Ha sido mi primera vez. Me acaba de venir. Un paquete de cartón, marrón, con una pegatina blanca: «You ReadOnTime!: Books from Publisher to You». Y sigue: «Libros producidos a demanda».
Había oído hablar de ello. Un autor escribe un libro y, en vez de gastarse una pasta ingente en una autoedición o de partirse la crisma, de editorial en editorial, intentando una improbable edición y, en su caso, una imposible distribución; contacta con empresas como www.readontime.com y consigue que su libro esté disponible, para todo el mundo, a golpe de click.
Ojo. No hablamos de un libro electrónico. Hablamos de un libro tradicional, en papel, perfecta y primorosamente editado, que te llega perfectamente embalado a casa unos días después de clickear la orden de compra.
Mi primera vez con esto de los Libros Producidos a Demanda ha sido con «Don Juan en la frontera del espíritu», de Juan José Díez. A través de este enlace (http://redeblogsylibros.ning.com/profile/JuanJoseDiezRuiz ), y en un par de minutos, hice el pedido que me acaba de llegar.
Y es que los caminos de Internet son inescrutables.
Ustedes, que ya me van conociendo, entenderán que no pudiera resistirme a un libro que viene descrito de la siguiente manera:
«Esta obra reconstruye el momento histórico del naciente imperialismo americano, la Gilded Age, en el periodo de la embajada de Valera en Washington (1884-1886). Sigue lo más fielmente posible la peripecia diplomática de don Juan; sobre todo, su principal quebradero de cabeza: el independentismo y terrorismo cubanos con el apoyo de los jingoístas americanos.
Respecto a su vida privada, trata los amores tardíos de Valera con la hija de Bayard, el Secretario de Estado del presidente Cleveland. Tanto don Juan como Kate Bayard hablan en muchas ocasiones con sus propias palabras: las de él, tomadas de las cartas a su mujer, sus hijos y sus amigos; las de Kate, extraídas de unas notas privadas todavía no publicadas en español.
Aparecen en la trama problemas aún vigentes: nacionalismo, terrorismo, tortura, masones, el cuarto poder de la prensa, el budismo esotérico, la manía-depresión, la muerte de la literatura, la crueldad en los toros…»
Con el libro físico entre las manos, paso la primera página. Y encuentro este poema de Machado:
«Al olmo viejo hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de Abril y el sol de Mayo
algunas hojas verdes le han salido.»
Pero es que sigo leyendo, el capítulo I, y me encuentro el siguiente arranque:
«A bordo del «Cefalonia», don Juan podía atisbar en la distancia, un poco velados por la niebla, los grises barracones del puerto de Nueva York. Novios fantasmales, matrimonios de jubilados ingleses, camareros somnolientos deambulaban por cubierta.
- – ¿Qué hago yo aquí?- se preguntó…»
Ya está. Ya estoy enganchado. Porque comenzando con ese «¿Qué hago yo aquí?», la eterna pregunta… «Don Juan en la Frontera del Espíritu» me resulta aún más atractivo, sugerente e interesante.
Ya os contaré, pero, de momento, encantado estoy de haber empezado a usar este ecológico y racional sistema de Libros Producidos a Demanda.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
Comentarios
12 respuestas a «DON JUAN EN LA FRONTERA DEL ESPÍRITU»
Alter, conocía esa experiencia. De hecho, yo ya he solicitado una recopilación de artículos en Bubok, que es otra editorial similar a la que comentas. Excelente oportunidad para quienes nos gusta escribir y leer.
Alter, lástima que ayer no pudiéremos hablar más rato, pero el caos es el caos. Nos debemos una charla tranquila, Verde y pausada.
Como dices, esto es el futuro. Económico y ecológico.
Sin duda.
PD.- Cuenta más de esa iniciativa tuya…
Anda, no tenía ni idea. ¡Qué interesante! Gracias por la info.
Así sabremos… ¡por fin! cuántos libros vendimos y quiénes son nuestros lectores (o por lo menos, los compradores).
La opción de Bubok, es muy interesante. En mi blog verás una imagen a la derecha, que es la portada de un libro llamado Opiniones Intempestivas. Esa es la recopilación de artículos que me he encargado. Ya te comentaré como autoeditarte, desde un sólo ejemplar.
Conocia vagamente estas industrias. En Jaen tenemos publicatuslibros.com pero el problema es que yo nunca me editaria un libro si este no ha despertado el inyteres de un editor. Es como votarme a mi mismo para un cargo.
Saludos (no puedo poiner tildes: el ordenata esta chungu´´isimo).
Rigoletto
Muy interesante el arranque, desde luego. Conocía, aunque vagamente, este novedoso modelo de edición.
Saludos.
Una forma ecológica de reducir el riesgo de editar. Lo probaré. Aunque yo para elegir que leer necesito tocar y ver
Rigoletto, no tiene que ser necesariamente así. En vez de perder el tiempo peleando con un editor que te va a sangrar y no va a distribuir tu libro, te ahorras todos esos pasos intermedios.
Lo que dice Guillermo es una verdad como un templo.
Alter, pensé que era una edición personal que habías hecho, artesanal.
Juan Antonio, El Tercero, posiblemente, fuera de los grandes best sellers, ésta será la edición del futuro. Ésta y el libro electrónico.
Las temáticas de la obra y la época histórica en que se desarrolla la verdad es que prometen.
De «Don Juan» solo conocía el clásico de Zorrilla y el de Torrente. Y ahora este «Don Juan», abriendo nuevas fronteras editoriales y brindando nuevas posibilidades de lectura.
Corren tiempos en que es difícil publicar, y en los que da la impresión de que se escribe más que se lee. ¿Para quien escribimos? ¿De qué factores depende que se compren unos libros u otros? ¿Es todo una cuestión de buen marketing? Hay mucho escrito, no tendremos tiempo para leerlo todo. Hay que ser selectivo, más allá de modas del momento. En cualquier resquicio podemos encontrar una buena obra y no hay que descartar ningún medio.
En fín, el tema da mucho de sí. Aunque se publique o no la escritura seguirá siendo un buen antídoto para tiempos de crisis, para nuevos descubrimientos y siempre quedará «La magia de escribir» (libro de J. Antonio Marina)
Aunque se dice que la labor del editor es la de hacer la criba necesaria para garantizar la calidad de lo que le llega al lector, todos sabemos por la experiencia adquirida en muchas compras que esto no es exactamente así. La de veces que se me ha quedado la cara de haba después de gastarme 15 o 20 euros en algo que no merece la pena en absoluto.
Por eso la opción «del productor al consumidor, sin intermediarios» me parece correcta para ambas partes, sobre todo si el escritor permite que el lector pruebe su producto, los primeros capítulos del libro, y compruebe si merece la pena arriesgarse a comprarlo.
Ya sabes, Jesús, que es una opción que no descarto para un futuro más o menos cercano.
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