Esta semana les quiero hablar de un cómic y de una película que me han gustado especialmente. Aunque al guionista Ed Brubaker tenemos que dedicarle una entrega completa de este Rincón, no podemos dejar pasar un día más sin recomendarles vivamente el tomo recopilatorio de ‘La escena del crimen’, publicado por Planeta Cómic, con material extra algo escueto, pero muy interesante.
“Estamos llegando a un punto en la carrera de Ed Brubaker en el que ningún aficionado acérrimo a Ed Brubaker puede decir cuál es su obra favorita de Ed Brubaker. Pero yo, uno de los aficionados acérrimos originales de Ed Brubaker estoy aquí para deciros que esta es mi obra favorita de Ed Brubaker. Es esta”. El autor de este galimatías es ni más ni menos que Brian Michael Bendis, otro de los más grandes del cómic noir contemporáneo.
¿Por qué es tan interesante ‘La escena del crimen’? Porque es canónicamente noir. El protagonista es un detective privado con antecedentes violentos y viciosos, hijo de un policía muerto en acto de servicio. Vive con su tío, un especialista en fotografía de sucesos. Un detective joven, pero suficientemente maleado al que le encargan encontrar a una chica fugada igualmente joven… e igualmente maleada.
¿Les suena el argumento? Efectivamente. Es un claro homenaje a los padres de la novela clásica norteamericana, Raymond Chandler y Dashiell Hammet, trufado de aquella película tan maravillosamente turbadora, ‘Chinatown’.
Y, sin embargo, no estamos ante ningún pastiche. Homenaje sí. Respeto también. Pero originalidad y calidad a raudales, con una trama de lo más sugestiva y sugerente, cargada de ese fatalismo tan propio del género negro. Además, Michael Lark hace un gran trabajo al dibujo y Sean Phillips con el entintado y esos claroscuros tan poderosos. En próximas semanas hablaremos de ‘Sleeper’, ‘Criminal’ y de ‘Gotham Central’, pero si pueden, háganse con esta pieza de antología, un antes y un después en el cómic noir norteamericano.
Vámonos al cine, hablando en sentido figurado. En Filmin se ha estrenado lo nuevo de Kike Maíllo, director de la notable ‘Toro’, una de las grandes películas policíacas del cine español contemporáneo.
En ‘Cosmética del enemigo’, el cineasta adapta una novela de la muy perturbadora autora francesa Amélie Nothomb. La película es un tour de force absoluto cuya acción transcurre en apenas tres o cuatro escenarios, aunque muy bien aprovechados, cinematográficamente hablando. Por la misma razón, apenas hay tres o cuatro actores de referencia en pantalla, llevando el peso de la historia dos de ellos: la inquietante Athena Strates y Tomasz Kot, protagonista de aquella sublime ‘Cold War’.
Ni les voy a decir de qué va ni deben permitir que nadie se lo diga. De hecho, cuanto antes vean la película, mejor, no vaya a ser que algún graciosillo se la reviente. En apenas hora y media, asistimos a un duelo interpretativo de alto voltaje, con una historia repleta de aristas y sorpresas que hacen las delicias del espectador. Como les decía, buena parte de la acción de ‘Cosmética del enemigo’ se desarrolla en el aeropuerto Charles de Gaulle parisino. Para un amante de los no-lugares como yo ha resultado una gozada el partido estético que le saca Kike Maíllo en un buen número de escenas. Tensión, angustia y sorpresas. Muchas sorpresas. No se la pierdan.
Y vayan desempolvando su copia de ‘Extraños en un tren’, la novela y la película. La semana que viene hablamos de ellas, en re-celebración del centenario de Patricia Highsmith, una de las más grandes escritoras de género policíaco. Es-cri-to-ra, nada de ‘Dama del crimen’ y otros execrables y revenidos topicazos machistas por el estilo.
Jesús Lens