Pues sí. Todo ello es cierto. Y partiendo de esa anécdota, el escritor Andrés Pérez Domínguez ha construido una sólida historia titulada “El factor Einstein”, publicada por Martínez Roca, una novela ambiciosa, voluminosa, en la línea de los mejores libros de espías de los más reputados autores internacionales.
Porque “El factor Einstein” transcurre en los EE.UU de preguerra así como en el Berlín enfebrecido con los nazis. Uno de los mejores capítulos de la novela se encuentra al principio de la misma, cuando Frida ha de encontrarse con un sujeto en un café de la capital alemana. La tensión en que transcurre la persecución y abordaje está perfectamente lograda.
Hablamos de una historia tradicional de espías, con agentes dobles, estrategias, persecuciones y asesinatos en la que el mejor papel corresponde a Frida, una Matahari de los nazis que, convencida de su misión, aún tiene resabios conservadores que la hacen desdoblar su personalidad entre la Frida científica, ilustrada e intelectual y la Frida asesina, convencida de que tiene una misión entre manos que la obligará a mentir, engañar y, llegado el caso, hasta a matar.
Pero ¿cuál es el McGuffin de la historia? ¿Qué pone en marcha a Frida y por qué un Einstein en horas bajas como científico aún tenía un importante papel que jugar en el concierto de la alta política mundial?
Una palabra, o mejor dicho, un concepto nos lo explica ya que a medida que los años treinta se ven abocados a una conflagración internacional, un mineral comienza a cobrar una importancia capital: uranio. Uranio para fabricar bombas. Unas bombas muy especiales: las bombas atómicas que pudieron ser posibles “gracias” a la famosa teoría de la relatividad de un científico genial que, en esta novela, también es una persona entrañable, cálida y cercana, al que descubrimos en la intimidad de su exilio americano, tocando el violín, navegando en barco o haciendo gala de sus notables dotes de seductor.
Una novela de espías que, como todas las que se precian en este sector de la literatura, tiene cerca de seiscientas páginas, necesarias para contar una historia de largo alcance y amplio recorrido, con unos personajes muy bien perfilados y una atractiva trama, bien trazada y mejor resuelta.
A quién le gusten las novelas de intriga (que no negras y policíacas propiamente dichas) basadas en un periodo de la historia tan excitante como el de entreguerras, en “El factor Einstein” encontrará una extraordinaria novela con la que entretener las todavía largas noches de este extraño invierno que ya toca a su fin.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
PD.- Más información: en el Blog de El Factor Einstein.