¡Qué bien me ha venido lo del CIS para escribir esta columna, que me debatía entre el Ayuntamiento y la nada! Les confieso que estaba tentado de escribir sobre lo de la cena privada en el claustro de nuestro consistorio, disfrutada por los invitados de la cofradía del Huerto de los Olivos con motivo de la clausura del XV Congreso Nacional de Hermandades con la Advocación de la Oración en el Huerto. Sin embargo, sólo con leer todo eso, así seguido, me he agotado. De ahí que el CIS venga a espabilarme cuando estaba a pique de quedarme muerto.
Empecemos por los tópicos, por los lugares comunes: recuerden que la auténtica encuesta, la única con un grado de fiabilidad del 100%, es la del próximo 10-N. Esto es como lo de ‘esta noche, a las 3 serán las 2’ del pasado sábado.
¿Hacemos chistes sobre el Masterchef Tezanos o, por contra, recordamos que el CIS acertó con los resultados de las pasadas elecciones? ¡Qué pereza! ¡Qué sensación de deja vu! ¡Y yo que pensaba que el CIS me iba a salvar la columna! Porque, no sé ustedes, pero la horquilla que le da al PSOE entre 133 y 150 escaños me parece entre demasiado amplia… ¿y generosa? No tardaremos en salir de dudas.
Entro en el desglose por provincias y un nuevo chasco desde el punto de vista de la excitación informativa: en Granada, todo sigue igual. Ni el efecto VOX llenando el Palacio de los Deportes, ni el desembarco de Errejón ni el previsible batacazo de las huestes de Rivera se dejan sentir en nuestra tierra, donde parece que se repetirán los resultados de las pasadas elecciones. Al menos, según el CIS.
Una duda: ¿saben ustedes si estarán en casa el 10-N? ¿Han comprobado si les coincide con algún evento familiar o social que les impediría ir a votar? Y, en este caso, ¿han solicitado ya el voto por correo? En las pasadas elecciones había mucho meneo con ese tema. Mucha movilización. En esta ocasión, sin embargo, percibo una cierta abulia al respecto.
Jesús Lens