanto alcance como “Gran Granada”, además de contar una historia de crímenes, robos de arte y especulación, nos descubre una ciudad que fue y que, por fortuna, ha quedado muy difuminada. Aunque todavía queden resabios, en ciertas actitudes. Una novela, en fin, que nos anima a bucear en el urbanismo local. Empezando por la calle Ganivet.

Pero todo ello ya formará parte de otra historia…

Jesús Lens

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Accidentes de tráfico: motor del Noir

“Crash”, ganadora de un polémico Oscar a la Mejor Película en 2006, comienza con un accidente de tráfico en una autopista de Los Ángeles que desencadena una sucesión de acontecimientos que alterará la vida de decenas de personajes.

Accidentes Noir crash

Dirigida por un debutante Paul Haggis, “Crash” es una película fascinante que defiende la tesis de que todo el universo está conectado e interrelacionado y que cada acción tiene unas consecuencias de alcance impredecible. Así, la investigación del accidente termina relacionando cuatro historias diferentes que involucran a personas que, en principio, nada tienen que ver entre sí: una pareja de afroamericanos ricos con otros pobres. Policías de tráfico y detectives con cerrajeros hispanos. Comerciantes persas provenientes de Irán con esclavos asiáticos. Damas de la alta sociedad angelina con abogados corruptos…

Un accidente de tráfico puede suponer uno de esos cambios disruptivos en la vida de las personas que transforman radicalmente su existencia. Y son mucho más habituales que los asesinatos, por cierto. Y por desgracia. No es de extrañar, pues, que la narrativa negra y criminal los introduzca en sus tramas como elemento dramático y como desencadenante de la acción.

Accidentes Noir Crash movie

Lo hemos visto en la más reciente novela del novelista sevillano Andrés Pérez Domínguez, “Los dioses cansados”, publicada por Alianza editorial, que arranca con una pareja que vuelve a casa tras haber disfrutado de una estupenda cena. Es de noche. Conduce él. Ha bebido. Ella también. El vino hace su efecto. Se excitan. La carretera está despejada. Se dejan llevar. El vértigo de la velocidad. El sexo. Unas luces de frente. El chirrido de los frenos. Y el silencio.

A partir de este planteamiento, Andrés Pérez Domínguez desarrolla una apasionante trama de quinientas páginas en las que el accidente provoca una serie de reacciones que obligarán a los protagonistas a enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Además, despertarán fantasmas del pasado que parecían dormir el sueño de los justos. Y no era así.

Accidentes Noir Los dioses cansados

“Los dioses cansados” es una novela negra, realista y contemporánea en la que también se investiga la muerte accidental –o no- de una persona de reconocido prestigio que podría ser candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía por uno de esos partidos que representan a la nueva política. Una novela imprescindible en el universo negro y criminal, con la crisis económica, social y moral que nos acosa como marco para una historia adictiva, coral y de rabiosa actualidad.

Accidentes Noir Andrés Pérez Domínguez

Y un accidente de tráfico tiene un papel igualmente trascendental en la gran novela negra del año 2015, “Subsuelo”, de Marcelo Luján, publicada por Salto de Página y una de las candidatas al Premio Hammett de Semana Negra de este año. Un libro que ha sido alabado y reivindicado por lectores y críticos como una de las joyas del Noir contemporáneo, un extraordinario tour de force narrativo que deja con la boca abierta a todo el que lo lee.

Accidentes Noir Subsuelo

“Subsuelo” de desarrolla en el paraíso.  El paraíso entendido al modo de esa clase media para la que una parcela en el campo, un chalé, una barbacoa y una piscina son el equivalente al éxito social, a la consecución y materialización del Gran Sueño Español. Y en ese espacio, una noche de agosto, se encuentran tres matrimonios, compartiendo una velada de cena y copas que se alarga hasta bien entrada la madrugada. Y están sus hijos, dobles parejas de preciosos hermanos postadolescentes que pasan las horas con un ojo puesto en sus gráciles cuerpos y, el otro, en sus smartphones.

Hablan, tontean, rozan sus piernas, se insinúan, juguetean… hasta que se acaba el hielo. ¡Ay, el hielo! ¡Sin hielo no hay paraíso! Porque las copas, para que la fiesta continúe, precisan de cubitos de hielo.

“Subsuelo” es una novela terrible y perversa que dinamita los sueños de esa clase media española, media-alta, que todos sabemos que existe, pero que no suele ser sujeto narrativo. Una burguesía que, por ejemplo, ha sido cinematográficamente masacrada sin piedad, en Francia, por el más ácido y vitriólico Claude Chabrol. Y, en Alemania, por ese otro destroyer que es Michel Haneke. Una clase media-alta que choca con una realidad que torna sus sueños en pesadillas.

Accidentes Noir Marcelo Luján

Y es que, como vemos, más allá de protagonizar esas fantasiosas e imposibles persecuciones cinematográficas, los coches también son el motor de un género negro y criminal realista, sincero y creíble.

Jesús Lens

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