Hoy blogueamos un poema. Y no es un poema cualquiera. Es uno de los últimos poemas de Alicia Choín Malagón, la poetisa anteriormente conocida como Clarito y que, estas semanas está de enhorabuena ya que su poemario «Versos desabrochados» ha visto la luz, en la Editorial Dauro.
Y lo presenta.
En riguroso directo, el viernes 1, a las 18.30 horas, en la Casa de los Tiros.
¡Enhorabuena, Alicia! ¡Qué ganas teníamos de ver tu maravillosa poesía editada como debe ser, negro sobre blanco!
Un besazo.
El día que «tú» será otro
Pasará el tiempo.
Un día vendrás y te buscarás en mis versos.
Y cuando me preguntes: esto lo has escrito para mí, ¿verdad?
Te contestaré quizás triste, quizás contenta,
como haces tú,
que no, que no lo he escrito para ti.
Primero no te lo creerás y escuadriñarás cada letra
en busca de un recuerdo, de una historia reconocida.
Pero nada hablará de ti.
Eso sí; será auténtica poesía
– como ocurre ahora con tu nueva musa –
de esa belleza exultante que te escuece,
que duele tanto
porque no eres parte de ella.
Y no sabrás qué dolor es peor,
si imaginar mis dedos en su piel
o saber que ahora él
es el dueño de mi verbo.
Y querrás zarandear todo el poema, escupirle a la cara,
apartar a patadas los puntos, todas las palabras,
y acorralar contra tu espada y el papel
a ese “tú» que ya no eres “tú”,
arrancarle la tinta a tiras,
preguntarle en qué lugar se enamoró de mí,
y odiarás su acento y la forma en que se mueve libremente
por cada estrofa
como si estuviera en su casa, en tu casa;
mientras te mira burlón, desde arriba, henchido de gozo,
arropado por esos adjetivos de placer
que tampoco serán para ti.
Sentirás a las hordas de una legión de gusanos,
que una vez fueron mariposas,
devorar tus entrañas,
darles la vuelta y dejarlas tiradas
en una carretera desierta,
mientras se secan bajo
un sol de injusticia.
Y te acordarás de que alguien escribió
que el pasado es un lugar,
y querrás volver a él,
pero la vida circula en una dirección;
sin billete de ida y vuelta.
Bien sé lo que me digo.