Ayer me desperté con un pálpito intuitivo y anticipatorio: verás tú que, un año más, no me toca el Gordo. Menos mal que, en este 2020, el célebre dicho de que lo importante es la salud cobra más importancia que nunca.
Dejé a los chaveas de San Ildefonso desgañitándose en Madrid y fui en busca del periódico y el café, ese binomio perfecto. Caminaba por el Zaidín cabizbajo y taciturno. La noche anterior, que me sorprendió en la calle por gajes del oficio, fui incapaz de ver la gran conjunción de Saturno y Júpiter. Presa del insomnio y rebulléndome en la cama, moría de envidia al ver las imágenes de los buenos aficionados a la astronomía. Puedo prometer y prometo que para la próxima gran conjunción, la de 2080, me lo tomaré más en serio, que para algo soy un fan fatal de Saturno y sus sugerentes anillos.
Como lo soy de ese otro anillo, el verde, con abría la portada de IDEAL. El plan es, básicamente, rodear Granada con 200.000 árboles que serán plantados a lo largo de los próximos 10 años. La foto del alcalde pala en mano está muy bien, que hay que predicar con el ejemplo. Por allí andaba también el delegado de la Junta, Pablo García, hablando del compromiso con el medio ambiente del ejecutivo andaluz.
Pedí un segundo café donde Gregorio y busqué en la hemeroteca mi columna del 1 de marzo de 2019, meses antes de las elecciones municipales que auparon a Salvador a la alcaldía. Se titulaba ‘Un pulmón verde para Granada’ (Leer AQUÍ) y hablaba de la extraordinaria idea planteada por Antonio Cambril, candidato de IU-Podemos, de completar un corredor verde por el Violón que conecte la Ruta del Colesterol y su prolongación por las zonas ajardinadas de los paseos de la Bomba y el Salón con el parque Tico Medina y el nuevo pulmón arbóreo de la zona del PTS.
Bienvenido sea el anillo verde y el compromiso de azules y naranjas con la causa ecologista. Pero al César lo que es del César y a Cambril mi agradecimiento por aquella propuesta lejana que, poco a poco, se hace realidad. Él y su equipo son los primigenios Señores del Anillo Verde y así es de justicia reconocerlo.
¿Y sobre el pálpito lotero? Pues que siento el Gordo como propio. Que haya tocado en Granada es bueno para todos. ¡Enhorabuena y felicidades!
Jesús Lens