Me gusta esta imagen. ¿Habrán remado por encima de sus posibilidades estos aguerridos muchachos? O será que se han dejado llevar por la algarabía provocada por la gran catarata… ¿Quizás se han ebmarcado en una quimera demasiado ambiciosa? O, lo mismo, es que sencillamente se dejaron llevar por la corriente hasta un punto excesivamente peligroso. Lo que conocemos como el punto de no retorno.
Así las cosas, la pregunta no es tanto cómo hemos llegado hasta aquí, sino qué hacemos para remontar la corriente y no terminar por precipitarnos al abismo. Salvo que nos gusten las emociones fuertes, claro. Que tampoco habría que descartarlo, viendo determinadas actitudes.
Jesús gráfico Lens