La columna de IDEAL, cambiando de tercio sobre Crisis y demás. Hoy, en clave casi esotérica.
Hoy es diez del diez. Un día, pues, importante y significativo. Porque, siendo sólo un número, el diez no es un número cualquiera, cargado como está de simbolismo y de resonancias a caballo entre lo puramente matemático, lo místico y lo astrológico.
El diez, por supuesto, está en la base del sistema decimal, utilizado históricamente por multitud de pueblos como forma básica de contar, dado que tenemos cinco dedos en cada mano. Si los egipcios construyeron un complejo sistema tomando como base el diez, los griegos pitagóricos lo elevaron a la categoría de paradigma filosófico. Efectivamente, para los pitagóricos el diez era la perfección, relacionándolo directamente con Dios, el Ser Supremo. De hecho, su juramento más apreciado era “por tetractis”, lo más sagrado. En la Cábala, el diez es el Sefirot, símbolo de la Totalidad y a partir de esta herencia, los cristianos asumen sus diez mandamientos y distintos pueblos adoptan el diezmo como fórmula impositiva o de financiación, incluyendo a nuestra Iglesia, aunque se abusó tanto del concepto que, ahora, cuando hablamos de diezmar una población, nada bueno podemos esperar.
El número diez, en un equipo de fútbol, ha de ser un jugador que marque diferencias, imprima carácter y se eche el equipo a las espaldas. Como Cesc Fábregas, en la pasada Eurocopa ganada por España. Como el mítico Maradona, la Mano de Dios. Como el mejor Zidane de la selección francesa o el inolvidable Zico del combinado carioca.
El diez, por tanto, preside nuestra vida. El número perfecto, el número compendio de todos los números. ¿El número de la suerte? Desde luego, si hoy me cruzo con algún lotero que lleve el diez, no dudaré ni un segundo en comprarle un décimo. ¡Viva el 10! Jesús Lens Espinosa de los Monteros. Etiquetas: 10, diez, mujer perfecta, maradona, zico, sefirot, tetractis, pitágoras, perfección, Dios |