El 28 de octubre, probable fecha de las próximas elecciones andaluzas, me ha llevado a bucear en la Wikipedia. De repente, existe un consenso generalizado: Susana Díaz adelantará la consulta electoral al otoño y la fecha elegida es el 28-O en que se celebra el aniversario de las míticas elecciones de 1982, cuando el PSOE arrasó en las urnas y obtuvo una holgada mayoría absoluta.
Las razones para dicho adelanto electoral son muchas: el efecto tirón de Pedro Sánchez, antes de que el desgaste del gobierno le erosione su handsome face; el lío que tiene montado el PP a nivel nacional; el apasionante contencioso interno que entretiene a Podemos -o como se llame su marca andaluza, con o sin confluencia- con los Pablistas-Echeniquistas enfrentados a los Teresianos-Anticapitalistas; y el poco tirón del líder de Ciudadanos, sostén del Susanato en esta legislatura y de cuyo nombre no puedo acordarme.
El 28-O va a cobrar, por tanto, una relativa importancia en nuestra vida, dando el pistoletazo de salida a otro año electoral de lo más intenso, con las Municipales y Europeas en mayo del 2019 y las Generales… cuando pacten los Picapiedra, Pedro y Pablo.
Cosas importantes para recordar, de otros 28 de octubre: en 1993, Boris Yeltsin decreta la propiedad privada del suelo en Rusia -¡Oh-Dios-Mío!- y, tanto en 2011 como en 1971, se pusieron importantes satélites en órbita, que no es por dar ideas, pero que ganas dan de lanzar a alguno que yo me sé al espacio exterior…
Paradójicamente, y no sé si Susana habrá contado con esto; el 28 de octubre de 1848 se inauguró el primer ferrocarril que funcionó en España, la línea Barcelona-Mataró. 170 años después, Granada seguirá sin tren, una preciosa efeméride que, a buen seguro, la combativa Marea Amarilla no dejará pasar así como así.
Pero no seamos derrotistas: el 28-O de 1981 nació la todopoderosa banda Metallica y, sobre todo, en el año 709 de nuestro Señor, en la ciudad mexicana de Yaxchilán, la dama Xok, esposa del rey Escudo Jaguar II, se hizo pasar una cuerda con púas de obsidiana a través de un agujero en la lengua.
Todavía no sé qué simbolismo metafórico tiene esta última efeméride, pero algo se nos ocurrirá, que es demasiado golosa como para dejarla escapar así como así.
Jesús Lens